El juramento de Maim¨®nides

No pude contener la indignaci¨®n cuando el s¨¢bado escuch¨¦ por Radio Nacional el llamamiento de socorro que hizo el hijo de un enfermo ingresado en el Ram¨®n y Cajal.No me mueve la intenci¨®n de entablar una pol¨¦mica con ning¨²n m¨¦dico, y en particular con el doctor Botello, pero es triste y lamentable que con el dinero de todos se levanten mamotretos como La Paz y el Ram¨®n y Cajal, que deben o deb¨ªan de contar con todos los adelantos actuales y un equipo m¨¦dico capaz de resolver cualquier problema m¨¦dico que se presente, como puede ser un aneurisma de aorta, y tener el necesario instrumental, por muy complejo que ¨¦ste sea, listo y disponible para cualquier eventualidad, como la presente, y que por las razones que sean esto no ocurre. Es lamentable e indignante, como asimismo lo es el que algunos de ustedes nos consideren como n¨²meros de cartillas en lugar de personas. Por todo ello, me atrevo a recordarles lo que dec¨ªa en su juramento y plegaria Maim¨®nides, m¨¦dico jud¨ªo nacido en C¨®rdoba, en el siglo XII:

"La Providencia Eterna me ha designado para que vigile la vida y la salud de Tus criaturas. Que el amor a mi arte act¨²e en m¨ª en todos los momentos; que ni la avaricia ni la ruindad ni la sed de gloria o de una gran reputaci¨®n, enturbien mi alma, pues los enemigos de la verdad y la filantrop¨ªa pueden f¨¢cilmente hacer que me olvide de mi alta meta de hacer el bien a Tus criaturas".

"Que yo no vea en el paciente m¨¢s que un pr¨®jimo aquejado de dolor".

"Que me sean concedidos fuerza, tiempo y oportunidad para ir corrigiendo lo que ya he adquirido, con objeto de ir extendiendo siempre sus dominios, porque el conocimiento es inmenso y el esp¨ªritu del hombre se puede extender infinitamente para enriquecerse a diario con nuevas adquisiciones. Hoy puede descubrir sus errores de ayer y ma?ana puede obtener una nueva luz sobre lo que hoy se cree seguro".

"Oh Dios, me has encargado que vigile la vida y la muerte de Tus criaturas y aqu¨ª yo para cumplir mi obligaci¨®n".