Silbidos a una delegaci¨®n oficial de Varsovia en la audiencia de Juan Pablo II

La delegaci¨®n oficial polaca que asisti¨® a la canonizaci¨®n de Maksymilian Kolbe y que form¨® parte de la peregrinaci¨®n polaca fue abucheada ayer en presencia de Juan Pablo II, cuando el Papa la mencion¨® en la audiencia a unos 10.000 peregrinos de su pa¨ªs. Los silbidos fueron, interrumpidos por una salva de aplausos cuando el Papa mencion¨® al primado polaco, Jozef Glemp, lamentando su no asistencia a la canonizaci¨®n del franciscano m¨¢rtir del nazismo en el campo de Auschwitz.

"Estamos profundamente apenados", dijo el Papa, "por el hecho significativo de que el primado Glemp no haya podido asistir a la canonizaci¨®n. Junto a ¨¦l, vivimos profundamente los problemas que le obligaron a permanecer en Varsovia, motivado por el sentido de su deber pastoral y de sus responsabilidades como primado". Al finalizar la audiencia, el Papa estrech¨® las manos de la delegaci¨®n oficial, encabezada por el presidente del Parlamento, Jerzy Ozdowski, con quienes hab¨ªa conversado el pasado domingo tras la ceremonia de canonizaci¨®n.

Momentos antes de la audiencia con Juan Pablo II, la delegaci¨®n oficial mantuvo una entrevista con el cardenal Achille Silvestrini, secretario del Consejo de Asuntos P¨²blicos de la Iglesia, equivalente al ministerio de Asuntos Exteriores vaticano.

Despu¨¦s, el Pont¨ªfice salud¨® al arzobispo de Cracovia, Franciszek Macharski, que en su d¨ªa fue secretario personal de Wojtyla, y a otros obispos polacos presentes en la ceremonia, a quienes agradeci¨® su entrega pastoral "respecto a las personas internadas, los prisioneros, sus afligidas familias, que hacen frente a m¨²ltiples dificultades".

Dirigi¨¦ndose a quienes trabajan en la clandestinidad, el Papa les rog¨® "en nombre de Cristo que no cesen esta ayuda durante todo el estado de sitio hacia quienes viven lejos de sus familias y de su trabajo, porque tambi¨¦n ellos forman parte de la comunidad nacional".