Incredulidad en el pueblo manchego de Fontanarejo ante el rico yacimiento de fosfatos

Los habitantes de la aldea supuestamente agraciada no acababan de cre¨¦rselo. Parece como si comenzaran a despertar del profundo sue?o que produce el abandono y el subdesarrollo; el alcohol corr¨ªa aquel d¨ªa por las tascas del pueblo cual fosfato redivivo, y as¨ª comenzaba con excesiva premura una nueva era para sus habitantes. El mito de Eldorado y el Plan Marshall llegaban a Fontanarejo con alguna que otra d¨¦cada de retraso, y de esta forma comenzaba la fiebre de los fosfatos.

Modelo agr¨ªcola

Sus 603 habitantes viven de la agricultura de secano (cereales y olivos), de la caza y, sobre todo, de la ganader¨ªa. De veinte a?os para ac¨¢, la emigraci¨®n hacia Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca ha sido una constante que ha mancillado como un reguero la vida cotidiana de sus gentes. Actualmente los desempleados registrados en su Ayuntamiento para las labores del empleo comunitario son poco m¨¢s de cuarenta, cifra que en invierno se engorda con el regreso de los j¨®venes que se han ido con el buen tiempo a trabajar en los hoteles y restaurantes de la costa.Sus habitantes esperan que, de salir adelante la explotaci¨®n del yacimiento, los primeros trabajadores empleados en el mismo sean precisamente estos parados y los de los pueblos de la comarca. Al menos esa ser¨¢ una de sus reivindicaciones irrenunciables cuando se d¨¦ el visto bueno a la explotaci¨®n. Todos los servicios con que cuenta el pueblo se han quedado obsoletos con el paso del tiempo. Los sanitarios, las comunicaciones viales, la luz, el tel¨¦fono, el agua....

En efecto, Fontanarejo es una de las localidades de Ciudad Real m¨¢s afectadas por la actual sequ¨ªa. Lo inexplicable de su caso es que los servicios de Protecci¨®n Civil no la han incluido en la fat¨ªdica lista de poblaciones en alerta roja. Habr¨¢ que preguntar el porqu¨¦ a la direcci¨®n provincial de estos servicios. "Ahora damos una hora diaria de agua por la ma?ana a la zona norte y otra por la tarde a la zona de m¨¢s abajo", nos dice Eloy Mu?oz Mart¨ªn, alcalde del pueblo.

Fontanarejo nunca hab¨ªa conocido, en sus m¨¢s de cinco siglos de existencia, revuelo mayor que estos d¨ªas. Ni los m¨¢s viejos del lugar recuerdan una alegr¨ªa colectiva de similares caracter¨ªsticas. Fuente de los Naranjos, que as¨ª se llamaba el pueblo en otro tiempo, parece que no estuviera destinado a otra cosa justamente que a esto que ahora le est¨¢ ocurriendo. Isabel, una enjuta y jocosa tabernera, recuerda haber o¨ªdo decir mil veces a su padre que a principios de siglo un chamarilero que vend¨ªa relojes pas¨® por all¨ª con caballer¨ªas camino del vecino pueblo de Porzuna. El buen hombre, al parecer, qued¨® perplejo cuando vio aquellas piedras un tanto raras, y sus frases quedaron grabadas para los restos de la historia: "Esto es una mina; en este pueblo no saben la riqueza que tienen". Ahora Isabel, despu¨¦s de las m¨¢quinas de prospecci¨®n, es menos esc¨¦ptica que en otras ¨¦pocas. El chamarilero ya no est¨¢ majareta perdido: "Era de esos se?ores que decimos que son adivinadores y que nos re¨ªmos de ellos, y a lo mejor llevan un camino bueno".

Al igual que Isabel, Leopoldo Mart¨ªn, el secretario del Ayuntamiento, recuerda, con cierto asombro tambi¨¦n, a otro augur posterior que vivi¨® en Fontanarejo, afilador de oficio. "Estaba un poco loco aquel hombre, por poco nos quema el pueblo en una ocasi¨®n. Me acuerdo que repet¨ªa muchas veces que cerca del pueblo hab¨ªa una mina".

