La intensidad del dolor var¨ªa con los ritmos biol¨®gicos que experimenta cada persona

Tras unas primeras investigaciones realizadas con animales de experimentaci¨®n, que hac¨ªan suponer que el dolor era percibido de manera desigual a distintas horas del d¨ªa, incluso en diferentes ¨¦pocas del a?o, un grupo de cient¨ªficos ingleses y alemanes ha descubierto este mismo fen¨®meno en pacientes aquejados de enfermedades dolorosas, tales como la artritis reumatoide. As¨ª, se ha puesto de manifiesto que el biorritmo de las personas influye directamente en el nivel o intensidad del dolor padecido.

Este descubrimiento esta especialmente relacionado con las importantes consecuencias que ello conlleva a la hora de realizar las evaluaciones cl¨ªnicas y la administraci¨®n de medicamentos y analg¨¦sicos. Hace escasos meses, el bi¨®logo alem¨¢n W. R. Ruckett, del Centro de Investigaci¨®n Merrel, de Estrasburgo, descubri¨® que la resistencia al dolor en ratones que hab¨ªan sido colocados sobre una placa caliente era mucho mayor a primeras horas de la tarde que por la ma?ana temprano.Este hecho no habr¨ªa tenido excesiva significaci¨®n si no fuera porque dichos animales eran previamente sometidos a shocks el¨¦ctricos, breves y de intensidad constante, en la espina dorsal. Con esta t¨¦cnica, se obten¨ªa una corta fase de analgesia, ya que el sistema nervioso de los ratones se ve¨ªa as¨ª inducido a la producci¨®n de endorfinas.

La causa de que la eficacia de esta estimulaci¨®n el¨¦ctrica no fuera la misma diferentes horas del d¨ªa se explic¨®, pues, en base a la desigual producci¨®n de estas sustancias analg¨¦sicas naturales, en dependencia del ciclo circadiano (alternancia d¨ªa-noche). Incluso pudo comprobarse que otros ritmos biol¨®gicos m¨¢s amplios, los referentes a las estaciones del a?o, tambi¨¦n influ¨ªan en la percepci¨®n del dolor: en las primeras horas de los d¨ªas de verano no fue posible conseguir un estado de analgesia mediante est¨ªmulos el¨¦ctricos, mientras que el invierno se obten¨ªa m¨¢s f¨¢cilmente.

Este fen¨®meno fue estudiado posteriormente en seres humanos, observ¨¢ndose resultados muy similares. El doctor Hartmut Strempel, del Instituto de Fisiolog¨ªa del Trabajo, de la Universidad de Marburgo, obligaba a sus voluntarios de experimentaci¨®n a mantener durante un minuto la mano dentro de un recipiente con agua helada. Un 70% de los mismos consider¨® la experiencia como muy d olorosa, pero solamente por la noche. Durante el d¨ªa, estas v¨ªctimas no le otorgaban ninguna importancia y pod¨ªan tolerarla mucho m¨¢s tiempo, sin apenas dolor.

Tiempo y dolor

El reciente descubrimiento de un equipo de cient¨ªficos de Nottingham (Inglaterra) y Berl¨ªn (Alemania Occidental) acerca del factor dolor en personas que padecen artritis reum¨¢tica, enfermedad que provoca fuertes dolores en las articulaciones de las extremidades, parece confirmar tambi¨¦n la hip¨®tesis de la dependencia de esta desagradable sensaci¨®n respecto a los ritmos biol¨®gicos. As¨ª, comprobaron que la actividad de dicha dolencia tiene su punto m¨¢ximo durante un per¨ªodo de dos horas cercanas al amanecer, y el m¨ªnimo al comienzo de la tarde. Realizadas diversas pruebas cl¨ªnicas, se observ¨® que aparec¨ªan cambios significativos, en un caso y otro, al hacer el recuento sangu¨ªneo de la circulaci¨®n perif¨¦rica y en la cantidad y calidad de los componentes del sistema inmune.Los investigadores brit¨¢nicos y alemanes consideran que todo ello tiene importantes repercusiones cl¨ªnicas, ya que la actividad de la enfermedad puede subestimarse cuando se examina a los pacientes en las primeras horas de la tarde. Adem¨¢s, la administraci¨®n de los f¨¢rmacos pertinentes puede resultar ineficaz, y la capacidad de observar cambios en el estado de los pacientes verse reducida, si no se tiene en cuenta el momento en que se lleva a cabo la evaluaci¨®n cl¨ªnica. En este sentido, la cronobiolog¨ªa y, m¨¢s concretamente, la cronofarmacolog¨ªa pueden aportar mucho al esclarecimiento de las implicaciones fisiol¨®gicas de los biorritmos en el comportamiento y la salud del ser humano.