Octavio Paz: "Sor Juana In¨¦s de la Cruz se hizo monja para poder pensar"
El poeta mexicano present¨® su libro en la Universidad Aut¨®noma de Madrid
Sor Juana In¨¦s de la Cruz es muchas cosas para la cultura en castellano, y a¨²n ser¨¢ m¨¢s despu¨¦s del libro que acaba de publicar Octavio Paz, y que se dedica a su persona, titulado Sor Juana In¨¦s de la Cruz o las trampas de la fe, publicado por Seix Barral. Fue presentado ayer en la Universidad Aut¨®noma de Madrid con una conferencia sobre esta mujer, que "tuvo que hacerse monja para poder pensar". El poeta mexicano dar¨¢ ma?ana, a las doce del mediod¨ªa, un recital de sus poemas en el paraninfo de la Universidad de Barcelona.
Sor Juana In¨¦s de la Cruz... es el fruto de ocho a?os de trabajo de este poeta y ensayista mexicano, y tambi¨¦n, dice, "de la seducci¨®n que ejerce esta mujer particular, que es una intelectual org¨¢nica en el sentido estrictamente gramsciano, que, como tal, termina enfrent¨¢ndose a la ortodoxia y al poder en cuyo seno estaba integrada, y que sufre en s¨ª misma la colaboraci¨®n de la propia ideolog¨ªa con sus acusadores hasta llegar a autoacusarse".A Octavio Paz le sedujo "la perfecci¨®n de la obra y el car¨¢cter enigm¨¢tico de la vida" de esta curiosa monja, absolutamente consciente de ser mujer y completamente absorbida por una pasi¨®n in¨¦dita, la del conocimiento, que, precisamente por ella, "tiene que neutralizar su sexo para poder acceder al ansia de conocer".
Pero el libro, denso y voluminoso, va siendo diseccionado por Octavio Paz, que cuida en su relato de mantener cierto suspense, porque, dice, "es como una novela la vida de esta mujer". El libro tiene, "de alguna manera, tres partes o tres grandes temas. Primero, el estudio de la sociedad mexicana de finales del siglo XVII, que coincide con la m¨¢xima decadencia espa?ola (es el reinado de Carlos II) y, al mismo tiempo, con el nacimiento de una nueva sociedad en M¨¦xico. Entonces es el espejo de Espa?a y, al mismo tiempo, algo muy distinto, una sociedad m¨¢s joven, que justo entonces se podr¨ªa haber abierto a la modernidad, pero que no se abri¨®".
Intelectual antes que nada
Despu¨¦s se pasa a "su biograf¨ªa enigm¨¢tica. Aunque sor Juana fue monja, no fue especialmente religiosa. Es una intelectual m¨¢s que otra cosa. Pedro Salinas dec¨ªa que, m¨¢s que poetisa, es una scolar. Yo no creo lo mismo, pero s¨ª que es una poetisa intelectual, una figura que se da muy poco en la literatura espa?ola. Es, por otra parte, una mujer bonita que vive en la corte y, sin embargo, decide profesar. Y ah¨ª hay un misterio. Hay quien dice que hubo una decepci¨®n amorosa; es posible. Yo creo que si profes¨® es porque no le quedaba m¨¢s remedio".Descubre e interpreta Octavio Paz que "sor Juana era hija natural, lo que no se sab¨ªa hasta hace veinte a?os; no era una mujer rica y adem¨¢s no ten¨ªa vocaci¨®n por el matrimonio. Su vida religiosa es absolutamente mundana: su celda (en realidad, dos pisos con una impresionante biblioteca y m¨²sica y tertulias) es un centro de encuentros desde donde ella escribe poemas er¨®ticos y comedias. De pronto publica una carta en la que critica el serm¨®n de un jesuita portugu¨¦s, a la que responde el obispo de Puebla con seud¨®nimo de mujer, firmando Sor Filotea de la Cruz, lamentando, en suma, que se dedique a temas terrenos abandonando la espiritualidad y tocando el papel de la mujer, que, dice, no debe dejar de ser s¨²bdita... Tres meses despu¨¦s, sor Juana responde a esta carta a su vez y defiende el derecho al saber por parte de las mujeres. A los dos a?os, tras una extra?a llamada de Dios, vende sus libros, da el dinero a los pobres y firma con su sangre la renuncia a las letras. Muere a?o y medio m¨¢s tarde en una epidemia".
Este extra?o final ha sido le¨ªdo, dice Paz, como una conversi¨®n por la mayor¨ªa; para algunos, m¨ªstica; para otros, neur¨®tica. "Yo creo", dice, "que es la soluci¨®n final de un conflicto ideol¨®gico y pol¨ªtico: el caso del intelectual libre en una sociedad cerrada y ortodoxa, por una parte, y la gravedad del tema cuando se trata, adem¨¢s, de la condici¨®n de la mujer". "Sor Juana", dice Paz, "termina siendo, sin darse cuenta, una feminista que pide que haya mujeres que puedan ense?ar a las otras 'las ciencias terrestres' como condici¨®n para que puedan acceder a las celestes".
Castigar a la mujer
Por aqu¨ª enlaza Octavio Paz con una preocupaci¨®n central de su investigaci¨®n, siempre, y adem¨¢s, con ese meollo de la conciencia -a veces mala conciencia- del intelectual occidental desde la modernidad misma. "Sor Juana es una intelectual org¨¢nica en el sentido de Gramsci, y hay un momento en que, como es una verdadera intelectual, se enfrenta sin querer (sin poder evitarlo) al poder. Y esto ocurre sea en la sociedad seudosocialista del siglo XX o en la imperial espa?ola del XVII". "En el caso de sor Juana", sigue Paz, "hay que a?adir que se trata de una sociedad de valores culturales masculinos, lo que le obliga a neutralizar su sexo para poder acceder a ese privilegio masculino que es, en ese momento, el conocimiento".Al mismo tiempo, dice, "las autoridades son m¨¢s rigurosas con esta mujer, que se ha hecho monja para poder pensar, que con sus contempor¨¢neos varones: G¨®ngora, Lope, por ejemplo, son malos sacerdotes, desordenados y lujuriosos, y son perdonados. Sor Juana no es una monja desordenada: es una monja d¨ªscola, y con ella son implacables".
Por fin, la tercera parte del libro se ocupa de la originalidad de la obra de sor Juana. "Es", dice, "la ¨²ltima poetisa barroca. Con ella se cierra la gran poes¨ªa del barroco espa?ol, y al mismo tiempo es avance y profec¨ªa de la poes¨ªa moderna. La suya, adem¨¢s, trata un tema nuevo: la poes¨ªa del conocimiento". No es, dice Paz, que la llama la antisanta Teresa, "ni m¨ªstica ni contemplativa: los escritores m¨ªsticos tienen como tema la uni¨®n con Dios. En sor Juana no hay m¨ªstica ni uni¨®n con Dios, y si hay contemplaci¨®n, no es de Dios, sino del Universo. Lo que hay, sobre todo, es conocimiento".
En suma, dice, "se trata de una escritora profana, oficial, cercana a sus modelos, los poetas del XVII, y, concretamente, G¨®ngora y Calder¨®n. Como ellos, escribe comedias y autos sacramentales y poemas m¨¢s o menos culteranos. Pero, junto a eso, el tema del conocimiento, que va ser crucial en toda la poes¨ªa moderna, es su originalidad mayor".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.