Los sovi¨¦ticos culpan a grupos de gamberros de los incidentes que se suceden en Polonia
Ayer, d¨ªa de la rentr¨¦e pol¨ªtica en la URSS, los dirigentes sovi¨¦ticos se encontraban con una dura sorpresa seg¨²n volv¨ªan de sus vacaciones en el mar Negro: las barricadas levantadas ayer tarde en las calles de Gdansk pueden significar, quiz¨¢, que el ¨¦xito del proceso normalizador ejecutado por el general Wojciech Jaruzelski es m¨¢s aparente que real.Sin embargo, nada.hace pensar que el Kremlin vaya a rebajar su confianza en el general polaco.
"La contrarrevoluci¨®n no ha sido a¨²n derrotada", coment¨® anoche el principal programa informativo de la televisi¨®n sovi¨¦tica. La celeridad con la que esta emisi¨®n se hizo eco de los incidentes en Polonia ha sorprendido a los observadores.
Seg¨²n Vremia -que es el nombre del telediario moscovita-, "grupos de gamberros", siguiendo consignas extranjeras, se manifestaron en diversasciudades, llegando incluso a levantar barricadas.
De momento, no ha habido ning¨²n comentario oficial del Kremlin y lo m¨¢s probable es que los dirigentes sovi¨¦ticos contin¨²en en silencio. El hecho de que la televisi¨®n sovi¨¦tica se apresurara ayer a informar sobre los enfrentamientos de Polonia podr¨ªa ser ya, en cualquier caso, una primera se?al de alarma.
El mutismo del Kremlin parece estar motivado por dos razones: primero, una elemental prudencia para evitar provocar a la oposici¨®n polaca y echar as¨ª m¨¢s le?a al fuego. Y, tambi¨¦n -y sobre todo-, por el deseo de soslayar cualquier posible cr¨ªtica occidental que acusase al Kremlin de intervenir en los asuntos polacos, acusaci¨®n esta que podr¨ªa tener importantes repercusiones sobre sus relaciones con los pa¨ªses de la Europa capitalista.
Ayer -hasta que comenz¨® a tenerse noticias de los disturbios de Polonia-, los c¨ªrculos occidentales de Mosc¨² parec¨ªan compartir la calma oficial del Kremlin. Al contrario que en meses pasados, nadie se sobresalt¨® lo m¨¢s m¨ªnimo al conocer que polacos y sovi¨¦ticos hab¨ªan estado realizando maniobras militares conjuntas durante los ¨²ltimos d¨ªas.
Incluso los diarios de la URSS celebraban ayer -aunque a su manera- el aniversario de los acuerdos de Gdansk. Hace dos a?os, cuando los sindicalistas y el Gobierno polaco firmaron el protocolo que dar¨ªa existencia legal a Solidaridad, la Prensa sovi¨¦tica tard¨® mucho en recoger el acontecimiento y, aun as¨ª, lo hizo s¨®lo tangencialmente. Ayer, como era de esperar, los peri¨®dicos no dedicaban ni una sola l¨ªnea a la efem¨¦rides.
Sin embargo, el lector sovi¨¦tico pod¨ªa encontrar una curiosa coincidencia en los diarios de Mosc¨² de ayer: todos recog¨ªan el discurso pronunciado el domingo por el l¨ªder polaco en la Escuela Superior del Arma Acorazada, en Poznam.
Las en¨¦rgicas palabras del general Jaruzelski tomaban as¨ª, al ser reproducidas por toda la Prensa de la URSS, un nuevo significado: el Kremlin segu¨ªa apoyando a Jaruzelski y suscrib¨ªa sus puntos de vista sobre la necesidad de actuar con decisi¨®n frente a sus oponentes.
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