El Senado aprueba sin modificaciones el texto de la LOAPA

Viene de la p¨¢gina primera

Esta afirmaci¨®n fue considerada por los senadores socialistas Prats y Casas como una provocaci¨®n.

El primero insisti¨® en que la LOAPA ni modifica ni altera el contenido de la Constituci¨®n ni los estatutos en vigor. El segundo le pidi¨® que tuviera el valor de revelar los nombres de los senadores que le hubieran hecho confidencias de desconfianza con respecto a la LOAPA.

Acto seguido, tom¨® la palabra el ministro de Administraci¨®n Territorial que, insistiendo en los argumentos de los senadores socialistas, afirm¨® que "si la LOAPA modifica los estatutos, lo tendr¨¢ que decir el Tribunal Constitucional". Arias-Salgado afirm¨® entonces, refiri¨¦ndose a las alusiones hechas por el senador Casademont a los comentarios de pasillo, que "si yo contara lo que a m¨ª me ha dicho el diputado Roca sobre la LOAPA llegar¨ªamos a conclusiones dram¨¢ticas". "Ustedes", dijo refiri¨¦ndose a catalanes y vascos, "no creen en la generalizaci¨®n de las autonom¨ªas, de que Espa?a est¨¢ regionaliz¨¢ndose y de que el estado de las autonom¨ªas se refiere a toda Espa?a y no, ¨²nicamente a Catalu?a y Euskadi".

"La ley se impone a vascos y catalanes"

El momento m¨¢s tenso del debate se produjo cuando intervino el senador vasco Joseba El¨®segui, quien, dijo que la ley "tiene el riesgo de que los catalanes y vascos se sientan enga?ados y traicionados. Los estatutos, en opini¨®n de El¨®segui, fueron un compromiso hist¨®rico con la voluntad mayoritaria de Euskadi. "Pero ustedes", dijo refiri¨¦ndose a socialistas y centristas, "se retractaron y han arruinado su credibilidad. La LOAPA es una ley que se impone a vascos y catalanes". Propuso Joseba El¨®segui un referendum sobre la LOAPA y luego afirm¨® en tono vehemente que "esta ley es una declaraci¨®n encubierta de guerra a las autonom¨ªas y a los derechos hist¨®ricos de vascos y catalanes. Tras afirmar que "la ley le anima a no perder la esperanza de volver a la clandestinidad para defender los derechos de los vascos", apel¨® al Rey Juan Carlos para que haga Ias precisiones oportunas" cuando la ley se le presente a la firma, y justific¨® esta petici¨®n en lo que en su opini¨®n fue una promesa hecha por el Rey en Guernica de que la autonom¨ªa vasca no se rebajar¨ªa.

El¨®segui concluy¨® su intervenci¨®n diciendo que "no nos rendiremos jam¨¢s. Defenderemos nuestro derecho hasta el fin". Las afirmaciones hechas por el senador vasco obligaron a Michel Unzueta a aclarar que el senador vasco hab¨ªa intervenido a t¨ªtulo estrictamente personal.

Joseba El¨®segui, de 66 a?os, fue capit¨¢n del Batall¨®n Saeta, acuartelado en Guernika al producirse el bombardeo de la Legi¨®n C¨®ndor en 1937. Estuvo condenado a muerte en octubre de ese mismo a?o, si bien le fue conmutada la pena. Fue detenido y encarcelado, nuevamente, en 1946, por colocar una ikurri?a en la catedral del Buen Pastor de San Sebasti¨¢n. El 18 de septiembre de 1970, cuando Franco asist¨ªa a un encuentro de pelota en el front¨®n de Anoeta, se arroj¨® por las gradas ardiendo en llamas para protestar contra la pol¨ªtica de la dictadura en el Pa¨ªs Vasco. Es autor del libro Quiero morir por algo.

La parte central del debate,se centr¨® en el ¨²ltimo t¨ªtulo de la LOAPA, referido al funcionariado. Nacionalistas vascos y catalanes, se mostraron recelosos por considerar que este t¨ªtulo impide cuandomenos a corto y medio plazo la existencia de un funcionariado propio de la comunidad.

Criticaron tambi¨¦n que el conocimiento de la lengua vasca y catalana, no suponga una ventaja a la hora de cubrir vacantes dentro del fancionariado de las respectivas comunidades. En las intervenciones de centristas y socialistas se insinu¨® que las desconfianzas de los nacionalistas tienen un origen en el inconfesable deseo de contar con funcionariados adictos a los criterios pol¨ªticos de los gobiernos de las comunidades.

A lo largo de todo el debate, los senadores nacionalistas no votaron favorablemente ning¨²n precepto de la LOAPA, ni siquiera la disposici¨®n final primera en la que se afirma que "Ia presente ley entrar¨¢ en vigor a los cinco meses de su publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado, a causa de la negativa del pleno a aceptar la ampliaci¨®n de ese plazo de cautela a doce meses.