Grandes nombres para el festival de octubre en Madrid

El camino ha sido largo. La espera y las decepciones, amplias. Que Madrid no contara a estas alturas con un festival de jazz como es debido produce incredulidad p¨¢nica, pero as¨ª son las cosas. Por suerte, parece que en este 1982 se le va a lograr al paciente p¨²blico madrile?o aquel sue?o de siglos: a mediados de octubre, y bajo padrinazgo oficial, tendr¨¢ lugar en esta ciudad el I Festival Internacional de Jazz, que durante cinco d¨ªas ofrecer¨¢ goce previsible a trav¨¦s de unos nombres que parecen hechos de m¨²sica.El festival se desarrollar¨¢ en el Palacio de los Deportes y las entradas costar¨¢n de 300 a 500 pesetas. Los nombres ya confirmados forman una lista impresionante. As¨ª, la B. B. King Blues Band; los Heath Brothers; el fabuloso Art Ensamble of Chicago; Max Roack con M'Boom, o la percusi¨®n desaforada; Elvin Jones con Ron Carter y MeCoy Tyner; Arthur Blythe, y Oscar Peterson. Entre los por confirmar se cuentan Sonny Rollins, o Phil Woods y Jaco Pastorius, o la Liberation Music Orchestra de Charlie Haden. Adem¨¢s cada uno de los cinco d¨ªas tocar¨¢ un grupo de jazz hispano. Las actividades paralelas se resumen en esta ocasi¨®n a conferencias y proyecciones en el Museo de Arte Contempor¨¢neo, tal vez para facilitar el acceso de los universitarios, sin duda el p¨²blico de jazz m¨¢s entregado y al cual Luis Reyes Domenech, habitual programador de actividades culturales en el colegio mayor San Juan Evangelista y organizador del festival, conoce bien.

Este festival nace con vocaci¨®n de continuidad, seg¨²n sus responsables. No se trata tanto de hacer la competencia a nadie cuanto de comprender que una ciudad de cuatro millones de habitantes no puede conformarse con unas cuantas sesiones aisladas de jazz, a las cuales se dota de un pomposo nombre, y a correr.