'Fat City' , una obra maestra
Diez a?os despu¨¦s de Vidas rebeldes, volvi¨® John Huston a rodar en Estados Unidos. Hab¨ªan cambiado en ese tiempo las condiciones de producci¨®n, hab¨ªan desaparecido viejos amigos, se hab¨ªan olvidado antiguas pasiones. En 1971 era posible plantearse el rodaje de una pel¨ªcula, seg¨²n dice el propio Huston, en condiciones m¨¢s favorables para el autor, pero se hab¨ªa perdido un cierto amor por el trabajo: "El control tirano con que los grandes estudios vigilaban antes nuestros rodajes dio paso a compa?¨ªas independientes, que daban mayor libertad, pero se despreocub an de las pel¨ªculas".Quiz¨¢ por esa falta de atenci¨®n careci¨® Fat City de la distribuci¨®n adecuada. No ten¨ªa alicientes para el gran p¨²blico, no narraba una historia brillante y ejemplar, no correspond¨ªa a ninguna moda. Los productores la olvidaron, los distribuidores no la quisieron. Lo que en 1971 ten¨ªa ¨¦xito en las pantallas era un cine de corte muy distinto al que propon¨ªa Huston: Jesucristo Superstar, Papillon, El exorcista.
Fat City, como todo el cine de su autor, era una pel¨ªcula a la contra. A¨²n le quedaba a Huston un est¨ªrnulo creativo capaz de sondear con rigor en los mundos subterr¨¢neos que el cine norteamericano no quer¨ªa entonces tocar.
En su irregular carrera, Huston ha tenido siempre una clara predilecci¨®n por los perdedores, los seres marginados que no se acogen a la competencia y el ¨¦xito sino que buscan una raz¨®n m¨¢s importante para su vida. Dicen algunos de sus estudiosos que la derrota que suele coronar las aventuras de los personajes de Huston (El halc¨®n malt¨¦s, El tesoro de sierra Madre, Cayo Largo, Moby Dick) es un s¨ªmbolo de rebeld¨ªa antes que fracaso involuntario.
El boxeo y los perdedores
Coincide ese planteamiento con los antih¨¦roes de Fat City. Su desolaci¨®n, su agon¨ªa, no corresponden s¨®lo a problemas objetivos, al trabajo o al dinero. En su escepticismo est¨¢ el origen del drama.
Muchas son las pel¨ªculas que han intentado narrar las interioridades del mundo del boxeo. Aun ahora, la serie de Rocky contin¨²a la tradici¨®n. Pero ninguna de ellas -quiz¨¢ con la excepci¨®n de The set up, de Robert Wise, traducida en Espa?a como Tango- lleg¨® a profundizar en ese universo como lo hizo Fat City. John Huston, boxeador en su juventud, aventurero en la madurez, conoce como pocos lo que quiso relatar en la pel¨ªcula: "Jam¨¢s he visto en el cine", dice el autor, "una representaci¨®n fiel de ese mundo. En todo caso s¨®lo se conoce una parte del mismo: la de los ganadores, la de quienes triunfan".
Hay otro lado de esa realidad que, l¨®gicamente, sensibiliza m¨¢s al director de Vidas rebeldes: "Ese universo est¨¢ compuesto, sobre todo, de perdedores que sue?an con la posibilidad de salir un d¨ªa de la cadena que les obliga a boxear en lugares miserables combates apa?ados de antemano. No son muy distintos a los campesinos explotados; carecen de aut¨¦ntica esperanza".
Fat City est¨¢ inspirada en la novela de uno de esos perdedores, Leonard Gardner, mal boxeador y espl¨¦ndido novelista: "Es curioso", dice Huston, "¨¦l perdi¨® en el ring, mientras que yo fui ganador en su terreno. Un ganador que abandon¨® a tiempo, pero que pudo conocer directamente la realidad que Gardner refleja en su libro".
El conocimiento de esa realidad permiti¨® a Huston elegir los lugares adecuados para el rodaje, contratar a aut¨¦nticos fracasados refugiados en el alcohol, a ag¨®nicos boxeadores que esperan un d¨¦bil contrato, a mujeres y hombres hacinados en hoteluchos, tratando todos de calmar su odio y sobrevivir. Ante todo, sobrevivir. Hay, reflejando esa realidad, algunas secuencias de Fat City que permanecen vivas en la sensibilidad del espectador. Del afortunado espectador que pudo tener ocasi¨®n de pescar en su d¨ªa esta maltratada obra maestra.
A la fuerza de las sencillas im¨¢genes de Huston colaboraron con entusiasmo Stacy Keach y Jeff Bridges, la pareja protagonista. Rostros poco conocidos de la industria que aportan un estilo documental que hace m¨¢s reales, m¨¢s indiscutibles, las im¨¢genes del filme. Bien lejos estos actores del prototipo lanzado en M¨¢s dura ser¨¢ la ca¨ªda o Gentleman Jim.
Estuvo a punto John Huston de equivocarse en el reparto y proponer como protagonista a Marlon Brando: "Hice bien en cambiar de idea", confiesa ahora el director, "Brando no hubiera podido aportar ese tono documental que tanto aprecio en el resultado final de la pel¨ªcula. Fat City me transport¨® a aquellos a?os de la segunda guerra mundial en los que rod¨¦ a los soldados en el Pac¨ªfico, en la campa?a italiana y, m¨¢s tarde, en su readaptaci¨®n a la vida civil. Quiero siempre atenerme a la realidad. Cuando he adaptado novelas, tambi¨¦n he procurado r¨ªo apartarme de ella, si ella previamente no se apart¨® de esa realidad".
Una trayectoria ejemplar
El cine de John Huston abandon¨® desde el origen cualquier mitolog¨ªa. No hay dioses ni esperanzas enga?osas, sino s¨®lo el hombre y su aventura de vivir. Una aventura dura y seca que no contiene respuestas. El riesgo es su ¨²nico premio. En ¨¦l encuentran vida los desarraigados, los parias, los perdedores. Desclasado era el defective de El halc¨®n malt¨¦s y marginales eran los buscadores de El tesoro de sierra Madre, el tenaz capit¨¢n Achab de Moby Dick, los g¨¢nsteres de Cayo Largo o La jungla de asfalto y hasta la entra?able pareja de La reina de Africa. Sensibles y perdedores los amantes de Paseo por el amor y la muerte, derrotado en el tiempo el m¨ªtico Juez de la horca. Ag¨®nicos hasta la muerte: los tres protagonistas de Vidas rebeldes, filme premonitorio de la posterior desaparici¨®n de Marilyn, Gable y Cliff, s¨ªmbolos ya de la desolada po¨¦tica hustoniana.
Fat City pudo significar el regreso triunfal a su pa¨ªs de uno de los directores m¨¢s importantes del cine moderno. Sin erribargo, no tuvo suerte. A Fat City se a?adi¨® el fracaso de Sangre sabia, y aunque, como intermedio, El juez de la horca o Evasi¨®n o victoria restablecieran su contacto con la taquilla, John Huston no volvi¨® a realizar otra obra tan personal. Su ¨²ltimo t¨ªtulo, Annie, a¨²n no estrenado en Espa?a, le tia reducido a director contratado, a funcionario de la imagen. Como sus tr¨¢gicos personajes, se limita, esc¨¦pticamente, a obedecer. Tiene setenta y seis a?os.
Fat City se emite hoy, a las 21.35, por la primera cadena.
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