Un servicio de espionaje norteamericano instala una red en la Rep¨²blica Federal de Alemania para controlar los tel¨¦fonos privados

Cuando todav¨ªa faltan m¨¢s de catorce meses para llegar a 1984, las profec¨ªas de Orwell han quedado superadas por la realidad: en la Rep¨²blica Federal de Alemania "las fuerzas armadas norteamericanas instalan una red de com¨²nicaciones electr¨®nica militar que permite conectar con la red de tel¨¦fonos de la RFA y captar cualquier conversaci¨®n privada sin que los organismos alemanes se enteren", informa esta semana la revista Stern.En el amplio reportaje de Stern se da cuenta tambi¨¦n de controles estrat¨¦gicos realizados por el Servicio Federal de Informaci¨®n (BND), que controla las comunicaciones postales y telef¨®nicas con los pa¨ªses del Este para obtener informes sobre la situaci¨®n y buscar potenciales agentescolaboradores en el futuro.

Estas revelaciones de Stern coinciden con informaciones de que los servicios de contraespionaje de Baviera chantajearon a un sindicalista para obligarle a colaborar. El presidente del comit¨¦ de empresa de un organismo p¨²blico habl¨® por tel¨¦fono de unas liquidaciones de gastos realizadas de forma irregular. El tel¨¦fono del sindicalista estaba controlado ilegalmente por los servicios secretos, que tomaron contacto con ¨¦l y le amenazaron con denunciarle si no colaboraba con ellos. El sindicalista, miembro del partido socialdem¨®crata (SPD), denuncia en el peri¨®dico del sindicato metal¨²rgico, Metall, que fue chantajeado por los servicios secretos, que exig¨ªan de ¨¦l, que les informase sobre reuniones del partido y del sindicato y tambi¨¦n de las entrevistas con candidatos a ingresar en los servicios p¨²blicos, a las que asist¨ªa en su condici¨®n de presidente del comit¨¦ de empresa.

El episodio del sindicalista b¨¢varo es un juego de ni?os al lado de las dimensiones c¨®smicas de los controles realizados en la RFA por la National Security Agency (NSA), el m¨¢s importante de los servicios secretos norteamericanos.

Seg¨²n declaran antiguos agentes de la NSA, estos servicios colaboran con los alemanes (BND), "graban y analizan masivamente conversaciones telef¨®nicas; la NSA escucha sin que intervengan los alemanes", y el Ej¨¦rcito norteamericano instala una red capaz de introducirse en la de los tel¨¦fonos de la RFA. El reportaje La 'multi' de las escuchas publica datos que superan la visi¨®n orwelliana en el libro 1984.

Los datos de las conversaciones escuchadas por los norteamericanos en todo el mundo se centralizan en Ford Meade, en el estado de Maryland, donde dos gigantescas computadoras, llamadas Carrillon y Loadstone, analizan el material recibido y lo imprimen en seis copias, lo que supone cuarenta toneladas de papel todos los d¨ªas.