Las hadas buenas contin¨²an protegiendo el mercado
Los mercados de acciones han continuado manteniendo una actitud expectante en la que destacaban las peque?as diferencias en los cambios y los cortos vol¨²menes de negocio que se realizaban en los distintos corros. La sombra de las hadas ben¨¦ficas sigue planeando sobre los parqu¨¦s y constituye la mejor garant¨ªa de orden que se puede imaginar. Precisamente esta tutela est¨¢ haciendo renacer el s¨ªndrome de la abstinencia entre algunos de los especuladores con mayor peso en el mercado, que comienzan a plantearse la posibilidad de iniciar peque?os acelerones, tras el prolongado per¨ªodo de inmovilidad voluntaria al que se sometieron en espera de los resultados electorales.La confirmaci¨®n de que el mercado muestra una resistencia a la baja bastante fuera de toda duda, de la que podr¨ªan estarse aprovechando algunos valores concretos -y entre ellos ciertas el¨¦ctricas- para incrementar los precios de sus propias acciones, ha despertado el apetito de los m¨¢s voraces operadores a corto plazo, que de forma discreta han comenzado a tomar posiciones.
Sin embargo, esta actitud requiere la matizaci¨®n de que, por el momento, ni siquiera los m¨¢s optimistas de entre los clientes habituales del mercado de acciones se atreven a apostar por una reacci¨®n duradera. Las inc¨®gnitas que plantea la Bolsa a medio plazo constituyen un serio freno a cualquier intento de alegrar el cotarro en exceso. Parece, pues, que, a lo sumo, lo que podr¨ªa plantearse ser¨ªa una serie de tirones, que normalmente ir¨ªan seguidos por correcciones a la baja, promovidos por las realizaciones de beneficios. Y esto, evidentemente, se podr¨ªa producir ¨²nicamente en el caso de que algunas de las rogativas realizadas surtiesen efecto.
Lo que s¨ª ha podido constatarse a lo largo de las ¨²ltimas reuniones es que los inversores extranjeros han vuelto, con alguna timidez, a dirigir una parte de sus fondos a las bolsas espa?olas. En este caso las agraciadas parecen ser las empresas constructoras. Sus bajos niveles de precios actuales, junto con la posibilidad de que un Gobierno socialista acelere los programas de construcci¨®n de viviendas y de equipamientos, parecen constituir los est¨ªmulos que han incitado a los inversores for¨¢neos a arrostrar los riesgos de cambio, adicionales a cualquier inversi¨®n en pesetas.
El panorama de escasa afluencia de ¨®rdenes y breves diferencias en los cambios se extendi¨® a todos los mercados. Concretamente, el ¨ªndice de Barcelona avanzaba 39 cent¨¦simas, y el sector textil, un sector de complicado futuro, con la mayor parte de sus empresas sin pagar dividendo, ha sido el que ha encabezado. las mejoras. Tras este movimiento han querido ver diversos especialistas en el mercado catal¨¢n unas claras intenciones especulativas, que se apoyaban en el bajo nivel de precios que presentan las acciones de estas sociedades.
En cuanto al sector bancario, actual convidado de piedra en el mercado, los saldos que ofrec¨ªan sus integrantes eran muy reducidos. S¨®lo Santander, con 21.443 acciones de resto comprador, y Banesto, con algo m¨¢s de 25.000 t¨ªtulos de signo contrario, se aupaban por derecho propio en los protagonistas de un sector plagado de repeticiones, y donde el propio Santander mejoraba un punto, junto con el Central, que ganaba tres duros, mientras que el resto de sus compa?eros se aplicaban con tes¨®n a repetir.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.