Porta pide tiempo

Pablo Porta ha aprendido de Raimundo Saporta la t¨¦cnica baloncest¨ªstica de pedir tiempo para reorganizar el partido. Porta estaba decidido a presentar su dimisi¨®n, pero ayer comenz¨® a reconsiderar su postura. Porta quiere tomarse unos meses de pr¨®rroga. La rendici¨®n de cuentas por el Mundial es buena coartada, pero debajo de esa intenci¨®n est¨¢n las presiones de quienes quieren mantenerle en el cargo, por propio ego¨ªsmo, hasta que la muerte los separe. Los deseos de Porta son en estos momentos mucho m¨¢s sinceros que los de sus al¨¢teres.Porta sabe perfectamente que, pese a estar legitimado por los votos de las gentes del f¨²tbol, la opini¨®n p¨²blica la tiene en contra. Y sabe tambi¨¦n que contra ¨¦l no hay ninguna campa?a centralista. El malestar actual no puede definirse en un punto concreto de la geograf¨ªa espa?ola.

El mal sabor de boca del Mundial-82 es general. La otra serie de razones por las cuales Porta ha visto erosionada su figura pueden repartirse equitativa mente en los m¨²ltiples problemas por los que ha pasado el f¨²tbol espa?ol en los ¨²ltimos a?os. En parte de esas cuestiones han coloborado eficazmente algu nos presidentes de clubes de Primera Divisi¨®n.

Porta no es el responsable absoluto de las frustraciones balomp¨¦d¨ªcas que ha acumulado este pa¨ªs, pero obviamente ha de ser la figura del presidente federativo sobre la que recaigan las mayores iras. En definitiva, es el m¨¢ximo responsable. El momento oportuno para marcharse es ¨¦ste. Si demora su salida dejar¨¢ hipotecas a su sucesor. Ahora es el momento id¨®neo para reestructurar el. f¨²tbol y para nombrar al seleccionador que dirija al equipo del futuro en el pr¨®ximo oto?o.