Altibajos hist¨®ricos en Wall Street
Ultimamente la atenci¨®n general se ha centrado en la bolsa de valores, a su vez pendiente de la reducci¨®n o mantenimiento de las tasas de descuento. Rumores contradictorios determinaron en Wall Street (la Bolsa de Nueva York) un altibajo sin igual desde el a?o 1929, cuando las alzas desaforadas del mercado llevaron a la hecatombe del martes negro.Las circunstancias no son ahora, afortunadamente, las mismas, los mecanismos de seguridad son mucho m¨¢s sofisticados que entonces.
Pero en la tercera semana de octubre el Dow Jones (¨ªndice de treinta valores industriales de Nueva York) sub¨ªa m¨¢s de cincuenta puntos, acerc¨¢ndose al nivel hist¨®rico de los 1.051 que luego, a partir del lunes 25, sin declive, llegaba en ciertos momentos a alcanzar hasta un total de setenta puntos.
Causa del retroceso, en buena parte, han tenido que ser la realizaci¨®n de beneficios y los cierres de cuentas que se producen de forma peri¨®dica a finales de mes.
Como tel¨®n de fondo de tal reacci¨®n negativa, ambiente de inseguridad y desorientaci¨®n con respecto a las perspectivas de los tipos de inter¨¦s: los habituales en los corros de valores industriales se han visto sometidos a un prolongado r¨¦gimen de ducha escocesa.
Tan pronto se daba por segura la baja de la tasa de descuento por parte de la Reserva Federal Norteamericana (FDA) como se aseguraba que tal medida quedar¨ªa, en caso de confirmarse, demorada hasta las elecciones para la renovaci¨®n de la mitad de las C¨¢maras de representantes estadounidenses.
Ultimamente ha quedado corroborada tal idea, induciendo a ella la resistencia del FED a inyectar reservas en el sistema bancario, la renacida firmeza del d¨®lar y las declaraciones de William Niskanen, miembro del consejo de asesores de Ronald Reagan, en las que se dice que la pol¨ªtica monetaria menos severa puesta en pr¨¢ctica a partir del mes de julio constituye una seria amenaza para una recuperaci¨®n de la econom¨ªa a largo plazo.
Como consecuencia de todo ello se extremaba la firmeza del d¨®lar (el viernes 29, en Madrid, tocaba el alto hist¨®rico de las 117,50 pesetas -e, igualmente, bat¨ªa marcas con respecto a otras divisas europeas-) y declinaba el Dow Jones hasta muy cerca de los 980 puntos.
Los metales preciosos, entre tanto, han ido experimentando en el Comex neoyorquino y en las bolsas de Londres fluctuaciones de moderada cuant¨ªa, paralelas, en general, a las de los valores industriales en Wall Street.
Algo m¨¢s acentuadas han sido las fluctuaciones de las cotizaciones de la plata, cuya volatilidad se ve impulsada por el choque de motivaciones encontradas: por una parte, el incesante paneg¨ªrico alcista desde sectores m¨¢s o menos interesados; por otra, la desconfianza muy extendida entre aquellos que hace un par de a?os fueron v¨ªctimas de una maniobra especulativa que ha de quedar inscrita en los anales de la actividad mercantil norteamericana.
La Banque Suisse es una de las instituciones que recientemente han expresado sus opiniones alcistas: seg¨²n sus t¨¦cnicos, en el a?o 1983 la demanda industrial llegar¨¢ a absorber el excedente de producci¨®n, cosa que hace bastante tiempo no ocurr¨ªa. Los argumentos de los expertos helv¨¦ticos parecen adolecer, sin embargo, de cierta falta de consistencia: as¨ª, por ejemplo, puede leerse en un informe que la evoluci¨®n del sector de fotograf¨ªa tecnol¨®gica -el mayor entre los consumidores- "no afectar¨¢ negativamente a la plata.
Pero las revistas especializadas han venido habl¨¢ndonos desde hace tiempo del perfeccionamiento de los m¨¦todos de recuperaci¨®n de la plata a partir de las de la pel¨ªcula utilizada y de la puesta a punto de nuevas emulsiones que prescinden del nitrato de plata.
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