Siguen desenterr¨¢ndose cad¨¢veres de la matanza realizada por el Ej¨¦rcito franc¨¦s en Argelia
A los veinte a?os de haber puesto fin a la guerra de independencia argelina no transcurre una sola semana sin que sean desenterrados, en este pa¨ªs, centenares de restos humanos que atestiguan la amplitud de las matanzas del Ej¨¦rcito franc¨¦s contra la poblaci¨®n civil durante ese tr¨¢gico per¨ªodo. La faz negra del Ej¨¦rcito franc¨¦s en Argelia ha vuelto a ser evocada esta semana con motivo de un nuevo aniversario de la insurrecci¨®n dirigida por el Frente de Liberaci¨®n Nacional el d¨ªa de todos los Santos de 1954.En v¨ªsperas de ese aniversario se han descubierto nuevos detalles de las matanzas en que incurri¨® el Ej¨¦rcito y la Legi¨®n Extranjera franceses en el campo de detenci¨®n de Kenchela, situado en la regi¨®n de Constantina, cercano a la cadena monta?osa del Aures, donde los guerrilleros hab¨ªan concentrado el grueso de sus efectivos. En febrero pasado fueron descubiertos m¨¢s de 1.200 cad¨¢veres de hombres, mujeres y ni?os.
Maniatados
La disposici¨®n de los restos humanos permite indicar que la mayor parte de las v¨ªctimas fueron maniatadas antes de ser inutiladas. La fosa fue descubierta incidentalmente en el curso de unos trabajos de allanamiento de terreno.Los muertos de Kenchela no corresponden a un antiguo cementerio, como se supuso en un principio. Una parte de ellos todav¨ªa conserva las esposas con que fueron inmovilizados antes de ser liquidados f¨ªsicamente.
En la misma fosa se han encontrado botellas de cerveza de marca francesa, botones de uniforme de la Legi¨®n Extranjera, suelas de botas de reglamento del Ej¨¦rcito franc¨¦s y cartuchos correspondientes a las diferentes armas que utiliz¨® ¨¦ste durante la guerra de Argelia.
Responsables
Los antiguos responsables del campo, dos coroneles de las tropas aerotransportadas francesas y otro coronel de la 13 brigada de la Legi¨®n Extranjera, hab¨ªan convertido a Kenchela en lo que se calificaba, entonces, p¨²dicamente como un centro de tr¨¢nsito de sospechosos.De 1956 a 1959 el campo fue escenario de torturas y matanzas colectivas, de las que todav¨ªa conservan memoria los raros supervivientes.
Kenchela se ha convertido en un lugar de peregrinaje de los argelinos, aunque generalmente ¨¦stos afirman que es necesario dar definitivamente la vuelta a la p¨¢gina m¨¢s sombr¨ªa de las relaciones con la antigua metr¨®poli francesa.
Seg¨²n los testimonios recogidos por los argelinos, los coroneles franceses Suiges, Mayer y Giles no habr¨ªan vacilado en ordenar la liquidaci¨®n f¨ªsica de aquellos legionarios que rechazaran participar en las matanzas, aunque el n¨²mero fuera m¨ªnimo.
En 1957 el servicio de repatriamiento montado por el FLN para acoger a los desertores franceses y extranjeros de la Legi¨®n rend¨ªa cuentas del asesinato de varios de ellos, de nacionalidad h¨²ngara, que no lograron entablar contacto con los guerrilleros para facilitar su huida a Marruecos.
Entre los asesinados se citaba al legionario Joseph Ryf, muerto por una r¨¢faga de fusil ametrallador disparada por la espalda.
Medio mill¨®n de muertos
Los argelinos, que afirman haber perdido un mill¨®n de personas durante su guerra de independencia, estiman que habr¨¢n de pasar todav¨ªa muchos a?os antes de poder formalizar un balance aproximado de la dimensi¨®n que alcanz¨® la pr¨¢ctica de la tortura y la liquidaci¨®n masiva de civiles por parte de las tropas francesas, y agregan que, en todo caso, no pueden compararse tales masacres a los arreglos de cuentas entre facciones rivales de la antigua guerrilla.
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