La selecci¨®n de Mu?oz reparte esperanza
ENVIADO ESPECIAL Con una actuaci¨®n no demasiado brillante, pero s¨ª esperanzadora, comenz¨® la selecci¨®n de Mu?oz la etapa de la Eurocopa. Un equipo notoriamente joven y renovado supo vencer a Islandia, a pesar de haber tenido que variar la alineaci¨®n de forma sustancial incluso antes del inicio del partido. A este equipo, al que se le vieron ¨²nicamente algunos detalles, se le puede dar el aprobado, a pesar de que ante un enemigo te¨®ricamente d¨¦bil no alcanz¨® una goleada. Con tanta renovaci¨®n no cab¨ªa esperar en la primera actuaci¨®n resultado m¨¢s sobresaliente.
Espa?a sali¨® en tromba para arrinconar a Islandia. El equipo espa?ol llev¨® a las cuerdas a su adversario, pero este supo zafarse bien de los zaparzos y encima sali¨® de su rinc¨®n con notorio peligro. Espa?a domin¨® durante todo el primer per¨ªodo, mas los contraataques islandeses tuvieron superior peligro. En tres contragolpes que pillaron a la defensa espa?ola desprevenida estuvieron a punto de marcar. En la primera, Arconada salv¨® el gol con los pies en un prodigioso movimiento reflejo.
Al equipo espa?ol no le faltaron ocasiones para marcar, pero en casi todas ellas el remate fue flojo. Hubo cierta obsesi¨®n en los lanzamientos a¨¦reos sobre el ¨¢rea en busca de la cabeza de Santillana, pero quien m¨¢s remat¨® con la testa fue Roberto. Las ansias juveniles de los componentes de la selecci¨®n produjeron imprecisiones y embarullamiento.
Los islandeses son pegajosos, contumaces y persistentes en la acci¨®n persecutoria del contrario. Tanto que incluso atacan por parejas. Los islandeses nunca van solos a por el bal¨®n y ello les posibilita la ventaja en los rebotes. Miguel Mu?oz corrigi¨® la labor de Gordillo. Le mand¨® al lateral izquierdo y fue Camacho quien se encarg¨® de la vigilancia de Gudjohsen, el hombre m¨¢s peligroso de Islandia junto con Peturson. Ambos jugadores fueron los art¨ªfices de los contragolpes y quienes se acercaron a Arconada con mayor peligrosidad.
El segundo tiempo fue completamente distinto. El equipo espa?ol se acord¨® de pasar el bal¨®n con rapidez y rasear la pelota, y comenz¨® a crear constantes ocasiones de gol. Juan Jos¨¦ estuvo acertado en la funci¨®n de entrar por la banda derecha. El defensa madridista encoraginado y con f¨¢cil regate entr¨® una y otra vez por su lado, y se convirti¨® en la estrella del partido y hasta en el delantero m¨¢s incisivo.
El cambio de Gordillo por Francisco no supuso una merma en el equipo. El sevillista, aunque anduvo dubitativo algunos instantes consigui¨® meterse en el engranaje del conjunto. Se?or, que estuvo algo apagado en la fase inicial entr¨® m¨¢s en juego y de ello se benefici¨® el f¨²tbol de ataque. Roberto fue el m¨¢s entonado de los centrocampistas.
El nervio del conjunto hispano se tradujo en una serie de jugadas en las que junto a la rapidez y la fuerza hubo cierta. imaginaci¨®n. Un equipo absolutamente experimental no pod¨ªa en modo alguno tener una l¨ªnea regular. La selecci¨®n espa?ola jug¨® a r¨¢fagas y en su actuaci¨®n puso m¨¢s pundonor y deseos de agradar que f¨²tbol brillante.
La selecci¨®n que se vio anoche en M¨¢laga tuvo una defensa serena y firme, con Gerardo y Bonet implacables en el corte. Un centro del campo al que le falta aplomo y veteran¨ªa, pero que aport¨® posibilidades, y una delantera con movilidad en las bandas, pero roma en el centro, porque Santillana no estuvo muy acertado. Probablemente en estos momentos pueden formarse en Espa?a varias selecciones con mayor calidad que la que inici¨® anoche la carrera de la Eurocopa, pero si se desea un cambio radical y el nacimiento de una nueva esperanza no hay m¨¢s remedio que recurrir al cambio.
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