Mitterrand rinde homenaje a M¨¨ndes-France, "uno de los hijos m¨¢s grandes de Francia"
Atendiendo a sus propios deseos, el prestigioso pol¨ªtico franc¨¦s Pierre M¨¨ndes-France ser¨¢ enterrado en la intimidad familiar, pero el Gobierno socialista le ofrecer¨¢ un homenaje. En pocas ocasiones, durante el ¨²ltimo medio siglo, la desaparici¨®n de un hombre p¨²blico ha inspirado tanta emoci¨®n. S¨®lo algunos manifiestan sus dudas sobre "el hombre de Estado fallido", as¨ª como su silencio" sobre la actual pol¨ªtica de izquierdas.
Hasta diecis¨¦is p¨¢ginas le dedicaban ayer algunos diarios de la capital francesa a Mendes-France para exaltar su "rectitud moral", su intransigencia, su sinceridad, su rigor. "Francia acaba de perder a uno de sus hijos m¨¢s grandes", declar¨® Fran?ois Mitterrand. "Para m¨ª era un compa?ero, un amigo, un ejemplo". Las relaciones entre los dos hombres fueron tumultuosas durante los ¨²ltimos treinta a?os de la historia contempor¨¢nea gala, pero la llegada al poder de Mitterrand, y la edad, cerraron ese cap¨ªtulo.A pesar de ello, algunos dirigentes pol¨ªticos actuales se preguntaban ayer sobre el significado del silencio que ha mantenido M¨¨ndes-France a prop¨®sito de la pol¨ªtica econ¨®mica del poder socialista. El escritor y amigo del fallecido Jean Lacouture declar¨® que "Mend¨¨s no aprobaba la gesti¨®n inicial de los socialistas".
Las lamentaciones de una buena parte de la Prensa alcanzan los niveles de la tragedia nacional: "?C¨®mo vivir sin Pierre M¨¨ndes-France? Era un justo que s¨®lo con su existencia le daba un sentido a la vida; hombre de Estado, como De Gaulle, s¨®lo dirigi¨® Francia durante diecisiete meses y diecinueve d¨ªas. La defensa de sus ideas primaba sobre el gusto por el poder, que ¨¦l rechaz¨® varias veces antes de plegarse, hecho que ¨¦l consideraba como un compromiso". Esta cita del diario cercano al Gobierno Le Matin se repite en boca de polit¨®logos y comentaristas.
Algunos panegiristas del mendesismo (la doctrina del rigor pol¨ªtico y econ¨®mico de Pierre M¨¨ndes-France) anotan que cometi¨® graves errores y que, en definitiva, fue un solitario porque nunca cedi¨®. Pero creen que la historia se olvidar¨¢ de sus errores y s¨®lo recordar¨¢ la imagen del hombre que, por su rectitud, fue un ejemplo para muchos hombres y mujeres de la III, IV y V Rep¨²blicas. En la pr¨¢ctica, el gaullismo (de cuyas grandes orientaciones interiores y diplom¨¢ticas viven hoy Francia y el mitterrandismo) fue el que barri¨® de la arena pol¨ªtica a M¨¨ndes-France. Alguno de sus admiradores recordaba ayer que "el gaullismo fue la ¨²ltima oportunidad del mendesismo. Y ya se ver¨¢ si, ir¨®nicamente, Mitterrand, que no fue nunca mendesista, llega a reconciliar con su pol¨ªtica a Mend¨¨s y a De Gaulle".
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