M¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica de "Octubre"
Eisenstein es uno de los autores cinematogr¨¢ficos que m¨¢s literatura te¨®rica y anal¨ªtica ha generado. Barth¨¦lemy Amengual tiene en franc¨¦s una biblia de casi ochocientas p¨¢ginas sobre el autor de Octubre. La abundancia bibliogr¨¢fica es un indicio del n¨²mero de sugestiones que contiene la pel¨ªcula que, demasiado frecuentemente, s¨®lo ha tenido un an¨¢lisis pol¨ªtico.El filme se estren¨® en 1928, con 1.200 metros suprimidos del montaje definitivo. La coyuntura pol¨ªtica se impuso a la veracidad hist¨®rica y la figura de Trotski, cuyo concepto de revoluci¨®n hab¨ªa sido derrotado por Stalin, fue suprimida de la cinta. Con todo, Octubre no es un recuento de los hechos y las an¨¦cdotas que dieron lugar al triunfo de la revoluci¨®n popular en 1917. Eisenstein siempre defendi¨® un cine conceptual, ideol¨®gico y esta faceta es la que controla y decide el uso de la imagen. Los esquemas narrativo tradicionales piden un protagonista que dirija o padezca la acci¨®n. En los filmes hist¨®ricos, lo m¨¢s f¨¢cil es recurrir a una enciclopedia de los grandes hombres y explicarlo todo en funci¨®n de unos pocos ¨¢pellidos. Entonces se cae en la falacia de pensar que la Francia de principios del XVIII se comprende ¨²nicamente con Luis XIV. Algunos historiadores han adv¨¦rtido que el motor de la historia era la lucha de clases y no el hombre. Eisenstein refleja de alguna manera esta idea al reducirlas figuras hist¨®ricas a apariciones casi de comparser¨ªa.
Sorprende en Octubre la presencia. de los objetos que, a veces, funcionan como una metonimia (Ias voces en lugar de la multitud) y, en otras ocasiones, son mot¨¢foras (la l¨¢mpara que tiembla cita la fragilidad del Gobierno de Kerenski). Eisenst¨¦in jam¨¢s tuvo, miedo de romper el hilo argumental con im¨¢genes que explicaran lo que suced¨ªa, pero cuya presencia no ten¨ªa una justificaci¨®n narrativa directa. Mientras que Pudovkin utilizaba la met¨¢fora de un r¨ªo que se deshiela en primavera para anunciar la cercan¨ªa, de la revoluci¨®n, Eisenstein habr¨ªa sido capaz de deshelarlo en pleno invierno si esta met¨¢fora le hubiera servido. Entre las met¨¢foras m¨¢s expl¨ªcitas de Octubre est¨¢ la de unos artistas, que ilustran la vaciedad de la verborrea menchevique y la escultura ecuestre de Napole¨®n, personaje l¨®gicamente ajeno a lo que ocurr¨ªa, como s¨ªmbolo de un poder mand¨®n y aparatoso.
Con todo, lo pol¨ªtico no agota la comprensi¨®n de las im¨¢genes de Octubre ni de ninguna otra obra de Eisenstein. Una lectura reduccionista de ¨¦ste tipo conduce a una contemplaci¨®n coyuntural de la obra. Eisenstein padeci¨® este tipo de etiquetaje. Alexander Nevskil por ejemplo, filme que retrata la lucha nacional contra el invasor teut¨®n, fue sucesivamente elogiado, denostado y nuevamente ensalzado en el corto plazo de cuatro a?os,(1938 1941), en funci¨®n de las alianzas sovi¨¦ticas con la alemania hitleriana y su posterior ruptura. El propio Eisenstein ha explicado que algunas secuencias de Octubre est¨¢n ah¨ª como exorcismo de fantasmas infantiles personales, y cita el ejemplo de las damas burguesas asesinando a un marino bolchevique a golpes de sombrilla Octubre, por tanto, no debe verse con un libro de historia en la mano. Octubre es, entre otras cosas, un monumental trabajo de montaje, t¨¦cnica cuyo dominio le permit¨ªa a Eisenstein dar ritmo a una sucesi¨®n de pianos fijos que, en otras manos, parecer¨ªan una galer¨ªa de retratos.
Eisetistein trabaj¨® en el gui¨®n del filme entre noviembre del 1926 y marzo de 1927. El rodaje 5se inici¨® en Leningrado el 13 de abril de 1927, para terminarse cinco meses despu¨¦s. Rod¨® entre treinta y cuarenta mil metros, que quedaron reducidos a 2.873 Octubre se emite en el espacio La Clave, de la segunda cadena, que comienza a las 20.30 horas de hoy.
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