RNE vuelve a emitir 'El loco de la colina'

"El esp¨ªritu es el mismo, pero no parto de ning¨²n esquema previo. La verdad es que lo que hice entonces ya me parece antiguo, y lo importante en la radio es enganchar al oyente, sorprenderle y llamar su atenci¨®n", ha declarado a EL PAIS Jes¨²s Quintero, el director de El loco de la colina, programa que desde anoche vuelve a emitirse cada madrugada, de lunes a viernes, por Radio Nacional de Espa?a.

El loco de la colina fue suspendido en julio por la direcci¨®n de RNE por motivos no suficientemente explicados, y que el propio Quintero resume as¨ª: "Realmente, nos hab¨ªamos vuelto locos con el programa. Mi equipo era m¨¢s bien de creadores, no de administrativos, y hubo cierta anarqu¨ªa en el papeleo. Yo creo que la direcci¨®n se agarr¨® a eso, porque nosotros nos dej¨¢bamos llevar por la locura creadora y no nos ocup¨¢bamos de otras cosas. Afortunadamente, la direcci¨®n ha reconsiderado su actitud".

Durante su etapa anterior, el programa de Jes¨²s Quintero fue seguido con pasi¨®n por el p¨²blico que su promotor considera "los neur¨®ticos de la noche", gente con filias y fobias, angustiada y solitaria por diversos motivos.

El personaje 'loco'

Las casi 2.000 cartas recibidas -incluyendo la que conten¨ªa el vello del pubis de una mujer, bombones, bragas o flores- y las llamadas telef¨®nicas para todos los gustos son indicativas de que los oyentes no se perd¨ªan una noche con el loco, unos para llamarle cursi y espantoso, otros para ensalzar su logro. de un programa libre e ins¨®lito, creador de un nuevo lenguaje radiof¨®nico.Jes¨²s Quintero cree que en la radio todo est¨¢ ya inventado, y que es precisamente el lenguaje lo ¨²nico que puede innovarse. El lenguaje de El loco de la colina era culto y po¨¦tico, cargado de ternura y solidaridad, al tiempo que ofrec¨ªa tics de irracionalidad controlada y desenvoltura. "Uno de los hallazgos del programa", indica el protagonista, "es haber creado un personaje que para unos es un loco aut¨¦ntico y para otros un Robin Hood pacifista. Un profeta, un anarquista, un hippy, un pirata, un subversivo".

?Est¨¢ realmente loco Jes¨²s Quintero? Para muchos, su actitud es una pose convenientemente estudiada. Seg¨²n ¨¦l mismo, el loco se gest¨® antes de sentarse en el locutorio, meses antes, en el sof¨¢ del psiquiatra, entre p¨ªldoras y man¨ªas. "El loco no es una trampa radiof¨®nica ni un timo para provocar audiencia: es un hombre en dificultades, bloqueado, neur¨®tico, que, en vez de hacer terapia individual, se tendi¨® en el sof¨¢ ante millones de oyentes". Lo cierto es que, de cara a la nueva emisi¨®n del programa, Quintero ha pasado unos d¨ªas encerrado en un convento de clausura.

El loco de la colina cumpl¨ªa, desde luego, uno de los requisitos. de la radio al uso: poner en antena a personajes de rabiosa actualidad, "pero en el tratamiento de las entrevistas met¨ªamos a los personajes en el rollo, en el clima, en la locura". Una noche se produjo una llamada muy especial. Alguien quiso leer para los oyentes un poema chino. Era Felipe Gonz¨¢lez, pero no se identific¨® como secretario general del PSOE, sino como un loco m¨¢s de la colina.