O'Neill,: Am¨¦rica entra en el teatro
Todos los ensayistas est¨¢n de acuerdo: con Eugenio O'Neill comienza el drama propio en Estados Unidos. Hasta entonce todo era vestigio del teatro europeo. No dejan de encontrarse esos vestigios en el teatro del hijo de un actor irland¨¦s, tan apegado al mito eterno y a la leyenda permanente. Su nacionalismo, sin embargo, se manifiesta en el empe?o de reflejar la extensa sociedad cambiante y creciente que le rodeaba: muchas veces utilizando como narraci¨®n la de su propia vida, la de sus familiares.Am¨¦rica entraba en el teatro. Y tambien aportaba algo muy apreciado entonces, en esa ¨¦poca constructiva, cuando Estados Unidos cre¨ªa que estaba inventando un mundo: las formas teatrales diferentes. Aunque clasificado a veces en la variaci¨®n del encuentro del naturalismo con el expresionismo, O'Neill entend¨ªa que la forma -dimensiones, divisiones, alteraci¨®n o continuidad de la narraci¨®n- depend¨ªa enteramente de su fondo, de lo que se quer¨ªa reflejar en ella. Las ideas nuevas requer¨ªan, por tanto, formas teatrales nuevas. Alg¨²n cr¨ªtico espa?ol ha dicho, sin menospreciar el valor intr¨ªnseco del teatro de O'Neill, que era mucho mas importante por las v¨ªas que abri¨®, por la escuela que cre¨®.
Aparici¨®n del misterio
En cuanto a lo que O'Neill quer¨ªa reflejar, lo dec¨ªa con una sencillez bastante soberbia: la vida. Menos sencillo era lo que ¨¦l mismo entend¨ªa por "la vida": era "el destino, Dios, nuestro pasado biol¨®gico que crea nuestro presente, el Misterio sin lugar a dudas". El "Misterio", escrito siempre con may¨²scula, lo define as¨ª en otro de sus textos: "En el Misterio, cada hombre, cada mujer, perciben, sin comprenderlo, el sentido de todo acontecimiento o de todo accidente de la vida sobre la tierra; ¨¦se es el Misterio que yo quiero concretar en el teatro". No cuesta mucho trabajo encontrar aqu¨ª algunas de las ideas dominantes de la ¨¦poca: las de Freud, sobre todo las de Jung...El misterio lo encontraremos esta noche en la primera parte de Llega el hombre del hielo (The iceman cometh). Y tambi¨¦n ese sentido desencantado y fr¨ªo de la vida que ha inspirado el drama americano, y concretamente esta serie excelente de El drama contempor¨¢neo. Hickley, su personaje central -Lee Marvin, en esta versi¨®n- es un ente de ficci¨®n que ha fascinado a los an¨¢listas de la sociedad americana: el viajante, o vendedor ambulante, que tiene como profesi¨®n el optimismo y la alegr¨ªa, pero que aparece de pronto en un bar donde naufragan los residuos perdidos de la prosperidad americana, tratando de meterles de lleno en la realidad atroz de sus existencias.
Es una obra escrita en 1939, pero representada por primera vez en 1946. O'Neill, nacido en 1888, pas¨® la primera parte de su vida dentro de una cierta tradici¨®n de la literatura americana en el vagabundeo, el cambio continuo de trabajo, los fracasos... La literatura la fue ensayando y practicando en el periodismo; comenz¨® a representar sus obras con un grupo local -los Provincetown Players, en Massachussets, famosos despu¨¦s por su aportaci¨®n a la creaci¨®n del teatro nacional- y alcanz¨® Nueva York: poco despu¨¦s era una figura nacional, y mas tarde, un mito mundial. En 1936 gan¨® el Nobel. Pero no estrenaba desde 1933 y no lo volver¨ªa a hacer hasta 1946: precisamente la obra de su reaparici¨®n fue El hombre del hielo ha venido. Igual que ¨¦sta, todas las obras que estren¨® despu¨¦s hab¨ªan sido escritas con muchos a?os de anterioridad. Su propia vida tuvo rasgos de tragedia, de frustraci¨®n, de desesperaci¨®n: como la de sus personajes. Muri¨® en 1953.
La versi¨®n cinematogr¨¢fica cuya primera parte aparece esta noche en Espa?a ofrece buenas garant¨ªas, dentro de la solvencia de la serie de la que forma parte. La dirige John Frankenheimer y la interpretan Lee Marvin, Frederich March, Robert Ryan, Jeff Bridges y Bradford Dillan.
El drama contempor¨¢neo se emite esta noche a las 21.45 por la primera cadena.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.