Toros bravos y toreo puro, en la despedida de Andr¨¦s V¨¢zquez
La corrida de ayer es de las que hacen afici¨®n, porque hab¨ªa toros y hab¨ªa toreros. Algunos de estos toreros est¨¢n a punto de acabarse, o han acabado ya para la profesi¨®n, pero la madurez de su t¨¦cnica y el brillo de su calidad art¨ªstica se produc¨ªan en llamativos trazos a lo largo de la lidia. Por a?adidura, el m¨¦rito lo realzaba el trap¨ªo de las reses y su casta desbordante, que llenaban de emoci¨®n todos los tercios. Ning¨²n homenaje podr¨ªa ser mejor que esta fiesta de toros celebrada en plenitud, para la despedida de un torero cabal como es Andr¨¦s V¨¢zquez, protagonista de algunos de los mejores momentos de la tauromaquia contempor¨¢nea.Andr¨¦s V¨¢zquez quiz¨¢ se ha despedido un poco tarde, porque se le vio sin reflejos para dominar a los toros. Hace unos a?os, le salen dos ejemplares de clase tan extraordinaria como los que le correspondieron ayer, y arma el alboroto. Con peor g¨¦nero le hemos visto triunfar aqu¨ª. Andr¨¦s anduvo a la deriva con el capote, y con la muleta, aunque consigui¨® algunos pases aislados de su sello, sobre todo en la primera faena, no pudo serenar el ¨¢nimo. Cuando le cortaron la coleta, el p¨²blico, puesto en pie, le dedic¨® una larga ovaci¨®n, que resum¨ªa el reconocimiento a un historial torero limpio, hecho a impulsos de afici¨®n, valor, torer¨ªa y no pocos sufrimientos.
Plaza de Las Ventas
18 de septiembre. Tercera corrida de la Feria de Oto?o.Toros de El Torero, con trap¨ªo, casta y bravura. Tercero de Molero, peligroso. Manolo V¨¢zquez. Bajonazo (aplausos). Pinchazo perdiendo los papeles, dos m¨¢s y cinco descabellos (pitos). Andr¨¦s V¨¢zquez. Estocada perdiendo la muleta (vuelta con protestas). Media baja y descabello (ovaci¨®n de despedida). Curro V¨¢zquez. Pinchazo hondo atravesado y dos descabellos (aplausos y salida al tercio). Estocada corta baja (dos orejas y salida a hombros por la Puerta Grande). Andr¨¦s V¨¢zquez se cort¨® la coleta al finalizar la lidia del quinto, en medio de gran ovaci¨®n. Manolo V¨¢zquez fue asistido en la enfermer¨ªa de artrosis traum¨¢tica en un dedo de la mano, de pron¨®stico leve.
Ha sido Andr¨¦s V¨¢zquez uno de los diestros m¨¢s castigados por los toros y, como s¨ªmbolo dram¨¢tico de este infortunio, el destino le hizo una postrer pirueta que pudo ser fatal, pues el ¨²ltimo de la tarde le arroll¨® de mala manera. Curro V¨¢zquez le brind¨® la muerte de ese toro, en el que nos estaba reservada la fortuna de contemplar una de las faenas m¨¢s importantes de la temporada. Curro V¨¢zquez, que ya hab¨ªa deleitado en exquisitos lances a la ver¨®nica, se centr¨® -m¨¢s bien deber¨ªamos decir se inspir¨®- con aqu¨¦l ejemplar poderoso, y le tore¨® de primor en series de redondos, todas ellas distintas entre s¨ª, rematadas con variaci¨®n y gusto, unas veces mediante el pase de pecha de cabeza a rabo, otras con cambios de mano y, en la culminaci¨®n de su obra, con el dibujo de un trincherazo que hizo saltar al p¨²blico de sus asientos. Tambi¨¦n se ech¨® la muleta a la izquierda Curro V¨¢zquez para cuajar unos naturales ayudados, pero el toro se le quedaba corto por ese pit¨®n. No import¨®, sin embargo, que no pudiera consumar a placer esta suerte, pues el arte ya hab¨ªa sido creado y el triunfo de clamor estaba con ¨¦l. A hombros sali¨® por la Puerta Grande, y qued¨® proclamado figura predilecta del p¨²blico de Madrid.
Su anterior enemigo, de Molero hab¨ªa sido un pregonao que persegu¨ªa y arrollaba en oleadas terribles. Lo castig¨® por bajo y lo mat¨® con brevedad, que era cuanto cab¨ªa hacer. Ese Molero fue el garbanzo negro de una corrida que sal¨ªa espl¨¦ndida de trap¨ªo, fortaleza, casta y bravura. Demasiada corrida para toreros veteranos, cuyas condiciones f¨ªsicas son limita das, como le ocurre a Manolo V¨¢zquez, el cual se confi¨® poco, y en la faena de muleta al cuarto, nada en absoluto. No obstante dej¨® la impronta de su calidad fuera de serie en dos torer¨ªsimas tandas de redondos y en las ver¨®nicas de saludo al cuarto, que le salieron primorosas. Con la espada pas¨® apuros. Posiblemente no est¨¢ ya para estos trotes, pero su presencia en los ruedos se agradece por que el arte y la t¨¦cnica que atesora apenas se encuentran y son de vital importancia para la fiesta. Pronto tendr¨¢ que cortarse la coleta y dejar¨¢ un rico historial y toda una teor¨ªa de nostalgias, como ha ocurrido con Andr¨¦s V¨¢zquez en su despedida.
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