La Federaci¨®n Espa?ola se erige en portavoz de los cazadores

La Federaci¨®n Espa?ola de Caza ha iniciado una nueva pol¨ªtica de gesti¨®n desde que el nuevo presidente, Lesmes Pe?a, tomara posesi¨®n del cargo. Una vez eliminados los lastres dejados por la anterior junta directiva, la l¨ªnea trazada es la de erigirse en portavoz de los intereses de los cazadores ante los organismos gestores de la caza. En esta ocasi¨®n, el tema a considerar ha sido el de la quema de rastrojos.Una de las problem¨¢ticos de la caza es que la Federaci¨®n no tiene poder de decisi¨®n en muchos temas importantes, al depender las cuestiones cineg¨¦ticas del Ministerio de Agricultura y del Icona Tampoco Puede dar cotos a los cazadores, por lo que su actividad, ha sido ¨²nicamente burocr¨¢tica, con la organizaci¨®n de competiciones y actos sociales. Ahora, con la llegada a la presidencia de un hombre que no pertenece a la elite social de la caza, que es cazador de a pie, parece que los problemas de los cazadores van a ser escuchados por la Administraci¨®n.

El nuevo presidente ha iniciado una etapa de comunicaci¨®n como portavoz de los intereses de los cazadores. De esta manera, la ferederaci¨®n Espa?ola se ha convertido en mediadora de la problem¨¢tica planteada por el nuevo Reglamento de Armas y Explosivos, Ia revisi¨®n de armas por parte de la Guardia Civil, la caza de conejos en verano y la quema de rastrojos, entre otros casos. Son problemas estos,que vienen. unpuestos por la administraci¨®n y ante los que los cazadores, hasta ahora, no ten¨ªan poder para rebatirlos. Es la Federac¨ª¨®n la que, a trav¨¦s de las opiniones de las sociedades, sirve de puente para que se hagan o¨ªr los intereses de los afectados.

Sobre el tema de la quema de rastrojos, concretamente, la Federaci¨®n Espa?ola de Caza ha real¨ªiado un llamamiento a los agricultores, a trav¨¦s de cazadores, sociedades, federaciones provinciales y organismos oficiales, para evitar la forma desordenada y descontrola,da de c¨®mo se realizan. Estas quemas producen graves perjuicios a las espec¨ªes cineg¨¦ticas y en ocasiones, arrasan toda forma de vida, desertizando los campos.

Las medidas sugeridas por la Federaci¨®n en este tema son las siguientes: realizar las quemas de rastrojos por zonas controladas y no muy extensas, para facilitar la huida y refugio de la caza en las zonas pr¨®ximas no afectadas por el fuego; hacerlas despu¨¦s de algunas lluvias, para que, al estar la tierra h¨²meda, se evite la calcinaci¨®n del suelo y la destrucci¨®n de cualquier forma de vida en su interior; quemar los rastrojos bajo control de los ayuntamientos y c¨¢maras agranas, y siempre de d¨ªa, pues por la noche los animales no tienen posibilidad de huida; y, por ¨²ltimo, controlar en todo momento el fuego, por medio de surcos, para que las llamas afecten ¨²nicamente a los rastrojos y no se propaguen a la vegetaci¨®n de arroyos, ribazos y terrenos bald¨ªos, as¨ª como a los montes, todo lo cual constituye el refugio natural de las especies salvajes.