EL PAIS no es la Biblia

No tengo nada contra EL PAIS. Antes al contrario, soy un entusiasta lector del mismo. Y cuando, excepcionalmente, no lo leo, me falta algo, casi la respiraci¨®n. Pero ello no obsta para manifestar mi desagrado -y el de numerosos lectores de esta zona- por la acogida que presta a determinados escritos que no encajan en un peri¨®dico moderno, actual, objetivo. Voy a permitirme protestar por uno de ellos, aprovechando el tiro para matar otros p¨¢jaros de dudosos vuelos.En primer lugar, motivo principal de estas l¨ªneas, estimo inadmisible que un peri¨®dico de esta categor¨ªa, ideol¨®gica e informativamente, dedique -un largu¨ªsirno espacio -tan generosamente- a un mon¨®tono, t¨®pico y tostonazo art¨ªculo, cual es el titulado El G¨¦nesis..., m¨¢xime cuando existen otros temas de mayor inter¨¦s en estos momentos y m¨¢s perentorios. ?O es un compromiso por la firma? En tal caso, que la firma adquiera el rec¨ªproco compromiso de escribir sobre cosas vivas para tal peri¨®dico. O que se refugie en la hoja parroquial. Adem¨¢s, cuanto expone es harto consabido y, en ¨²ltimo t¨¦rmino,que imparta la catequesis en el Tercer Mundo. EL PAIS no es la Biblia.

En segundo lugar, quiero referirme a las colaboraciones de Umbral. A m¨ª me gustan bastante -no del todo- y conservo algunas muy buenas. Pero desde alg¨²n tiempo a esta parte, el rebelde escritor nos est¨¢ defraudando con la sensaci¨®n de un chaqueteo conservador. ?Ser¨¢ que el ni?o que iba a comprar el pan se siente apegado a los ricos manjares?

Por ¨²ltimo: ?qu¨¦ pinta en la pol¨ªtica ese se?or Areilza que se pasa de un partido a otro, dando tumbos, para venir a tumbarse en el m¨¢s impopular? La mejor carrera del se?or Areilza hubiera tenido lugar dentro de la diplomacia -muy preparado para la misma-. En pol¨ªtica, sin embargo, no pinta nada, colmo UCD. /