La risa dif¨ªcil

Julio Caro Baroja, en el primer libro del Grupo Alcava, define la ¨¦poca y el teatro de Vital Aza, al tiempo que reflexiona sobre las costumbres actuales en tomo a la risa y otras expresiones. El p¨²blico actual, dice, es de risa dif¨ªcil, y ¨¦sta es una obra de re¨ªr. "Todo el plan de El sombrero de copa se tra¨ªna sobre una serie de equ¨ªvocos que provocan esta sensaci¨®n de suspense y de hilaridad al mismo tiempo que caracteriza la comedia de enredo"."No estamos ante el mundo calderoniano", sigue Caro. "Es el Madrid de la burgues¨ªa del ¨²ltimo cuarto de siglo pasado el que tenemos delante: con sus problemas ridiculizados en el Madrid C¨®mico. El Madrid de Chueca y Valverde, el de Ramos Carri¨®n, el de Taboada (un humorista que , por cierto, hac¨ªa llorar). La risa de Vital Aza no es dolorosa. Carlos no es Pellegin. Se parece m¨¢s, en sus apetencias, a Seraf¨ªn cuando canta ( ... ) en Agua, azucarillos y aguardiente) aquello de: 'Si entra pronto pap¨¢ en el poder...'. Pero Carlos, de modo m¨¢s directo, piensa: 'En cuanto yo est¨¦ en el poder...'. Esta ansia de poder ( ... ), acaso con may¨²scula, es lo que m¨¢s acerca a las generaciones de los cuarentones de hoy a sus bisabuelos".

Y pensando en los espectadores de hoy, escribe Caro Baroja: "Hay que empezar a combatir esa especie de evolucionismo popularizado seg¨²n el cual lo ¨²ltimo es siempre lo mejor, por eso: por ser ¨²ltimo. ?Pero hay tantos miedos! Miedo a re¨ªr, irtiedo a llorar, miedo a parecer atrasado, miedo a no estar al d¨ªa... Hay miedo hasta de que le guste a uno la serenata de Toselli. Y esto del miedo es lo m¨¢s antiguo, o, si se quiere, viejo y podrido, que padece el hombre actual, que por eso tiene la risa dificil".

Como detalle, Caro Baroja se?ala,que algunas expresiones y giros que aparecen en El sombrero de copa todav¨ªa eran populares. Por ejemplo, el m¨¦dico viejo de mi familia, un madrile?o castizo, don Enri que, llamaba a su mujer do?a Perpetua. Hoy, con nuestra flamante ley del divorcio, desaparecieron las viejas perpetuidades. Los chistes de este tipo tienen su ¨¦poca. Pero tambi¨¦n los tienen los de Arist¨®fanes, y a¨²n podemos re¨ªrnos con sus comedias: yo espero que El sombrero de copa har¨¢ re¨ªr", concluye aro Bareja.