Shultz defiende la coexistencia entre Israel y el pueblo palestino

Una redifinici¨®n de las actitudes de Estados Unidos frente al conflicto de Oriente Pr¨®ximo y frente a las negociaciones para una reducci¨®n y control de armamento fueron los ejes del discurso pronunciado ante la 37? Asamblea General de las Naciones Unidas por el secretario de Estado norteamericano, George Shultz. Con respecto al primer punto, Shultz abog¨® por una coexistencia entre Israel y los palestinos.

En la filosof¨ªa de la alocuci¨®n de Shultz, pronunciada con una voz pausada, destac¨® la ausencia de todo calificativo de terrorista al referirse al pueblo palestino. Tambi¨¦n evit¨® denominar por su nombre la matanza palestina en el oeste de Beirut y se?al¨® el car¨¢cter temporal y multinacional de la fuerza pacificadora enviada a Beirut, en la que participan 1.200 marines estadounidenses."No hay ninguna contradicci¨®n", dijo Shultz, "entre una paz permanente para Israel y la legitimaci¨®n de los derechos del pueblo palestino". El secretario de Estado pidi¨® a todas las partes interesadas que acepten el plan de paz propuesto por el presidente Ronald Reagan, basado en una recuperaci¨®n para los palestinos de Cisjordania y Gaza, bajo la soberan¨ªa de Jordania.

Shultz precis¨® que los marines enviados a Beirut, junto con soldados franceses e italianos, "representan una extensi¨®n del poder norteamericano, no para la guerra, sino para garantizar la paz". Agreg¨® que "ser¨¢n retirados en el momento en que todas las fuerzas extranjeras abandonen L¨ªbano" y este pa¨ªs recupere su total independencia, soberan¨ªa e integridad territorial.

Duras cr¨ªticas israel¨ªes

El discurso del secretario de Estado norteamericano fue precedido, una hora antes, por el pronunciado por el ministro israel¨ª de Asuntos Exteriores, Yitzhak Shamir, que lanz¨® duras cr¨ªticas a la ONU por "sus m¨²ltiples resoluciones antiisrael¨ªes" y "por ignorar los acuerdos de Camp David y la retirada del Sina¨ª". Shamir calific¨® a la OLP de terrorista y esquiv¨® toda alusi¨®n a la matanza palestina del oeste de Beirut, ante una asamblea de la ONU semivac¨ªa, al haber abandonado la sala casi la mitad de las 157 delegaciones representadas.

George Shultz, el hombre que sustituy¨® al frente del Departamento de Estado al general Alexander Haig, insisti¨® en el pragmatismo en que se basa la pol¨ªtica exterior del presidente Ronald Reagan, que denomina las cosas por su nombre: agresi¨®n, subversi¨®n y represi¨®n cuando se trata de recordar los acontecimientos en Polonia o la invasi¨®n de Afganist¨¢n.

En relaci¨®n con las negociaciones para una reducci¨®n y control de armamentos, Shultz, consigno conciliador, se?al¨® que "el peligro y la desesperaci¨®n" del equilibrio del terror nuclear no debe impedir aprovechar la gran oportunidad del momento para "negociar, detener y revocar la carrera de armamentos". Repiti¨® las iniciativas del presidente Reagan en el programa de negociaciones para la reducci¨®n de armamento y record¨® la necesidad de revitalizar las negociaciones de Viena y Ginebra, entre el Este y el Oeste. Pero el problema del control de armas nucleares no depende s¨®lo de las dos grandes potencias, dada la extensi¨®n de la proliferaci¨®n nuclear en otras partes del mundo, precis¨® Shultz.

La situaci¨®n econ¨®mica mundial, con sus repercusiones en la seguridad occidental, fue se?alada por el secretario de Estado norteamericano, destacando la importancia de la OTAN. No aludi¨® al conflicto inter-aliado, surgido por el embargo norteamericano para la construcci¨®n del gasoducto siberiano, que deber¨¢ permitir el suministro de gas natural a los principales pa¨ªses de Europa occidental.

Sobre el sentido de la Asamblea de la ONU, a veces criticada por ser s¨®lo una productora de palabras, Shultz dijo que las palabras muchas veces impactan duramente sobre los opresores. Las palabras de un solo hombre, "Lech Walesa, por ejemplo", dijo, son m¨¢s peligrosas que una divisi¨®n acorazada. Concluy¨® que "debemos estar preparados para la tormenta, pero siempre con optimismo".