La 'cumbre' ¨¢rabe de Fez comienza hoy con el drama liban¨¦s como tel¨®n de fondo
Desde que llegan el poder los jefes de Estado ¨¢rabes se han estado reuniendo para tratar de lograr una postura com¨²n frente a Israel y de llevar adelante la causa palestina. Sobre ella todos han opinado y decidido, a costa muchas veces del derecho de los palestinos a hacer lo propio. Tres guerras ¨¢rabe-israel¨ªes perdidas, un L¨ªbano f¨ªsica y socialmente destrozado y la di¨¢spora del pueblo palestino -la expulsi¨®n de la guerrilla palestina de su ¨²ltimo santuario ¨²til es quiz¨¢s el golpe de mayores consecuencias padecido por el pueblo palestino en toda su historia- constituyen el tel¨®n de fondo de la cumbre ¨¢rabe que se abre hoy en Fez, Marruecos.
Los analistas pol¨ªticos discuten en estos d¨ªas si L¨ªbano est¨¢ ya muerto como pa¨ªs, o simplemente agonizante, si la resistencia palestina ha sido herida de muerte o si sobrevivir¨¢. L¨ªbano, o m¨¢s exactamente Beirut, ha pagado las consecuencia de tantos conflictos -palestino, ¨¢rabe-israel¨ª, musulman-cristiano, petrolero- superpuestos a los suyos propios. La reciente elecci¨®n de Bechir Gemayel como presidente de L¨ªbano, ya contestada claramente por algunos l¨ªderes musulmanes, como Rachid Karame, o de la propia confesi¨®n de Gemayel, como Raymond Edde, permite preguntarse no s¨®lo si L¨ªbano volver¨¢ alg¨²n d¨ªa a existir como milagro de convivencia confesional que fue, sino si adem¨¢s de todos los padecimientos actuales no se va a ver envuelto en una guerra civil-confesional.Oriente Medio es la regi¨®n de las minor¨ªas por excelencia. Unas minor¨ªas que cuando gobiernan aplastan a las mayor¨ªas, y unas mayor¨ªas que cuando est¨¢n en el poder llegan incluso al exterminio de las minor¨ªas. Las diferentes confesiones que integran a algunos pa¨ªses responden en la mayor¨ªa de los casos a culturas radicalmente diferentes y, aunque f¨ªsicamente mezcladas, perfectamente diferenciadas en su devenir hist¨®rico.
Israel, Chipre y L¨ªbano son los casos m¨¢s notables y cr¨ªticos de sociedades multiconfesionales, aunque no los ¨²nicos. Para las minor¨ªas que siempre han gobernado en ellos, ya sean jud¨ªa, greco-chipriota o maronita, los problemas, en el fondo, no tienen soluci¨®n, porque en ¨²ltima instancia siempre existe el peligro de la absorci¨®n demogr¨¢fica por las mayor¨ªas.
Equilibrio inestable
L¨ªbano es quiz¨¢ el caso m¨¢s acentuado de segregaci¨®n confesional, pero al mismo tiempo aqu¨¦l en que las comunidades, gracias al Pacto Nacional de 1943, que conced¨ªa preeminencia a los maronitas, ha vivido m¨¢s largo tiempo sin tr¨¢gicos enfrentamientos.
El pa¨ªs, sin embargo, estaba dividido. Los maronistas asentados en el monte L¨ªbano; los sunitas, en Beirut, en la Bekaa y en el sur; los druzos, en el Chuf, y los chi¨ªtas, en el sur. La propia Beirut, de apariencia tan cosmop¨®lita, viv¨ªa en medio de una segregaci¨®n f¨ªsica casi perfecta por confesiones.
La llegada masiva de combatientes palestinos a L¨ªbano, despu¨¦s de la su expulsi¨®n de Jordania, en 1970 y 1971, vino a alterar profundamente todo el precario equilibrio confesional de aquel pa¨ªs. La utilizaci¨®n del territorio liban¨¦s como plataforma de ataque contra Israel por la guerrilla palestina -recibida con satisfacci¨®n en los dem¨¢s pa¨ªses ¨¢rabes, que as¨ª se sustra¨ªan a las represalias israel¨ªes- termin¨® por ser abiertamente rechazada por la comunidad maronita.
