El partido y el Gobierno

Tras la remodelaci¨®n del secretariado de UCD y la amortizaci¨®n de dos plazas en el Consejo de Ministros -junto a un solo nombramiento cuando todo parec¨ªa apuntar hacia cambios m¨¢s en profundidad- se han producido dos curiosos fen¨®menos en la pol¨ªtica espa?ola. El primero es que el se?or Calvo Sotelo puede pasar definitivamente a la historia como el ¨²nico presidente de Gobierno que nunca pudo nombrar con plena libertad de acci¨®n su propio Gabinete. El segundo, que, a partir de ahora, la expresi¨®n acu?ada por l¨ªderes de izquierda: "El partido que sostiene al Gobierno" -expresi¨®n, por otra parte, habitual en las democracias occidentales, pero utilizada aqu¨ª con alg¨²n ¨¢nimo peyorativo- ya no podr¨¢ ser utilizada, en estricto sentido, porque m¨¢s bien habr¨ªa que hablar en adelante del "Gobierno que sostiene al partido".En efecto, el Gabinete heredado por Calvo Sotelo en las traum¨¢ticas circunstancias del 23 de febrero no era precisamente, el equipo que el presidente pudo tener in pectore una semana antes de su investidura, ni mucho menos, el grupo de hombres con un m¨ªnimo de homogeneidad en los programas y de tolerancia mutua en sus diferentes posicionamientos dentro del abanico centrista. Todo lo que pol¨ªticamente se puede ganar en una crisis -y el tiempo no es lo menos importante-mo pudo aprovecharse enfavor de un Gobierno nuevo. Ni remodelaci¨®n de programas, ni imagen diferente, ni ideas v¨ªrgenes, ni siquiera conex¨ªones con otras fuerzas pol¨ªticas, sociales, financieras, laborales o del mundo de la informaci¨®n, pod¨ªan ser llevadas a cabo por los mismos hombres que hab¨ªan experimentado el l¨®gico desgaste de una dura etapa pol¨ªtica, con moci¨®n de censura y cuesti¨®n de confianza en el ¨¢mbito parlamentario, y con muy graves disensiones internas en el partido.

, 29 de julio