Cronolog¨ªa de una enfermedad

El maestro Moreno Torroba falleci¨® ayer, a los 91 a?os, de un fallo cardiaco motivado por su enfermedad. La crisis en la robusta salud del compositor, y presidente de la Sociedad General de Autores comenz¨® cuando el pasado 25 de agosto sufri¨® una embolia cerebral que le produjo una hemiplej¨ªa, paralizando sus miembros inferiores. El mismo d¨ªa 25 fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos (UVI) de la cl¨ªnica Ruber, donde el m¨²sico, de 91 af¨ªos, se recuper¨®, para sorpresa de los propios m¨¦dicos. Aquel mismo d¨ªa, ya en su habitaci¨®n, recibi¨® algunas visitas, como la de su amigo Jorge Rubio, con quien, seg¨²n el testimonio de la hija del compositor, "pas¨® un largo rato charlando de temas musicales".El diagn¨®stico de aquel primer momento se?alaba recuperaci¨®n en la embol¨ªa cerebral, pero los m¨¦dicos se mostraban preocupados por las posibles complicaciones que podr¨ªan surgir.

Esta situaci¨®n de optimismo se mantuvo durante los d¨ªas que siguieron a su internamiento. El maestro Moreno Torroba recuperaba el movimiento con rapidez y se manten¨ªa en un estado de perfecta consciencia. A partir del d¨ªa 31 de agosto se levant¨® incluso de la cama, y le fue permitido recibir las numerosas visitas que llegaban al Instituto Ruber a interesarse por su salud. Fue visitado, entre otros, por la ministra de Cultura, Soledad Becerril; el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galv¨¢n, y el presidente del Tribunal Supremo, Federico Carlos Sainz de Robles.

El 8 de septiembre, la salud del maestro Moreno Torroba sufri¨® un inesperado empeoramiento, que le dej¨® en un estado de semicoma, es decir, de coma superficial, acompa?ado de complicaciones cardiacas, respiratorias y renales, lo que oblig¨® a trasladarle a la UVI de la cl¨ªnica Ruber y empez¨® a hacer temer por su vida. Seg¨²n los sucesivos informes del doctor Jorge Contador, en los d¨ªas que siguieron a esta nueva gravedad, el estado de Federico Moreno Torroba era extremadamente delicado, y la posibilidad de nuevas complicaciones que se a?adieran a las ya existentes, imposible de descartar.

El maestro se hallaba en un estado de obnubilaci¨®n semiinconsciente, lo que le manten¨ªa tranquilo, y recuperaba la conciencia de tanto en tanto. A las dos de la madrugada de ayer comenz¨® a empeorar y todos los esfuerzos de los facultativos resultaron in¨²tiles.