Ya en nuestros d¨ªas, la fiebre de los fosfatos comenz¨® a nivel oficial, con la publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado, el 11 de julio de 1981, de una resoluci¨®n de la Direcci¨®n General de Minas del Ministerio de Industria y Energ¨ªa, por la cual el Estado, a fin de disminuir la actual dependencia exterior en materia de fosfatos, se reservaba el derecho de prospecci¨®n en busca de fosforitas en seis provincias espa?olas, entre ellas Ciudad Real. Fue en marzo de este mismo a?o cuando surgieron los primero brotes febriles en la tranquila poblaci¨®n manchega. Los t¨¦cnicos del Instituto Geol¨®gico y Minero (IGM) se personaron en las zonas a explorar, de inc¨®gnito, sin avisar previamente a los vecinos, que de esta forma comenzaron a alimentar sus m¨²ltiples sospechas y cuchicheos. El secreto de estos expertos lograron romperlo unos pastores que andaban por aquellos parajes. Ellos vieron c¨®mo esos forasteros remov¨ªan las piedras y se las llevaban a Madrid. As¨ª comenzaron las primeras pruebas fehacientes de ese posible tesoro escondido.

Despu¨¦s volvieron en mayo, y ya s¨ª se codearon y se sinceraron con los lugare?os, que empezaron a echar las primeras campanas al vuelo, con prudencia, en espera de las perforaciones oportunas. Pablo Gumiel, el ge¨®logo que inspeccion¨® directamente la zona, seg¨²n cuenta el alcalde, "un d¨ªa nos dijo en la plaza del pueblo que estaba alucinado con las piedras, que lo que hab¨ªa a cielo abierto era fabuloso, pero que ten¨ªamos que esperar a que hubiera sondeos a gran profundidad, no sea que ¨¦stos dieran negativo".

Trabajos acelerados

Los trabajos de prospecci¨®n de los terrenos comenzaron a principios de julio hasta el pasado d¨ªa 17, en que quedaron paralizados por vacaciones del personal t¨¦cnico, por lo que no volver¨¢n a reanudarse hasta finales del presente mes. Un comp¨¢s de espera de un mes largo, que parad¨®jicamente no est¨¢ impacientando a la poblaci¨®n. El alcalde socialista de Fontanarejo; elegido extra?amente gracias a los votos de dos concejales tr¨¢nsfugas de UCD, se enter¨® por tel¨¦fono el mismo d¨ªa 27 de la importancia de estas primeras investigaciones. Su hermana, emigrada a Barcelona, fue la encargada de alegrar el d¨ªa a este alcalde labrador: "Que acaba de salir el pueblo en la tele". Casi con toda certeza supo la noticia toda Espa?a antes que el mism¨ªsimo Fontanarejo. Una vez m¨¢s, como se ve, la Administraci¨®n central pas¨® ampliamente de los interesados m¨¢s directos.Hasta la fecha se han efectuado con ¨¦xito ¨²nicamente tres sondeos de los doce previstos, que costar¨¢n aproximadamente cien millones de pesetas. El m¨¢s importante de ellos tiene una profundidad de sesenta metros, esper¨¢ndose llegar en las sucesivas prospecciones hasta cuatrocientos metros como m¨ªnimo y ver si as¨ª se confirman los resultados obtenidos en lo perforado hasta ahora. En total se llevan localizadas m¨¢s de dos millones de toneladas de mineral, tanto a ciclo abierto como en el subsuelo, apareciendo en alguna ocasi¨®n vetas enteras de fosforita de hasta veinte metros de altura, con un 20% y hasta un 30% de riqueza evaluada en algunas de las muestras.

En opini¨®n de Fernando V¨¢zquez, director de Recursos Minerales del Instituto Geol¨®gico y Minero (IGM), "a¨²n es prematuro definir la importancia cuantitativa y cualitativa del yacimiento; habr¨¢ que esperar, por tanto, a que se efect¨²en las calicatas y sondeos previstos antes de ponernos a hacer el correspondiente estudio de viabilidad de explotaci¨®n econ¨®mica de esta formaci¨®n fosfatada. El director provincial de Industria y Energ¨ªa de Ciudad Real, Juan Antonio Ochoa, de confirmarse la extraordinariedad del yacimiento, piensa que "ser¨ªa el momento de estudiar la instalaci¨®n en la comarca de una planta de transformaci¨®n del mineral. Una planta que al necesitar de grandes cantidades de agua llevar¨ªa consigo una ineludible modificaci¨®n de la infraestructura hidr¨¢ulica de la comarca de los Montes, muy deficitaria en este sentido". Si esta extraordinariedad no fuera tanta, el mineral habr¨ªa que transportarlo a Huelva para transformarlo en sulf¨²rico, lo cual conlleva unos altos gastos de transporte, que habr¨ªa que tener en cuenta a la hora de valorar el yacimiento. En cualquier caso, a¨²n es muy pronto para hacer planes.

