La enfermedad 'verde' del SPD alem¨¢n
El autor de este art¨ªculo analiza el ascenso de los verdes en la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) hasta llegar a convertirse en "una temible tercera fuerza", desplazando a los lioberales en el espectro pol¨ªtico alem¨¢n
.La crisis pol¨ªtica que ha desembocado en el cambio de alianzas parlamentarias en Bonn ni ha quedado concluida ni debe explicarse ¨²nicamente en base a la frivolidad de los liberales (FDP) o al desgaste l¨®gico de la mayor¨ªa dirigida por los socialdem¨®cratas (SPD) desde 1969. Dejando aparte tambi¨¦n el hecho de que ya desde principios de 1976 se ha venido cuestionando esa alianza, considerada por muchos como contra natura, el fen¨®meno que merece la pena analizar en profundidad consiste en el espectacular ascenso de los verdes (ecologistas y pacifistas, fundamentalmente) en una contienda electoral regional que les ha llevado a los landtag, desplazando, casi simult¨¢neamente, a los liberales de sus anteriores posiciones.
El cuadro adjunto resume en s¨ªntesis las seis citas electorales regionales seguidas que han presenciado c¨®mo los verdes saltaban el list¨®n del 5% necesario.
M¨¢s recientemente, un escaso margen de votos ha impedido el acceso al Parlamento de Baviera, pero quedan pocas dudas de que 1983 ser¨¢ a?o de ¨¦xitos, con motivo de las elecciones en Schleswig-Holstein, Sarre, las dos Renanias y, finalmente, Bremen. El fen¨®meno electoral en el que los ecologistas europeos -y esencialmente los alemanes- van encontrando audiencia progresiva se inscribe siempre en el marco de una sociedad posindustrial, donde las experiencias pol¨ªticas progresistas parecen haber agotado toda posibilidad de prolongaci¨®n. Este es el caso de la RFA, en crisis creciente de personalidad hist¨®rica y nacional, que sigue sufriendo del, pasado y no parece abrigar esperanzas de futuro. La proclama verde es un rechazo dirigido a una sociedad alienada, individualista y necr¨®fila, sin imaginaci¨®n ni alternativas.
'Tercera fuerza' temible
Esta aparici¨®n de una temible tercera fuerza pol¨ªtica -que elimina a los liberales, extrae votos a los socialdem¨®cratas y podr¨¢ convertirse en el ¨¢rbitro de la nueva situaci¨®n posterior a las elecciones generales, adelantadas al 6 de marzo de pr¨®ximo a?o- constituye el elemento b¨¢sico de un nuevo marco pol¨ªtico de esperanza, ante el que parece llegar agotada la experiencia socialdem¨®crata. Debido al cerrilismo antiecol¨®gico del SPD, los verdes han considerado imposible ecologizar a un partido que permiti¨® un programa nuclear ambicioso y traumatizante, al mismo tiempo que ha cedido a las humillaciones del atlantismo y, ha eliminado a los l¨ªderes de las nuevas corrientes (casos Uwe Benneter y Eppler, entre otros). La actitud se decant¨® por el pulso electoral, ahora bien provisto de ¨¦xitos y perspectivas, que ha sido simult¨¢neo con la agravaci¨®n de las crisis internas en el SPD.
Frente a los democristianos (CDU) y sus aliados, los duros de Strauss, el SPD s¨®lo podr¨¢ resistir con los verdes si, finalmente, la coalici¨®n que ya piden los padres del partido se materializa. Ese ser¨¢ el momento de la crisis definitiva de los socialdem¨®cratas, hacia la que parecen abocados fatalmente: las posibilidades de acceder al poder aparecer¨¢n claramente vinculadas al pacto con los verdes, que, l¨®gicamente, exigir¨¢n determinados cambios muy precisos en pol¨ªtica interior y en las alianzas exteriores. El ecologismo y el pacifismo se perfilan como elementos sustanciales de una oferta electoral y pol¨ªtica, m¨ªnimamente progresista, para el futuro inniediato de la Rep¨²blica Federal de Alemania.
es ecologista.
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