Estados Unidos quiere que los palestinos reconozcan expl¨ªcitamente al Estado de Israel

Estados Unidos no reconocer¨¢ ni negociar¨¢ con la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) hasta que ¨¦sta no reconozca claramente el derecho a la existencia del Estado de Israel y las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, votadas al t¨¦rmino de las guerras de Oriente Pr¨®ximo de 1967 y 1973. Tal es la posici¨®n oficial de la Administraci¨®n Reagan, expresada por el portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes.

Speakes formul¨® este comentario a ra¨ªz de la declaraci¨®n del l¨ªder palestino, Yasir Arafat, de reconocer y aceptar todas las resoluciones de las Naciones Unidas sobre la crisis entre ¨¢rabes e israel¨ªes.Pero, al margen de la posici¨®n oficial norteamericana, es indudable que se ha dado un paso m¨¢s hacia las posibles negociaciones directas entre la OLP y Washington.

"La declaraci¨®n de Arafat no supone ning¨²n cambio sustancial", afirm¨® a la Prensa un alto funcionario de la Casa Blanca que no quiso ser identificado. Insisti¨® en que la OLP debe especificar claramente el derecho a la existencia del Estado de Israel, junto con las dem¨¢s implicaciones del plan secreto de Estados Unidos para una paz en Oriente Pr¨®ximo.

El fondo del problema

El problema de fondo es que las resoluciones de las Naciones Unidas (la 242, de 1967, y la 338, de 1973) comportan simult¨¢neamente el inicio de negociaciones "entre todas las partes interesadas", punto que supone para Israel el eventual reconocimiento, a su vez, de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n Palestina. La continuidad de los bombardeos sobre Beirut durante toda la jomada del lunes demuestra inicialmente el caso omiso del Gobiemo israel¨ª -que parece corroborar la Administraci¨®n Reagan- a la nueva propuesta de la OLP.

Los planes de un reconocimiento simultaneo entre Israel y la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina parecen dif¨ªciles de cristalizar, debido a que Tel Aviv se opone a reconocer la existencia de los "terroristas" de la OLP.

Tampoco facilita la tarea a la Administraci¨®n Reagan, desde el punto de vista de pol¨ªt¨ªca interior, la revelaci¨®n de que el enviado especial del presidente Reagan a Oriente Pr¨®ximo, Philip Habib, cobra como consultor de la firma de ingenier¨ªa Bechtel, calificada como pro¨¢rabe, por sus intereses econ¨®micos en Arabia Saud¨ª y otros pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo.

Por el contrario, los medios pol¨ªticos norteamericanos parecen menos sensibles al hecho de que la poblaci¨®n civil de Beirut sufra a diario bombardeos israel¨ªes con material militar suministrado tambi¨¦n por otras empresas norteamericanas.