Contra el golpismo
Es obvio que no se ha hecho todo lo posible por sanear nuestro Ej¨¦rcito a todos los niveles: numerosos suboficiales y oficiales que carecen de la adecuada preparaci¨®n militar y ejercen por inercia, comodidad o fanatismo; jefes y generales involucionistas que se creen con el don de encontrar soluciones por s¨ª solos o "por la gracia de Dios"; y entre un sector del Ej¨¦rcito convencidamente democr¨¢tico y otro sector dispuesto a todo por su patria, un buen grupo de nost¨¢lgicos, que aclamar¨ªan el ¨¦xito de un golpe de Estado si otros lo llevaran a cabo.Espero, sin embargo, que los aut¨¦nticos militares de nuestras Fuerzas Arrnadas vayan siendo mayor¨ªa con el paso del tiempo, y que la trama civil golpista vaya desapareciendo a medida que cada vez menos gente se vaya dejando impresionar por ese lenguaje grandilocuente, interesado y carente de significado que suelen utilizar estos obstinados dictadores en potencia.
Que se convenzan de una vez de que no queremos volver a estancarnos; de que no queremos que nadie nos salve: de que no queremos que nadie, nadie, nos quite la libertad. /
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