Guetos para minusv¨¢lidos
MANUEL MOLINA FLORES
Hace unos d¨ªas, estando yo sentado en la terraza de un bar, con unos amigos normales, coment¨¢bamos la belleza de las chicas que pasaban por la calle. De pronto, uno de ellos me pregunt¨® por qu¨¦ no me buscaba para ligar chicas minusv¨¢lidas, concretamente, paral¨ªticas cerebrales -yo padezco este tipo de minusval¨ªa- con vistas a una Posible relaci¨®n sexual, puesto que a ¨¦l -dec¨ªa- no se le ocurrir¨ªa nunca intentar ligar con Bo Derek o miss Universo, por ejemplo.Esta pregunta, que a muchos lectores les puede parecer l¨®gica, a m¨ª me demostr¨® que aunque en muchos casos se reconozca nuestro derecho a una integraci¨®n escolar y laboral, la mentalidad de las personas normales sigue sin estar preparada para admitir la integraci¨®n sexual entre minusv¨¢lidos y v¨¢lidos,-, puesto que la preguntita -y reconozco que me la hicieron de la manera m¨¢s ingenua es marginante por s¨ª sola.
Raza inferior
Desde hace siglos, se ha considerado a los negros como una raza inferior a los que se esclavizaba -sobre todo, en EE UU, costumbre llevada por los brit¨¢nicos a las colonias, ya que necesitaban mano de obra para sacar a flote sus propiedades-, y s¨®lo se les. permit¨ªa reilacionarse sexualmente entre ellos, con la ¨²nica excepci¨®n de que al amo le gustara alguna de sus negras.
Marginaci¨®n t¨¢cita
Esta situaci¨®n, que en nuestrosd¨ªas nos puede parecer aberrante y. fuera de lugar, es la que me propon¨ªa impl¨ªcitamente mi amigo con su pregunta -aparte de que los negros ten¨ªan a su favor el poder de producci¨®n por el cual eran necesarios-, puesto que esto nos llevar¨ªa a la creaci¨®n de guetos, como, por ejemplo, en Holanda, donde hay peque?os barrios o pueblos acondicionados solamente para minusv¨¢lidos, y esto, a m¨ª particularmente, me parece una marginaci¨®n t¨¢cita que no estamos dispuestos a permitir.
Pero analizando un poco m¨¢s a fondo la proposici¨®n de mi amigo, llegar¨ªamos a la conclusi¨®n de que ser¨ªa muy dif¨ªcil llevarla a cabo, puesto que en primer lugar, en nuestro pa¨ªs, los minusv¨¢lidos y mmusv¨¢lidas no se ven habitualmente por la calle, y es muy dificil que se d¨¦ el conocimiento entre nosotros que nos lleve a una relaci¨®n ¨ªntim¨¢; pero en el supuesto de que este conocimiento se produjera, en larelaci¨®n de pareja existe siempre una dependencia entre ambos, que en caso de dos minusv¨¢lidos bastante afectados podr¨ªa crear un verdadero problema si dicha relaci¨®n se hiciera duradera y sobre todo, s¨ª viniera un hijo -porque el derecho- a tener hijos no se le puede negar a ninguna pareja-, ya que estos hijos necesitan unos cuidados, que en muchos casos los padres no podr¨ªan proporcionar, ya que algunos necesitamos ayuda, hasta, para nuestro mantenimiento personal, a pesar de lo cual tenemostodo ¨¦l derecho del mundo. al amor y a una relaci¨®n sexual indiscutible.
Mentalidad consecuente
Otro aspecto a tener en cuenta es el hecho de que aunque en ning¨²n caso despreciemos la posibilidad de relacionamos o casamos entre nosotros, la imposici¨®n de limitarnos solamente a esto ser¨ªa neg¨¢rnos el derecho a elegir a nuestra pareja -sin ninguna limitaci¨®n puesta de antemano, lo cual es alienante y, sin embargo, es una opini¨®n tristemente conipartida por una gran parte de nuestra sociedad v¨¢lida.
A los minusv¨¢lidos, como a los negros antiguamente, se nos considera, por desgracia, ciudadanos de cuarta o quinta categor¨ªa, y esta idea est¨¢ tan metida dentro del cerebro de- la gente, que muchas veces -a pesar de que mi amigo me conoce, y me consta que me aprecia- no pueden evitar el hacer preguntas que marginan por s¨ª solas y, me hacen pensar que hay que hacer algo para cambiar- la mentafidad de nuestra sociedad.
S¨ª en art¨ªculos anteriores, en mis conclusiones me dirig¨ªa a nuestra sociedad de v¨¢lidos, para tratar de que nos aceptaran, hoy me dirijo a mis compa?eros minusv¨¢lidos para decirles quenuestra,integraci¨®n no se va a realizar s¨ª no luchamos todos nosotros -como han hecho los negros a lo largo de los siglos- por ella y ponemos todo nuestro esfuerzo en lograrla, pero con una mentalidad consecuente, y sin dejarnos llevar ni manipular por ning¨²n poder f¨¢ctico ajeno al tema, que en muchos casos s¨®lo pretende mantenemos separados ydivididos, puesto que es evidente, y estoy seguro, de que unidos lo vamos a conseguir.
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