El secretario general del PSOE critica a una derecha "que manda pero no sabe gobernar"

Felipe Gonz¨¢lez, que ayer cubri¨® una nueva jornada de su campa?a electoral en las capitales castellanas de Zamora y Salamanca, salta hoy desde la Pen¨ªnsula hasta las islas Canarias, donde participar¨¢ en sendos m¨ªtines en Las Palmas y Tenerife. El mensaje del l¨ªder socialista contin¨²a situ¨¢ndose entre el esfuerzo por persuadir a los ciudadanos en favor del cambio y la descalificaci¨®n de una derecha "que lleva 150 a?os mandando, pero que todav¨ªa no ha sido capaz de gobernar".En el mitin que cerr¨®, a medianoche, la jornada del jueves, en el pabell¨®n de deportes de Le¨®n, ante unas 10.000 personas -cuatro de ellas se marearon y Felipe Gonz¨¢lez interrumpi¨® su intervenci¨®n para que se Ies prestara auxilio, entre los aplausos de los asistentes-, el l¨ªder socialista emocion¨® a su audiencia con el recuerdo de Baldomero Lozano, el diputado malogrado en plena juventud.

Los aspectos ¨¦ticos del programa electoral socialista fueron puestos de manifiesto por Felipe Gonz¨¢lez en la tierra de Rodolfo Mart¨ªn Villa y otros hombres de su entorno, pr¨®ximos al antiguo sindicalismo vertical, -sin excluir al "fraile trabucaire", ap¨®stol del negocio de los colegios religiosos-, en un esfuerzo por lograr un compromiso de la mayor¨ªa del pa¨ªs con el PSOE, en favor de una Espa?a que, al decir de Machado, seg¨²n record¨® Felipe Gonz¨¢lez, "no hiele el coraz¨®n de ning¨²n espa?ol". En honor de esa Espa?a, el secretario general del PSOE asegur¨® que no le importaba envejecer prematuramente, siempre que su trabajo fuera fruct¨ªfero para la patria.

La distancia de Felipe Gonz¨¢lez con los pol¨ªticos convencionales de la Espa?a posfranquista se encuentra marcada por el hecho de que el l¨ªder socialista emplea el mismo lenguaje en las conversaciones informales con los periodistas, en las conferencias de Prensa oficiales, en los m¨ªtines y en las propias reuniones, seg¨²n sus asistentes, de la ejecutiva del PSOE, as¨ª como por el dato a?adido de que la etapa de lucha clandestina le ha marcado de forma irreversible.