Edward Kennedy, ensayo general para la Presidencia
"La ¨²nica duda es el margen de victoria", dicen en Boston los partidarios del senador dem¨®crata Edward Kennedy, que el pr¨®ximo martes reanudar¨¢, por quinta vez, su mandato en el Senado norteamericano. En realidad, la campaba electoral de Kennedy ha sido un ensayo general cara a la elecci¨®n presidencial de 1984. Veinte a?os de carrera pol¨ªtica en el Senado, una actuaci¨®n favorable a las leyes liberales y el apoyo que representa su m¨¢gico apellido sirven de s¨®lida base al senador del Estado de Massachusetts a la hora de presentarse ante el elector.
Con un amplio predominio de cat¨®licos de origen irland¨¦s como los Kennedy, el ¨²ltimo hombre de este clan se vislumbra como el virtual candidato del Paitido Dem¨®crata para enfrentarse al presidente republicano, Ronald Reagan. Pero tal batalla queda aplazada para dentro de dos a?os, en noviembre de 1984. De momento, Kennedy se prepara para festejar el pr¨®ximo martes el triunfo que le valdr¨¢ un nuevo mandato como senador.A sus cincuenta a?os de edad, Edward Kermedy, m¨¢s popular por el simple nombre de Ted Kennedy, cuenta con una impresionante carrera en el Senado norteamericano. Ex l¨ªder del Senado y presidente del influyente Comit¨¦ Judicial, lucha ahora por su reelecci¨®n ante el millonario -como Kennedy- y republicano Raymond Shamie.
Congelaci¨®n nuclear
El sondeo del diario The Boston Globe da victoria a Kennedy, con el 60% de votos, frente s¨®lo al 27% para Shamie, porcentaje que poco variar¨¢ tras el debate televisado entre ambos contendientes, en el que el senador dem¨®crata dio una imagen m¨¢s de l¨ªder nacional que de simple senador estatal.
"Tenemos que detener a los republicanos", dijo Kermedy, "antes de que destruyan todo, desde la seguridad social al medio ambiente". Aunque la campa?a de Kennedy ha estado muy centrada en el tema de la crisis econ¨®mica, principal factor que marca las actuales elecciones para la renovaci¨®n de la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado, otros temas contar¨¢n entre el electorado, como, por ejemplo, la sensibilizaci¨®n ante el peligro de una guerra nuclear.
Edward Kennedy, junto con el senador republicano Mark Hatfield, present¨® al Congreso una propuesta para una "congelaci¨®n de armas nucleares", seguida de un di¨¢logo para la reducci¨®n y el EE UU y la URSS. El martes, el Estado de Massachusetts se pronunciar¨¢ por el tema. De aprobarse, como es previsible, los ciudadanos de ese y otros Estados norteamericanos enviar¨¢n sendas peticiones al presidente Reagan en pro de la congelaci¨®n de armas nucleares.
Su adversario Shamie critica el movimiento en favor de esta medida, calific¨¢ndolo de ut¨®pico y de peligroso para la seguridad de Estados Unidos.
Kennedy cuenta con el apoyo del espectro liberal del electorado dem¨®crata, las minor¨ªas ¨¦tnicas (negros e hispanos, en particular) as¨ª como del potente aparato de los sindicatos norteamericanos. Defiende la mejora del sistema de Seguridad Social, los beneficios para los pobres y la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer en EE UU.
Comit¨¦s 'anti Kennedy'
Los republicanos conservadores, en comit¨¦s anti Kennedy, denuncian la demagogia del hermano del presidente asesinado, John Kennedy, y del tambi¨¦n asesinado candidato a la Presidencia Robert Kennedy. Temen, en realidad, que pueda convertirse en un serio aspirante a la Casa Blanca para noviembre de 1984.
Durante la campa?a de 1980 para la nominaci¨®n dem¨®crata para la elecci¨®n presidencial, Edward Kennedy se lanz¨®, sin ¨¦xito, al ruedo politico, disputando el puesto al presidente de su mismo partido, el tambi¨¦n dem¨®crata Jimmy Carter. Kennedy gan¨® las primarias en pocos Estados, pero dio la batalla hasta la Convenci¨®n dem¨®crata, en el Madison Square Garden, en Nueva York, con un memorable discurso digno de un estadista. Kermedy perdi¨® la opci¨®n. Carter, la Presidencia.
"No ser¨¢ mi candidato favorito", declar¨® recientemente el ex presidente Jimmy Carter en Atlanta, comentando las posibilidades de que Kennedy vuelva al asalto de la Casa Blanca. Carter apoyar¨¢ a su ex vicepresidente, Walter Mondale.
Pero, en un show t¨ªpico de la escena pol¨ªtica norteamericana, Mondale no dud¨® en acudir a Boston para apoyar la actual reelecc¨ª¨®n de Edward Kenned, . "Espero que para los pr¨®ximos seis a?os", dijo Mondale, marcando, con humor, las distancias con Kennedy.
"El senador no tiene riada decidido", dicen en el cuartel general de Kennedy, a prop¨®sito de los planes cara a 1984.
No obstante, la estructura de la presente campa?a electoral para el Congreso da una prueba inequ¨ªvoca del inter¨¦s por la imagen nacional que busca. Kennedy. El senador por Massachusetts viaj¨® a medio pa¨ªs, apoyando aspirantes locales en Estados del medio Oeste, del Sur y California.
Un pasado tumultuoso
La campa?a electoral de Kennedy, tras su divorcio con su esposa Joan, busca una imagen familiar. Aparece junto a sus hijos y sobrinos. Hablan en las pantallas de la televisi¨®n personas que han conocido a Kennedy, explicando el inter¨¦s personal por sus problemas.
Pero el nombre Kennedy -un nombre "poderoso y m¨¢gico", como escribe en sus memorias el ex ch¨®fer de la millonaria familia bostoniana- puede que, una vez m¨¢s, no sea suficiente para llegar a la Casa Blanca. Aunque la edad da al senador un aire reposado y arist¨®crata, los conservadores y la Prensa recuerdan ya otra vez el pasado tumultuoso del alegre senador. En particular, el accidente de autom¨®vil en Chappaquiddick, en 1969, que cost¨® la vida. a la amiga del senador Mary Jo Kopechne.
A pesar de todo, el optimismo cara a 1984 predomina en el clan de los Kennedy ante una Administraci¨®n republicana sumergida en los problemas de la crisis econ¨®mica y un l¨ªder en la Casa Blanca, Ronald Reagan, que tendr¨¢ 74 a?os a la hora de decidir si concurre a la reelecci¨®n para un segundo mandato.
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