M¨®naco rinde homenaje a su princesa muerta
Centenares de monegascos desfilan silenciosamente ante el cad¨¢ver embalsamado de la princesa Gracia de M¨®naco, muerta en la noche del martes en Montecarlo, v¨ªctima de una hemorragia cerebral previa al accidente de autom¨®vil. La princesa ser¨¢ enterrada ma?ana en la catedral del Principado, donde se celebrar¨¢n las exequias, a los que han anunciado su asistencia Nancy Reagan, esposa del presidente norteamericano, la princesa Diana de Gales y Danielle Mitterrand, esposa del jefe del Estado franc¨¦s.
La expresi¨®n de mansedumbre que presenta el cad¨¢ver de la princesa parece ser el broche beat¨ªfico -y ansiado- de 36 horas de dolores terribles, sufridos por Gracia Kelly en un estado de semiconciencia, en el que cay¨® tras el terrible accidente. Sigue sin ser despejada la inc¨®gnita de qui¨¦n conduc¨ªa realmente el veh¨ªculo.Al parecer, en Montecarlo, ning¨²n m¨¦dico subestim¨® la gravedad de las lesiones de la princesa, contrariamente a lo que se pensaba en un principio y, desde que se conocieron los detalles del accidente, el c¨ªrculo de ¨ªntimos que rodea al pr¨ªncipe Rainiero estaba informado de que la muerte de Gracia de M¨®naco era inexorable.
Una simple fractura de f¨¦mur y ligeras lesiones cervicales, tal como fue presentado el hecho en un principio, no parecen implicar suficiente grado de alarma como para forzar el regreso desde Londres de Carolina, hija mayor de la princesa, que estaba acostumbrada en vida a lesiones similares a las que se le atribuyeron, por su continuada pr¨¢ctica de deportes como el del esqu¨ª.
Gracia Kelly muri¨® de una hemorragia cerebral, pero nadie se atreve a descartar que con el enorme golpazo que sufri¨® en las v¨¦rtebras de la zona posterior del cuello se da?ara terriblemente la m¨¦dula espinal, lesi¨®n ¨¦sta que provoca en numeros¨ªsimos accidentados de la carretera dolores atroces, y a menudo irreversible.
Ayer se supo que fue el pr¨ªncipe Rainiero quien inform¨® a la princesa Estefan¨ªa Mar¨ªa, de diecisiete a?os, de la muerte de su madre, sin que la joven haya abandonado hasta el momento la cl¨ªnica donde es atendida de lesiones tambi¨¦n en la zona de las v¨¦rtebras cervicales. Hay inquietud sobre el estado real de la salud de Estefan¨ªa entre las personas que siguen de cerca este drama familiar, que ha conmocionado a los habitantes de este peque?o pa¨ªs de la Riviera.
En un comunicado emitido a ¨²ltima hora de la noche por el equipo m¨¦dico que atiende a la princesa Estefan¨ªa, se aseguraba que ¨¦sta sufre una lesi¨®n cervical sin complicaciones neurol¨®gicas. Este comunicado despeja gran parte de las inc¨®gnitas que hab¨ªan circulado de boca en boca entre los habitantes del Principado.
Al silencio oficial al respecto se suma igualmente la quietud espont¨¢nea de ese enorme pulm¨®n econ¨®mico que es el Casino de Montecarlo. Por las rendijas de las historiadas ventanas del edificio de la magn¨ªfica casa de juego se adivinaba el mi¨¦rcoles no el frenes¨ª apasionado de los jugadores, ni el girar endiablado de las bolitas met¨¢licas de la ruleta o de los naipes, sino m¨¢s bien un silencio s¨®lido, que hac¨ªa destellar el brillo penetrante y ahora sordo de las relucientes fichas, de los tapetes verdes y acuosos de las ruletas, del black-jack y de las maderas nobles que han visto tantas veces el rostro sorprendente del azar.
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