Nasarre y la ley del embudo
EL VETO interpuesto por el director de RTVE para impedir la participaci¨®n de Ciriaco de Vicente -diputado socialista por Murcia en la extinguida legislatura y secretario federal de Acci¨®n Social del PSOE- en el espacio La clave del viernes tuvo como l¨®gica respuesta la decisi¨®n de Jos¨¦ Luis Balb¨ªn de suspender la emisi¨®n del programa. Tan ins¨®lita censura echa, por lo dem¨¢s, por tierra las esperanzas puestas en la gesti¨®n de Eugenio Nasarre, cuya ¨²nica aportaci¨®n visible a la renovaci¨®n de la programaci¨®n televisiva ha sido hasta ahora la ampliaci¨®n de los espacios religiosos.Seg¨²n el gabinete de Prensa de RTVE, el debate titulado Guerras m¨¦dicas ten¨ªa que elegir entre la disyuntiva de convocar exclusivamente a profesionales de la medicina y la sanidad o de citar ¨²nicamente a representantes de las diferentes fuerzas pol¨ªticas parlamentarias: los chicos con los chicos, las chicas con las chicas; los m¨¦dicos con los m¨¦dicos y los pol¨ªticos con los pol¨ªticos. La realidad, sin embargo, dif¨ªcilmente se deja reducir a esquemas, y el doctor Rivera, a la vez presidente del Consejo Nacional de Colegios M¨¦dicos, prestigioso cardi¨®logo, candidato de Alianza Popular por Ja¨¦n en las elecciones andaluzas y funcionario del Hospital Provincial sancionado por la Diputaci¨®n madrile?a, hubiera podido participar, en cualquier caso, en el debate, dada su doble condici¨®n de m¨¦dico que hace pol¨ªtica, y de pol¨ªtico que ejerce la medicina.
La pretensi¨®n de circunscribir el debate a miembros de la profesi¨®n m¨¦dica muestra que, a impulsos de la impresionante escalada de corporativismo que compartimenta la vida espa?ola, la opini¨®n sobre problemas sanitarios de los enfermos, esto es, de todos los espa?oles, tarde o temprano podr¨ªa llegar a ser desde?ada como una inoportuna injerencia, pese a que son sus impuestos los que financian la Seguridad Social y las facultades de Medicina, y son sus bolsillos los que corren con el pago de los honorarios. De admitir tan estrafalaria doctrina, el destino de los pacientes, carentes de cualquier derecho, se limitar¨ªa al deber de servir de muda materia prima para la experimentaci¨®n o para el negocio. Ya s¨®lo falta que, como en viejo chiste, las gallinas reclamaran el monopolio para juzgar sobre la calidad de los huevos.
Esa l¨ªnea de razonamiento se refuerza con la pretensi¨®n impl¨ªcita de que los pol¨ªticos, aunque est¨¦n especializados -como Ciriaco de Vicente- en el ¨¢rea de la pol¨ªtica sanitaria, carecen de la autoridad necesaria para alternar con profesionales en una mesa redonda que discuta sobre la organizaci¨®n social de su actividad y sobre los supuestos e implicaciones m¨¢s generales de su trabajo. De aceptar este peregrino argumento, el notario Jos¨¦ Luis Alvarez se ver¨ªa obligado a guardar silencio en el Ministerio de Agricultura, y la misma actitud deber¨ªan adoptar el abogado Luis Ortiz en el Ministerio de Obras P¨²blicas, el abogado N¨²?ez en el Ministerio de Sanidad y el abogado Bay¨®n en el Ministerio de Industria.
El veto a Ciriaco de Vicente ha sido presentado, en paralelo, como la rutinaria y autom¨¢tica aplicaci¨®n de un acuerdo adoptado por el Consejo de Administraci¨®n de RTVE para evitar la emisi¨®n de programas que pudieran dar ventajas desiguales a los partidos en la preparaci¨®n de los pr¨®ximos comicios. Ahora bien, la campa?a electoral no comienza hasta el 4 de octubre, y la lista oficial de candidatos al Congreso y al Senado s¨®lo ser¨¢ hecha p¨²blica el 19 de septiembre. De otra parte, Televisi¨®n no escatima la difusi¨®n de las im¨¢genes y la transmisi¨®n de las opiniones de pol¨ªticos centristas que seguramente concurrir¨¢n a las urnas -con el mismo grado de probabilidad que Ciriaco de Vicente- el 28 de octubre.
Si Eugenio Nasarre desea ser consecuente con su estrict¨ªsima vigilancia de la neutralidad televisiva, se ver¨¢ obligado a eliminar la pesada, reiterativa e injustificada presencia de los ministros del Gobierno en la pantalla y a multiplicar los inocuos documentales sobre flores, animales y erupciones volc¨¢nicas. De otra forma, el director de RTVE podr¨¢ unir a su curriculum de evangelizador de los espa?oles el t¨ªtulo de eficaz ejecutor de la c¨¦lebre ley del embudo. En este caso aplicada con la finalidad de reservar la boca ancha del invento para UCD y sus amigos y el orificio estrecho para los partidos de la oposici¨®n.
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