Lavilla y Ros¨®n fueron ayer de compras a unos grandes almacenes madrile?os

Landelino Lavilla, presidente del Congreso, y Juan Jos¨¦ Ros¨®n, ministro del Interior, cabecera y n¨²mero tres de la candidatura de UCD por Madrid, dentro de la campa?a electoral se fueron ayer tarde de compras a unos grandes almacenes. Rodeados de una nube de curiosos de todas las edades, que les recibieron en la calle con aplausos y les siguieron por todas las plantas que visitaron. Ros¨®n compr¨® calcetines de ejecutivo y casettes de Serrat, y Lavilla discos -uno de ellos, el ¨²ltimo de los Rollings- y varios libros.

En la puerta de los grandes almacenes, situados muy cerca del Paseo de la Castellana se hab¨ªan arremolinado un centenar de personas que esperaban la llegado de Landelino Lavilla y Ros¨®n. Este ¨²ltimo aguant¨® en la calle un plant¨®n de media hora que le dio el presidente de UCD. Relajado, con una boquilla de mentol en la boca y rodeado de una discreta vigilancia de seguridad, el ministro del Interior se vi¨® asediado por expont¨¢neos que le hicieron preguntas de todo tipo. Aguant¨® el tipo y tuvo respuesta para todos.Tuvo que sacar la cara a Tierno Galv¨¢n, al que una mujer de peque?o empresario dedicaba fuertes ep¨ªtetos por los impuestos municipales y respondi¨® en su lengua a una se?ora gallega para asegurarle que habr¨¢ mano dura contra el terrorismo. Indic¨® Ros¨®n que los atentados habidos ayer en Vizcaya y Navarra son el inicio de una escalada de violencia "ya prevista en el curso de la campa?a". Dos estudiantes y un hombre de mediana edad le preguntaron porqu¨¦ Espa?a no se sal¨ªa de la OTAN y Ros¨®n defendi¨® la postura del Gobierno en el tema afirmando que "tenemos que estar donde est¨¢ Occidente".

Una vez que lleg¨® Landelino Lavilla, ambos rodeados de curiosos, informadores, empleados y escoltas, se dirigieron a la planta de caballeros. All¨ª Ros¨®n compr¨® calcetines de ejecutivo de color negro "por que no los hay de ministro" y pag¨® en efectivo. En la primera planta se separaron. El primer compr¨® casettes de Serrat ("soy un admirador de este cantante"), de Julio Iglesias, Jos¨¦ Luis Perales y Donna Summer. Lavilla oscil¨® entre la segunda sinfon¨ªa de Shumman y los ¨²ltimos elep¨¦s de los Rolling Stones y Bee Gees. En la secci¨®n de librer¨ªa, el candidato de UCD a la presidencia del Gobierno rechaz¨® el reci¨¦n aparecido libro Como se ganan unas elecciones ("de eso ya sabemos nosotros mucho", coment¨® con sorna) y se qued¨® con Las giganteas, ¨²ltima novela de Paco Umbral y El laberinto de las aceites, de Eduardo Mendoza.

Posteriormente Lavilla se traslad¨® a la Ciudad de los Periodistas, acompa?ado del jugador de baloncesto Emiliano, candidato al Senado, y de Alv¨¢rez de Miranda, candidato al Congreso. Lavilla jug¨® al f¨²tbol, firm¨® aut¨®grafos y mantuvo un coloquio con los vecinos, durante el cu¨¢l, el presidente centrista rebati¨® los argumentos de un periodista de El Alcazar, que le acus¨® de defender una tesis marxista en la forma de concebir la relaci¨®n entre pol¨ªtica y religi¨®n.