Los laboratorios Vinyals de Barcelona eran una industria clandestina
Los locales ocupados por la empresa Laboratorios Vinyals, en los que se produjo anteayer una explosi¨®n que ha causado la muerte de una de las empleadas, est¨¢n declarados como simples locales comerciales. La industria, por lo tanto, est¨¢ ubicada clandestinamente en los bajos de la linca n¨²mero 265 de la calle Llull de Pueblo Nuevo, a pesar de que funciona desde hace m¨¢s de cincuenta a?os en el mismo lugar.En el expediente urban¨ªstico que posee el Ayuntamiento figura el derribo de las Viejas naves ocupadas por el laboratorio en el mismo n¨²mero de la calle en que ahora est¨¢ ubicado y la posterior tramitaci¨®n de una solicitud de licencia de construcci¨®n de un edificio de siete plantas, con un parking subterr¨¢neo y unos locales comerciales situados- en los bajos, seg¨²n declar¨® ayer a este diario el jefe del Servicio de Inspecci¨®n Urban¨ªstica del Ayuntamiento de Barcelona, Mario Gim¨¦nez.
Laboratorios Vinyals, SA, instal¨® su industria en los bajos, declarados como locales comerciales, sin tramitar la correspondiente licencia municipal. A efectos del Ayuntamiento, en esta finca hab¨ªan existido unos laboratorios que ya se hab¨ªan dado de baja y, en su lugar, se hab¨ªa construido un inmueble de viviendas.
"Queda por aclarar", declar¨® Mario Gim¨¦nez, "c¨®mo lograron burlar la inspecci¨®n municipal, previa a la autorizaci¨®n para habitar las viviendas. Es posible que los laboratorios fueran camuflados en el momento de realizarse la inspecci¨®n".
Molestias
Las viviendas construidas sobre los laborat or¨ªos fueron vendidas hace tres a?os. Los laboratorios ocuparon tambi¨¦n una parte de la primera planta, la que da a la parte trasera del edificio, y el parking, que no fue vendido a los compradores de la vivienda, porque era utilizado por la industria como almac¨¦n.
En el expediente municipal figura una denuncia, formulada por los vecinos en 1973, antes de tramitarse el derribo de las viejas naves. La denuncia se basaba en las molestias ocasionadas fundamentalmente por la emisi¨®n de gases y la industria fue obligada a alargar la chimenea.
La primera referencia que se tiene de esta empresa es de 1927. En los a?os sucesivos hay consignadas varias ampliaciones. La ¨²ltima est¨¢ fechada en 1963 y declara la introducci¨®n de seis m¨¢quinas de vapor y un dep¨®sito de alcohol de doscientos litros, precisamente el que estall¨® anteayer.
En el Ayuntamiento no hay constancia de que en los ¨²ltimos a?os se haya presentado ninguna denuncia por ruidos o malos olores. Los vecinos declararon que hab¨ªan denunciado las molestias en varias ocasiones, pero; en realidad, lo que hicieron fue llamar a la Guardia Urbana, creyendo que esto era ya suficiente. La Guardia Urbana se limit¨® a aconsejarles que se dirigieran al Ayuntamiento, cosa que pretend¨ªan, pero que no hab¨ªan hecho todav¨ªa en el momento de la explosi¨®n.
Muy problem¨¢tico se presenta tambi¨¦n el caso de la empresa Macosa, pues eliminar la contaminaci¨®n que produce requiere una inversi¨®n de setenta millones, cantidad que la sociedad no tiene. En este caso, peligran incluso los 2.000 puestos de trabajo. Empresas que han provocado quejas son, entre otras, la traper¨ªa Taulat, el taller de reparaciones de Jaime Jobany y la industria Toldos de Barcelona.
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