Prueba comercial sobre los miedos oscuros
Si cada pel¨ªcula tuviera una forma especial para ser contemplada esta ¨²ltima producci¨®n de Seven Spielberg necesitar¨ªa del acompa?amiento de una gruesa bolsa de palomitas de ma¨ªz y alg¨²n refresco gigante. Se deber¨ªan permitir tambi¨¦n las conversaciones en voz alta, alg¨²n grito preparado por espectadores c¨®mplices y la posibilidad de abandonar la sala sin mie do a dejar de ver las secuencias siguientes. Porque Poltergeist es un t¨ªtulo tan menor que no puede exigir una atenci¨®n seria, y las secuencias -muchas- en que esos efectos no aparecen sobran tanto en la pel¨ªcula como falta de toda ella una m¨ªnima l¨®gica, un objetivo coherente.
Profunda trivialidad
Poltergeist (Fen¨®menos especiales)
Director: Tobe Hooper. Gui¨®n: Steven Spielberg, Michael Grais y Marck Victor. Efectos especiales: Industrial, Light And Magic. Int¨¦rpretes: Jobeth Williams, Craig T. Nelson, Beatrice Straight. Terror. Norteamericana, 1982. Locales de estreno: Gran V¨ªa y Espa?oleto.
Se dir¨¢ -de hecho, ya se dice que la pel¨ªcula retrata algunas man¨ªas infantiles, sus oscuros miedos a objetos cotidianos, su fantas¨ªa imaginativa. Una ni?a mira obsesivamente la pantalla vac¨ªa del televisor y de ella le llegan mensajes extraterrestres. Un ni?o se asusta ante la imagen retorcida de un ¨¢rbol de jard¨ªn hasta que ¨¦ste le abraza peligrosamente. Un matrimonio construye su casa donde antes hab¨ªa un cementerio y teme -hasta que realmente ocurre- que los muertos aparezcan para exigir el derecho a su eterna propiedad. Puede decirse que los elementos extra?os de esta pel¨ªcula pertenecen de alguna manera al inconsciente colectivo.Pero ser¨ªa una forma de disimular su aut¨¦ntica dimensi¨®n, su profunda trivialidad. Poltergeist surge como prueba comercial que trata de aprovechar el ¨¦xito de algunas recientes pel¨ªculas de terror y el buen nombre que: Steven Spielberg se ha hecho tras el rodaje de E. T el extraterrestre. Su popularidad puede avalar durante alg¨²n tiempo cualquier nuevo producto, aunque est¨¦ a a?os luz de su buena pel¨ªcula. Es Steven Spielberg el aut¨¦ntico responsable de Poltergeist al avalar el argumento, el gui¨®n y hasta la producci¨®n. El trabajo del director firmante, Tobe Hooper, desaparece ante la prepotencia de Spielberg y de los encargados de efectos especiales. Ni una prueba de imaginaci¨®n en la puesta en escena ni un enriquecimiento personal.
Y ello a pesar de que Hooper alcanzara, en 1974, un gran ¨¦xito con La matanza de Texas. All¨ª s¨ª hab¨ªa inventiva, l¨®gica terror¨ªfica, novedad de Cannes de aquel a?o, y obtuvo saneados ¨¦xitos en los pa¨ªses donde logr¨® exhibirse. Otros, como Francia, retrasaron su estreno por motivos censores. Cuando Tobe Hooper, sin embargo, logr¨® m¨¢s dinero para sus siguientes pel¨ªculas (y en Espa?a lo comprobamos el pasado a?o con The Funhouse, El t¨²nel del terror), la imaginaci¨®n se le fue, para dar paso a los t¨®picos m¨¢s aburridos del g¨¦nero.
En Poltergeist ni se ha molestado en rebuscar lo que de su viejo esp¨ªritu quede en ¨¦l. Ha fabricado la pel¨ªcula que los dem¨¢s, con un estudio de mercadotecnia y un cat¨¢logo de los efectos especiales posibles hoy, en las menos que le han encargado filmar. La desfachatez es, finalmente, com¨²n a todos.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.