El Ej¨¦rcito liban¨¦s, eminentemente cristiano, intent¨®, en varias ocasiones impedir la acci¨®n palestina, pero en cada ocasi¨®n el Gobierno se ve¨ªa desestabilizado por los pa¨ªses vecinos ¨¢rabes.
Las confesiones m¨¢s expoliadas o desfavorecidas a lo largo de la historia, ch¨ª¨ªtas, druzos, sunitas, abrigaron secretamente la esperanza de que la alianza con la resistencia palestina les diera la fuerza necesaria para poner en tela de juicio el Pacto Nacional de 1943, superado, adem¨¢s, por la evoluci¨®n demogr¨¢fica que el pa¨ªs hab¨ªa vivido desde entonces. Para sus fines inmediatos utilizaron a la resistencia palestina.
Para la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), hoy, todo lo acaecido en L¨ªbano no es m¨¢s que un "compl¨® imperialista", destinado a destruir toda su capacidad militar y forzarla a aceptar una soluci¨®n auton¨®mica en Cisjordania o un mini Estado que israel aspira a que sea el jordano. La guerrilla palestina, sometida a las m¨²ltiples y discrepantes influencias de los pa¨ªses ¨¢rabes que financiaban a los distintos grupos, cay¨® en la trampa de mezclarse en los conflictos interlibaneses y actuar en L¨ªbano en flagrante lesi¨®n a la soberan¨ªa del pa¨ªs.
Una causa tan justa como la palestina ha sido devaluada a los ojos del mundo por la actuaci¨®n irresponsable de ciertos grup¨²sculos. S¨ª se mantiene hoy la solidaridad es porque la intransigencia y el radicalismo de los dirigentes de Israel han demostrado superar con creces a los de los ¨¢rabes.
?Hacia d¨®nde va, pues, L¨ªbano en la actualidad? Con toda claridad hacia la confirmaci¨®n de derecho de la explosi¨®n de hecho del Estado confesional.
Plataforma pol¨ªtica
Todas las gestiones y cumbres ¨¢rabes importantes realizadas convocadas despu¨¦s de la guerra de 1973 han tenido un mismo objetivo: lograr que los palestino acepten una oferta, en cada ocasi¨®n m¨¢s reducida, que ponga fin, al menos formalmente, al secular conflicto.
Si algo distingue a la cumbre de Fez de las dem¨¢s es la aparente decisi¨®n de los Estados de la Liga Arabe, entre los cuales predominan hoy conservadores y moderados, de imponer a los palestinos la aceptaci¨®n de una plataforma de acci¨®n esencialmente pol¨ªtica ahora que Israel les ha quitado la capacidad de actuar. militarmente.
Todos los indicios apuntan que. esa plataforma consiste esencialmente en la creaci¨®n d¨¦ un Estado palestino, cuya geograf¨ªa y configuraci¨®n pol¨ªtica ser¨¢ luego objeto de considerables regateos con Tel Aviv, a cambio del reconocimiento .por los ¨¢rabes, que tendr¨¢ envergadura hist¨®rica, del derecho a la existencia del Estado de Israel.
Aunque los ¨¢rabes radicales, incluidos los palestinos, contemplan la cumbre de Fez como una conspiraci¨®n, el objetivo que se proponen lo1asistentes, es decir, la creaci¨®n de un Estado palestino a cambio de reconocimiento de Israel deber¨ªa merecer, incluso teniendo presente que este largo y complejo conflicto no se puede solucionar exclusivamente con palabras, una consideraci¨®n cuidadosa.
Cada guerra ¨¢rabe-israel¨ª ha empeorado y complicado las posibilidades de soluci¨®n del problema principal, la p¨¦rdida de Palestina. La lucha armada a ultranza termin¨® por asustar a la mayor¨ªa de los reg¨ªmenes conservadores, que ve¨ªan que la recuperaci¨®n de Palestina comenzaba a pasar por la revoluci¨®n en el mundo ¨¢rabe.
