Mosc¨² lanza una de sus m¨¢s en¨¦rgicas advertencias contra la oposici¨®n polaca
"A trabajar, no a walesear". Utilizando en uno de sus titulares este neologismo, extra¨ªdo del apellido del l¨ªder sindicalista polaco Lech Walesa, el influyente semanario sovi¨¦tico Literaturnaia Gazeta revela los puntos de vista de la URSS sobre cu¨¢l deber¨ªa ser la evoluci¨®n de los acontecimientos en Polonia y plantea una de las m¨¢s en¨¦rgicas advertencias hechas a la oposici¨®n de ese pa¨ªs desde que se instaur¨® el estado de sitio.
Literaturnaia Gazeta afirma con rotundidad que no es posible volver "a los tiempos de la contrarrevoluci¨®n", que, de no haber sido parada con las medidas de emergencia, habr¨ªa arrastrado a Polonia hacia "un ba?o de sangre" y a "una guerra fratricida".Seg¨²n Mosc¨², a¨²n no es oportuno anular el estado de excepci¨®n decretado por el general Wojciech Jaruzelski hace casi nueve meses, ni, menos a¨²n, de autorizar de nuevo la existencia de los sindicatos independientes y poner en libertad a sus l¨ªderes.
Solidaridad deber¨ªa considerarse, pues, definitivamente muerta.
Lech Walesa es objeto, en el citado art¨ªculo de Literaturnaia Gazeta, de los m¨¢s duros ataques que nunca antes le hayan sido formulados desde Mosc¨².
Los medios oficiales sovi¨¦ticos trataron siempre al l¨ªder sindical con cierta delicadeza, pensando, quiz¨¢, que Walesa era un mal menor, m¨¢s moderado e, hipot¨¦ticamente, m¨¢s recuperable que el resto de los l¨ªderes de la oposici¨®n.
Pero los incidentes ocurridos en las calles de Polonia el pasado 31 de agosto parecen haber demostrado a Mosc¨² que su optimismo inicial era un tanto gratuito: el proceso de normalizaci¨®n pol¨ªtica parece estar lejos de haber alcanzado sus objetivos, a pesar de que pronto se cumplir¨¢ un a?o del autogolpe de Estado.
'Walesear' es sabotear
El waleseo -seg¨²n el t¨¦rmino acu?ado por la citada publicaci¨®n moscovita- se ha ido agravando cualitativamente. Antes, afirma Literaturnaia Gazeta, significaba s¨®lo "hacer huelgas sin preguntarse por qu¨¦ ni para qu¨¦". Ahora, walesear quiere decir "sabotear el proceso de restauraci¨®n del pa¨ªs".El semanario sovi¨¦tico trata con inmenso desprecio a Walesa en el mencionado art¨ªculo, que se titula, precisamente, El papel de aluminio no es de hierro, en abierta alusi¨®n al nombre de la pel¨ªcula de Andrzej Wadj a El hombre de hierro, que termin¨® sirviendo al l¨ªder sindicalista polaco como alias universal.
Con indisimulado sarcasmo, Literaturnaia Gazeta afirmaba que no es el hierro, sino el aluminio, el metal que mejor simboliza a Walesa, que se termin¨® convirtiendo "en un objeto comercial envuelto en papel de aluminio para resultar m¨¢s brillante", despu¨¦s de que, siguiendo la voluntad de los "verdaderos organizadores del compl¨® contrarrevolucionario antipolaco", en agosto de 1980, fuera "elevado a un pedestal y a la fama, no s¨®lo en Polonia, sino en el mundo".
Ahora, pues, ya no es s¨®lo cuesti¨®n de dejar de pensar en la vuelta atr¨¢s, sino que se tratar¨ªa tambi¨¦n de trabajar seriamente, aunque -se supone- haga falta mano dura.
La conclusi¨®n de Literaturnaia Gazeta es terminante: "No es tiempo de walesear, porque hacerlo demostrar¨ªa que no se tiene perspectiva o, m¨¢s bien, que se tienen prop¨®sitos suicidas". La advertencia es bien evidente.
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