Barato oportunismo

En 1977 muri¨® Joan Crawford, una de las m¨ªticas actrices de la ¨¦poca dorada de Hollywood. Hab¨ªa comenzado su brillante carrera en los a?os veinte, compitiendo con la flapper Clara Bow. Trabaj¨® ininterrumpidamente desde 1925 hasta 1970, a pesar de que quince a?os antes se hab¨ªa casado con un magnate de la Pepsi-Cola, de quien hered¨® su poder, que supo utilizar hasta el final. Est¨¦ril, Joan Crawford adopt¨® dos ni?os, a quienes luego deshered¨®, justific¨¢ndolo en el testamento con una frase ambigua: "Ellos saben por qu¨¦".

Buena fuente de ingresos

Christina, la hija mayor, public¨® un a?o despu¨¦s de la muerte de la actriz un duro libro -Mommie dearest, no traducido en Espa?a en el que revelaba la supuesta crueldad con la que hab¨ªa sido tratada desde que compartiera el hogar de la actriz. El libro tuvo un gran ¨¦xito entre quienes morbosamente siempre esperan conocer detalles ¨ªntimos de los famosos. Nada de inter¨¦s, sin embargo, revelaba el oportunista texto de la desheredada. Se dice en ¨¦l que cuando Joan Crawford se emborrachaba, perd¨ªa el control de s¨ª misma y castigaba duramente a quienes la rodeaban. Que regalaba juguetes sobrantes -los mejores, seg¨²n la hija- a ni?os pobres, que obligaba a los hijos a escribir felicitaciones de Navidad a sus admiradores y que a toda costa quer¨ªa dar la imagen de madre generosa y de hogar feliz. Eso es todo.Los estudios de Hollywood no desaprovecharon la oportunidad de producir una pel¨ªcula que encontrara entre los lectores del libro una buena fuente de ingresos. Querid¨ªsima mam¨¢ no ha tenido, sin embargo, el ¨¦xito esperado.

El p¨²blico joven que ahora acude al cine en mayor n¨²mero ignora la existencia de Joan Crawford, y a pocos les importa si sus borracheras eran divertidas o hist¨¦ricas. En todo caso, quien la ve comprende r¨¢pidamente que la venganza de la hija adoptiva tiene unas ra¨ªces m¨¢s fuertes que las que ella confiesa. El juego privado de su testimonio, tan unilateral, tan descaradamente oportunista, se anula a s¨ª mismo.

Pel¨ªcula confusa y aburrida

La pel¨ªcula, dirigida por Frank Perry, es tan confusa y aburrida, que no colabora precisamente a disimular los baches de la ira. Y aunque Faye Dunaway, encargada e emular a Joan Crawford, realiza un trabajo respetable, intentando matizar lo que sus estudios de actriz le ense?aron, es incapaz de superar la debilidad original del libro, del gui¨®n, de la puesta en escena. No interesa la revancha ni, lo que es peor, interesa mucho la propia Joan Crawford.