El "no" a Tejero

(...) El ministro de Defensa ha resuelto denegar la petici¨®n de Antonio Tejero Molina para dedicarse a la pol¨ªtica y encabezar un partido legalmente constituido, present¨¢ndose a las pr¨®ximas elecciones. El texto de la negativa est¨¢ escrito en prosa administrativo-jur¨ªdica, que justifica y refuerza la misma, pero lo cierto es que no interesan tanto, a la hora del comentario, los considerandos que se hacen, sino el hecho de la negativa en s¨ª. Cierto que la decisi¨®n abre camino para que los de siempre, que no faltar¨¢n, aseguren que se ha temido la posible decisi¨®n de las urnas.y cerrado de antemano el paso del teniente coronel golpista hasta uno de aquellos esca?os que ¨¦l mismo ultraj¨® con la amenaza de las pistolas y metralletas. Pero cierto tambi¨¦n que la madurez pol¨ªtica del pueblo hubiera decidido, con toda probabilidad, en las urnas que el lugar de Tejero no estaba ciertamente en el Congreso, sino entre rejas.No ha sido as¨ª y cabe considerar, en definitiva, que la decisi¨®n de Defensa ha sido la apropiada para evitar un espect¨¢culo con ribetes -y m¨¢s que ribetes- de esperpento.

Uno de los empe?os m¨¢s firmes para la consolidaci¨®n definitiva de la democracia ha de ser -y en ello est¨¢n de acuerdo tirios y troyanos- la superaci¨®n del s¨ªndrome del 23-F. La presencia de Tejero en la lid electoral, su faz aunque. esbozada con sonrisa, en carteles y pancartas, hubiera significado todo lo contrario. Es decir, la perpetuaci¨®n de uno de los m¨¢s desgraciados episodios de la transici¨®n. Episodio que tiene que ser por ello y definitivamente historia. Y nada m¨¢s.

5 de septiembre