Tres guardias y otras cuatro personas, heridos en los incidentes de Canoas
Las violencias ocasionadas por la suspensi¨®n del transporte en la r¨ªa comenzaron cuando se celebraba una asamblea en la alameda de Cangas, a la que asist¨ªan unas 4.000 personas, al correr la voz de que la Guardia Civil hab¨ªa cargado contra grupos de personas que bloqueaban la gasolinera pr¨®xima. La Guardia Civil carg¨® para dispersar a los grupos que, desde donde se celebraba la asamblea, se dirig¨ªan hac¨ªa la gasolinera. En una verdadera batalla, que dur¨® cerca de tres horas, fueron lanzados numerosos, botes de humo, balas de goma, piedras, ladrillos, c¨®cteles molotov y otros objetos entre polic¨ªas y manifestantes, mientras se levantaron barricadas en las calles.Tres, guardias civiles y cuatro ,personas m¨¢s tuvieron que ser asistidos en los servicios de urgencia de la Casa del Mar de Cangas. Aunque no ha sido confirmado oficialmente, parece que las fuerzas del orden llegaron a disparar armas de fuego durante los disturbios, puesto que un coche aparcado en las inmediaciones apareci¨® con un impacto de bala en el cap¨®, y en una fachada se ve¨ªan otros dos impactos sobre la piedra, aparentemente producidos por balas.
Fueron detenidas diez personas, de las cuales tres eran menores de edad y pasaron ayer por la ma?ana a sus domicilios, mientras que las otras siete fueron puestas a disposici¨®n del Juzgado de Primera Instancia de Pontevedra, que decret¨® en las primeras horas de la tarde su libertad.
El Gobierno Civil de Pontevedra distribuy¨® ayer por la ma?ana una nota sobre los sucesos de la noche del martes, en la que indica que la Guardia Civil carg¨® contra quienes se dirig¨ªan a la gasolinera, que "arremetieron, armados de piedras y palos, contra las fuerzas actuantes".
Restablecida la calma durante la noche, Cangas amaneci¨® ayer fuertemente custodiada por la Guardia Civil y la Polic¨ªa Nacional. La villa estuvo ayer, por segundo d¨ªa consecutivo, completa mente paralizada, con bares, comercios e industrias cerrados. El alcalde ley¨®, sobre las once de la ma?ana ? - desde el balc¨®n del Ayuntamiento, una resoluci¨®n que ped¨ªa la libertad de los detenidos y la retirada de las fuerzas de orden p¨²blico, consideradas responsables de los incidentes, y exig¨ªa al Gobierno una soluci¨®n al problema del transporte de la r¨ªa.
Una legislaci¨®n obsoleta
Sometidas a una legislaci¨®n que desde 1947 proh¨ªbe expresamente la existencia de concesiones o monopolios en el tr¨¢fico de cabotaje, las empresas que hacen el servicio de transporte mar¨ªtimo de pasajeros entre las dos orillas de la r¨ªa de Vigo s¨®lo est¨¢n sujetas a cumplir las condiciones de seguridad y navegabilidad exigibles, y a no superar los precios fijados en unas tarifas que ha de autorizar la junta local mar¨ªtima del puerto.
Este r¨¦gimen permite que cualquiera pueda hacer el servicio, sin m¨¢s requisito que cumplir aquellas condiciones y comunicar la realizaci¨®n de unos horarios que el comandante de Marina se limita a autorizar. En cualquier momento tambi¨¦n puede suspenderse el servicio, sin m¨¢s requisito que comunicarlo anticipadamente al comandante de Marina. De esta forma, las dos empresas que cubren la l¨ªnea Vigo-Cangas, en la que se mueven diariamente entre 4.000 y 5.000 personas, han llegado a una desaforada competencia por conseguir eliminar a la competidora.
Constituida la empresa Vapores de Pas¨¢je hace 53 a?os, como resultado de la fusi¨®n de las tres que hac¨ªan el transporte en la r¨ªa desde 1913, una nueva empresa entr¨® en la l¨ªnea de Cangas, vi¨¦ndose vencida en la competencia. El esfuerzo econ¨®mico de. la lucha impidi¨® que el programa de actualizaci¨®n de la flota de Vapores pudiese ultimarse antes de que en 1970 apareciesen unas lanchas fuerabordas calificadas como ~, que su propietario convertir¨ªa en la empresa Cruceros R¨ªa de Vigo dos a?os m¨¢s tarde, entrando ya en franca competencia con Vapores.
El primer conflicto de importancia se produjo el 1 de agosto de 1979, cuando las dos empresas decidieron suspender los horarios de entre las seis y las ocho de la ma?ana, en los que el precio del billete daba derecho a un viaje de ida y vuelta, por estimar en exceso antirrentable estos servicios. El pueblo de Cangas, m¨¢s afectado por la medida porque desde all¨ª se desplazan diariamente no menos de 3.000 trabajadores que se ocupan en la industria y el comercio de Vigo, presion¨® ante las autoridades para conseguir una salida al problema. El conflicto se resolvi¨® con la mediaci¨®n del director general de Transportes Mar¨ªtimos, que acept¨® la posibilidad de que se estableciese una ordenanza o estatuto regulador del tr¨¢fico de la r¨ªa, mediante el acuerdo o s¨ªntesis de proposiciones de todos los afectados. Diversas vicisitudes fueron alargando la soluci¨®n definitiva, prevista para el 31 de diciembre de aquel a?o, y el conflicto se ha mantenido latente desde entonces.
1 Los malos resultado! econ¨®micos de Vapores ven¨ªan siendo paliados durante el verano con un servicio a las islas C¨ªes, a las que en 1979 se llegaron a transportar hasta 6.000 pasajeros diarios. En aquellas islas Vapores dispone de la concesi¨®n sobre un muelle construido por esta empresa en terrenos de su propiedad.
El conflicto actual ha saltado al decidir Vapores, que s¨®lo dispone de un barco -¨²nico existente en la r¨ªa con capacidad para m¨¢s de 250 pasajeros-, abandonar la l¨ªnea de Cangas durante el verano para poner el barco (Islas Ficas) en el servicio a C¨ªes, para recuperar el quebranto de las tarifas pol¨ªticas. impuestas en la l¨ªnea de Cangas.
Se da la circunstancia de que este barco es el que ven¨ªa haciendo los horarios entre las seis y las 7.30 horas, y que Cruceros se negaba a sustituirlo en esas horas, manteniendo su horario autorizado por la comandancia de Marina- a partir de las 7.30 horas.
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