Lo positivo del hallazgo consiste en que en nuestro pa¨ªs se ha pasado autom¨¢ticamente de una situaci¨®n en la que no se produc¨ªa ni un solo gramo de fosfatos ni abundaban las esperanzas de encontrar el mineral a otra bien distinta, en la que la posibilidad de hallarlos en grandes cantidades ha aumentado extraordinariamente. A pesar de ello, lo que s¨ª es evidente es que el dominio de Estados Unidos y los pa¨ªses del Magreb (Marruecos, Togo y Tunicia) en el mercado mundial de fosfatos no parece que corra peligro de distorsi¨®n por este nuevo descubrimiento, entre otras cosas porque ellos son los principales productores del mundo y ya tienen cubicadas sus reservas. En el caso de Estados Unidos, ¨¦stas oscilan entre los 20.000 y los 30.000 millones de toneladas. Se ha repetido hasta la saciedad estos d¨ªas que la importancia de ¨¦ste hallazgo no reside tanto en el volumen y la riqueza del yacimiento, cuyo c¨¢lculo es a¨²n muy prematuro, como en la cierta novedad que supone encontrar ¨®xido fosf¨®rico en un terreno perteneciente al per¨ªodo C¨¢mbrico, el primero de la Era Primaria o Paleozoico, con una antig¨¹edad de m¨¢s de trescientos millones de a?os. Tan s¨®lo en la India y Rusia se dan estas mismas caracter¨ªsticas geol¨®gicas en la obtenci¨®n de sus fosfatos, cuando lo normal en estos casos es investigar sobre terrenos pertenecientes a la Era Terciaria. Estas formaciones geol¨®gicas pertenecientes al C¨¢mbrico, seg¨²n parece, abarcan en nuestro pa¨ªs una amplia zona de las provincias de Ciudad Real, Toledo, C¨¢ceres, Badajoz, C¨®rdoba y Salamanca.

Ahorro en divisas

De confirmarse, all¨¢ por octubre, la cantidad y la calidad de mineral disponible, resulta evidente que al menos se reducir¨ªa considerablemente la cantidad de dinero a pagar al exterior en concepto de compra de fosfatos, los cuales suponen m¨¢s de cien millones de d¨®lares al a?o (unos 11.000 millones de pesetas). Por los excelentes resultados obtenidos en estos tres primeros sondeos, cabr¨ªa la posibilidad de que Espa?a se autoabasteciera de fosfatos, lo que supondr¨ªa unos ahorros econ¨®micos de gran importancia para nuestra balanza de pagos exterior. En estos primeros sondeos los t¨¦cnicos se han encontrado con serias dificultades por las propias caracter¨ªsticas del mineral, que no permite una ¨®ptima recuperaci¨®n. En este sentido, el IGM se ha visto obligado a perfeccionar su metodolog¨ªa prospectora con la adquisici¨®n de una nueva m¨¢quina de perforar, con un mayor margen de actuaci¨®n, que ya est¨¢ dispuesta en el yacimiento.Los parajes en los que se han encontrado estas formaciones geol¨®gicas llevan por nombre los Llanos y Morra de Duraznal y est¨¢n situados a menos de dos kil¨®metros de Fontanarejo. En total ocupan unas doce hect¨¢reas de terreno poco productivo, destinado a cereales y rastrojera, terreno que se cultiva cada dos a?os exclusivamente. Sus propietarios actual son quince vecinos de la localidad, entre ellos el alcalde, y un pedazo corresponde tambi¨¦n al municipio. Y es que en esta zona no se da el r¨¦gimen latifundista que predomina en toda la zona. As¨ª pues, el gordo parece que va a estar muy repartido en Fontanarejo.