Historia de una partici¨®n
Ahora que todos pide a los palestinos que se pronuncien, un m¨ªnimo de historia no vendr¨ªa mal Cuando en el Congreso de San Remo, de abril de 1920, Francia y el Reino Unido se reparten los res tos del imperio otomano, Londres se queda con Palestina, de la cual separa la Transjordania (actual Jordania) para colocar en el trono al rey Abdullah.
En 1939, y ante la proximidad de la segunda guerra mundial, que le impon¨ªa ganarse a los ¨¢rabes Inglaterra dio a conocer el White Paper que limitaba la inmigraci¨®n jud¨ªa a Palestina, y promet¨ªa la independencia. Secretamente, sin embargo, los brit¨¢nicos hab¨ªan comenzado a armar a las organizaciones jud¨ªas paramilitares.
Fue la segunda guerra mundial, con la expansi¨®n econ¨®mica que signific¨® para Palestina, la que permiti¨® la consolidaci¨®n del poder econ¨®mico jud¨ªo en Palestina. La comunidad jud¨ªa lleg¨® a dotarse de instituciones sociales y culturales, una infraestructura paramilitar y, pr¨¢cticamente, un Gobierno.
Con la intenci¨®n de prorrogar su mandato sobre Palestina, Inglaterra somete el caso a la ONU, que designa una comisi¨®n investigadora en 1947. Como resultado de su trabajo, la comisi¨®n propuso el reparto de Palestina en dos Estados confesionales, uno jud¨ªo y otro palestino, que quedar¨ªan no obstante vinculados dentro de una uni¨®n econ¨®mica. La resoluci¨®n 181, de noviembre de 1947, de la ONU, que recoge esta propuesta, establece tambi¨¦n la concesi¨®n de un estatuto internacional para la ciudad de Jerusal¨¦n. El 14 de mayo de 1948, David Ben Guri¨®n proclama unilateralmente el Estado de Israel.
Tres planes
El plan Burguiba, que se someter¨¢ hoy a los jefes de Estado en Fez, que retoma en esencia la resoluci¨®n 181 de la ONU, no es m¨¢s que un intento de devolver el problema a su planteamiento original. Con el m¨¦rito de implicar una m¨ªnima justicia para con los palestinos, el plan Burguiba adolece del defecto de no ser aceptable por Israel.
Desde que la resoluci¨®n 181 de la ONU fuera aprobada, hasta hoy, Israel ha derrotado a los ¨¢rabes en cuatro guerras sucesivas, si consideramos como tal la invasi¨®n de L¨ªbano, les ha ocupado tierras que duplican su extensi¨®n original, y ahora ha destruido la capacidad de acci¨®n militar de los palestinos. El ala izquierda de la resistencia palestina, es decir, todos menos probablemente la direcci¨®n de la OLP, se opone a los prop¨®sitos m¨¢s moderados, pero de mayor trascendencia, del plan Falid, que coloca de entrada sobre la mesa de negociaci¨®n la concesi¨®n ¨²ltima que pueden hacer los palestinos, el reconocer al Estado de Israel.
Un tercer plan de posible discusi¨®n es el presentado la pasada semana por Ronald Reagan, que contempla la creaci¨®n de una entidad aut¨®noma palestina en Cisjordania y Gaza asociada con Jordania y sin soberan¨ªa israel¨ª, un plan que ha sido acogido con expectaci¨®n en la direcci¨®n palestina.
La mayor¨ªa de los palestinos, hay que reconocer que debido a las muchas traiciones y represiones de que han sido objeto, olvida hoy aquello que escrib¨ªa con lucidez el gran periodista egipcio Ahmed Baha Eddin: "La manera m¨¢s simple y la m¨¢s importante de defenderse contra Israel y hacer revivir el problema de Palestina, es que Palestina exista. Y, sin embargo, los ¨¢rabes, en lugar de mantener lo que quedaba de Palestina como entidad unida, resistente y exigente, hemos dispersado lo que quedaba de Palestina entre nuestras manos. Tiene que volver a existir un Estado que se llame Palestina".
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