El jugador ingl¨¦s no estuvo en el Bernab¨¦u
Tres familiares de Laurie Cunningham encontraron la muerte en Londres. El domingo la mujer del hermano de Laurie, Norma, fue hallada muerta en una habitaci¨®n de su casa de Dalston. A dos de sus hijas las asesinaron en el ba?o. Una tercera se salv¨®, porque hab¨ªa quedado al cuidado de la madre de Norma. Norma viv¨ªa con un hermano de Laurie que en los ¨²ltimos meses se hab¨ªa constituido en el manager del jugador madridista. El asesinato de estas tres personas viene a ser el colof¨®n de la historia tr¨¢gica, y a veces c¨®mica, de Cunningham desde que fich¨® por el Real Madrid.El jugador fue adquirido al West Bromwich Albion por 127 millones de pesetas. El fichaje m¨¢s caro del club blanco, y con un contrato de cinco temporadas. Gana al a?o unos 20 millones. Al Madrid le cuesta 118.904 pesetas diarias.
En el primer a?o, 1979, Laurie Cunningham no se adapt¨® al equipo, pero jug¨® dos grandes encuentros, en Mallorca (de pretemporada contra la Real Sociedad) y en Barcelona, de donde sali¨® aclamado. En la segunda, el b¨¦tico Bizcocho le pis¨® el dedo gordo del pie derecho. Fue operado por L¨®pez Quiles, y al d¨ªa siguiente, escayolado, ya bailaba en una discoteca. La multa ascendi¨® a un mill¨®n de pesetas.
Se pensaba que ser¨ª4 baja para dos meses y estuvo siete. Intervino el doctor Viladot, que -le diagnostic¨® la permanente lesi¨®n del dedo. Desde entonces utiliza una bota especial. Cunningham fue recuperado precipitadamente para la final de la Copa de Europa de 1981, con el fin de renovar su prestigio internacional, pero se resiente.
El verano del 81 lo aprovecha para recuperarse, pues ¨¦l, con una envidiable constituci¨®n atl¨¦tica, disfruta con el baile y con las pesas. En el trofeo Bernab¨¦u, al inicio de la pasada temporada, se resiente del menisco externo, pero ya sus quejas, demasiado frecuentes, no son escuchadas por nadie.
En un entrenamiento, P¨¦rez Garc¨ªa le lesiona del ligamento interno de la rodilla izquierda. L¨®pez Quiles le oper¨® bien, aunque Laurie prefer¨ªa otro doctor. El club le oblig¨® moralmente a no cambiar de galeno. Empez¨® a correr, pero el negro continuaba con dolores. Tres m¨¦dicos le diagnosticaron que ten¨ªa menisco, pero ¨¦l ten¨ªa que seguir entrenando. Un s¨¢bado de 1982, cuando Boskov le esperaba en la concentraci¨®n, incluso con la esperanza de jugar al d¨ªa siguiente, Cunningham tuvo una exploraci¨®n. Para cuando pasaron los efectos de la anestesia, a Laurie ya le faltaba un menisco. Un amigo es quien, le da la primera noticia, a ¨¦l nadie le consult¨®. Desde el 3 de junio tiene la baja federativa. En su lugar, el Madrid tiene ya a otro extranjero. Laurie hoy, como casi siempre, sigue recuper¨¢ndose, bajo la recomendaci¨®n de no hablar de m¨¦dicos.
Los ratos de ocio, Cunningham los reparti¨® entre su pasi¨®n por el baile: y por el f¨²tbol. El primero lo practicaba con asiduidad, del segundo se tuvo que conformar con dirigir un equipo de f¨²tbol-sala, del que su hermano formaba parte. El hermano que conoci¨® el domingo el asesinato de su mujer y de sus hijas.
Despu¨¦s de pasar cuatro a?os en Madrid, poco queda del primer negro que visti¨®la camiseta de la selecci¨®n inglesa. El futbolista m¨¢s caro de la historia del Real Madrid sigue siendo el m¨¢s desgraciado.
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