El congreso del Partido Laborista brit¨¢nico aprueba la expulsi¨®n de los trotskistas

El congreso anual del Partido Laborista brit¨¢nico aprob¨® ayer la creaci¨®n de un registro para sus organizaciones, afiliadas, destinado a ex pulsar de sus movimiento a la llamada tendencia Militant, de car¨¢cter trotskista. En el ambiente poco combativo e inseguro en que se abri¨® este congreso, con aireaci¨®n de trapos sucios incluida, la decisi¨®n su puso un claro apoyo al l¨ªder del laborismo, Michael Foot. Los seguido res de Militant parec¨ªan el chivo expiatorio de un intento de cambiar la imagen del partido de cara a las pr¨®ximas elecciones generales.

Durante el pasado a?o, la ejecutiva del partido investig¨® las actividades de este grupo, centrado en torno a su revista Militant, y declar¨® que no eran acordes con las normas constitucionales del laborismo. Los trotskistas fueron acusados de formar un "partido dentro del partido" y de infiltrar secretamente el movimiento. En los debates de ayer se dijo que los or¨ªgenes de los Militant se hallan en los a?os treinta y en la creaci¨®n de la IV Internacional. En 1973, con la distensi¨®n Este-Oeste, el Partido Laborista decidi¨® cancelar la expulsi¨®n de miembros del partido comunista. Foot, esta vez ha prometido que no habr¨¢ caza de brujas.

La victoria de Foot vino de la mano de los sindicatos, que controlan los votos de este congreso por una mayor¨ªa de tres a uno. Los representantes de las organizaciones locales laboristas se opusieron vehementemente. Pero si ¨¦stas son las que traen votos, son los sindicatos los que forman el soporte financiero de este partido. Tras la realidad de Militant est¨¢ la oportunidad de regenerar una imagen de unidad y claridad en un partido que ha perdido cierta credibilidad. El propio Foot asegur¨® ayer que la defensa de la constituci¨®n del movimiento "va a ser el instrumento de la victoria en las pr¨®ximas elecciones generales". Foot, seg¨²n las encuestas de opini¨®n, es uno de los l¨ªderes m¨¢s impopulares de la historia del laborismo. No tiene, sin embargo, intenci¨®n de dimitir.

Tras dos a?os de liderazgo, el Partido Laborista se ha confirmado en su desplazamiento hacia la izquierda. En su programa pol¨ªtico, record¨® ayer la presidenta de este congreso, Judith Hart, figuran tres imperativos: la reconstrucci¨®n industrial, la salida brit¨¢nica de la Comunidad Econ¨®mica Europea y el desarme nuclear. En estos momentos, no obstante, la pol¨ªtica laborista es m¨¢s bien reactiva que creativa. Se defiende del combativo esp¨ªritu de los conservadores thatcheristas, sin proponer soluciones nuevas. Al contrario, busca en su acervo del pasado. El congreso laborista aprob¨® ayer, por una abrumadora mayor¨ªa, que obliga a introducir estas l¨ªneas en el pr¨®ximo manifiesto electoral, la abolici¨®n de la medicina privada. Aconsejado por la ejecutiva nacional, rechaz¨®, sin embargo, el control de los centros sanitarios por los que en ellos trabajan y la nacionalizaci¨®n de la industria farmac¨¦utica.

Bajo el lema de "Paz, empleos y libertad", el congreso laborista pareci¨® ayer, en los jardines de invierno de la norte?a ciudad de Blackpool, ensimismarse en sus problemas internos. Nada indica que la lucha entre el ala izquierda del partido, encabezada por Tony Benn, y su ala derecha haya terminado. Una prueba de su fuerza vendr¨¢ hoy con los resultados de las elecciones a la ejecutiva nacional.