El jefe del Mando Contraterrorista piensa que el objetivo de ETAm es forzar a los socialistas a la negociaci¨®n
Para Manuel Ballesteros, jefe del Mando Unico de la Lucha Contraterrorista (MULC), no cabe duda alguna de que el asesinato del general V¨ªctor Lago tiene como objetivo forzar al Gobierno socialista a negociar con ETA Militar. Esta organizaci¨®n cuenta, seg¨²n los datos que maneja el jefe del MULC, con unos treinta miembros ilegales, divididos en unos siete comandos. Los autores del atentado permanecer¨¢n escondidos en Madrid durante alg¨²n tiempo, seg¨²n estimaciones de la misma fuente, que no descarta la posibilidad de nuevos atentados. Parece que las pistas disponibles sobre el atentado al general Lago son muy escasas.
Las primeras investigaciones revelan que el asesinato del general Lago fue llevado a cabo por s¨®lo dos individuos, a bordo de una moto Guzzi 400, matriculada en Valladolid y comprada con documentaci¨®n falsa. "El titular de la documentaci¨®n ha dicho que la extravi¨®, pero quiz¨¢ se la robaron". La moto fue abandonada despu¨¦s del atentado por los terroristas en la calle Los Vascos, pero el jefe del MULC descarta la posibilidad de que hubiera alg¨²n tipo de mensaje ir¨®nico en este hecho: "Simplemente, les convendr¨ªa dejar en esa calle el coche que les recogiera para llevarles despu¨¦s a casa. De lo que no cabe ninguna duda es de que pertenecen a ETA militar y de que pasaron el curso del Yemen, donde practicaron, entre otras cosas, esta t¨¦cnica".Junto a los dos ejecutores materiales, Ballesteros calcula que habr¨¢ en Madrid entre uno y tres etarras m¨¢s que colaboraron en el atentado del jueves.
"No es f¨¢cil disparar desde una moto en marcha"
La moto ya fue utilizada en Madrid por ETA militar para el atentado contra el general Valenzuela: "Es un tipo de acci¨®n que requiere un grado de entrenamiento. Disparar desde una moto en marcha, como hicieron el jueves, no es f¨¢cil. Eso indica que la acci¨®n fue llevada a cabo por ilegales, liberados, con cierta preparaci¨®n".
Manuel Ballesteros no ten¨ªa seguridad de que en estos momentos se encontrara el comando en Madrid, pero s¨ª la sospecha de que podr¨ªa llegar en cualquier momento y actuar: "No cabe duda de que el momento era delicado. Ellos han tratado de aprovechar la transici¨®n para dar un golpe muy espectacular. El objetivo que han escogido era de un impacto tremendo. Evidentemente, esta acci¨®n vale para ellos lo que veinte en el Pa¨ªs Vasco. Nosotros tem¨ªamos que en estas fechas hicieran algo para forzar al PSOE a la negociaci¨®n. Es decir, no creo que con ello buscaran s¨®lo la desestablizaci¨®n, la crispaci¨®n de los militares, sino demostrar una fuerza que obligue al nuevo Gobierno a negociar con ellos". Manuel Ballesteros piensa que ante la victoria socialista la estrategia de ETAm es forzar la situaci¨®n para conseguir que se aprueben los cinco puntos de la alternativa KAS: amnist¨ªa, legalizaci¨®n de partidos indepentistas, derecho a la autodeterminaci¨®n de Euskadi con inclusi¨®n de Navara en la comunidad aut¨®noma, retirada de las Fuerzas de Seguridad del Estado, y control por parte del gobierno aut¨®nomo de las fuerzas militares acantonadas en Euskadi. Asimismo, el jefe del Mando Contraterrorista piensa que este atentado est¨¢ encaminado a demostrar al nuevo Gobierno hasta qu¨¦ punto tienen fuerza para exigir esa negociaci¨®n.
"Y si ETAm ha adoptado esa estrategia, la misma se espera de los GRAPO, aunque es posible que ¨¦stos esperen a la investidura y a los primeros pasos de su gobierno para actuar si, como supongo, la actuaci¨®n del futuro Gabinete socialista defrauda sus esperanzas".
La protecci¨®n a los militares
Si se esperaba un atentado de esta envergadura, ?por qu¨¦ no ten¨ªa protecci¨®n un general de la importancia de V¨ªctor Lago?: "Yo hubiera sido partidario de que la tuviera, pero no se la puedo imponer. Eso es cosa del ministerio de Defensa. Muchos militares prefieren, por razones ¨¦ticas y est¨¦ticas, no ir con protecci¨®n, y eso es respetable". No est¨¢ descartado -aunque no parece probable- que, a corto plazo, se repita una acci¨®n de esta envergadura. Se supone que el comando permanece en Madrid. ETAm cuenta en estos momentos, seg¨²n inform¨® Ballesteros, con unos treinta o cuarenta ilegales, casi todos identificados, divididos en siete u ocho comandos: uno en cada provincia vasca, otro en Navarra, uno a caballo entre Guip¨²zcoa y Vizcaya, en la zona de Eibar, y otros dos, no permanentes, en Barcelona y Madrid. La cabeza est¨¢ en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s, y la colaboraci¨®n de Francia "facilitar¨ªa en un 80% mi tarea". En cuanto a los comandos de informaci¨®n, muy atacados ¨²ltimamente por las acciones de las fuerzas de seguridad, sustituyen a sus elementos con relativa facilidad: "Por ejemplo, aqu¨ª, en Madrid, pueden utilizar a chicos vascos que hacen la mili en Madrid. Ver en la gu¨ªa la direcci¨®n de un general y observar sus horarios no es dificil". La obligada utilizaci¨®n de cascos para los motoristas tampoco ha facilitado las cosas al MULC en este caso: "Los testigos interrogados han visto a dos hombres con anorak y casco sobre una moto. Es muy poca pista. En cuanto a pisos alquilados por estudiantes forasteros, hay millares en la periferia de Madrid. No tenemos m¨¢s caminos que la informaci¨®n y la investigaci¨®n".
Alerta sobre medidas de seguridad
La jerarqu¨ªa militar ha sido alertada para que observe las medidas de seguridad que en su d¨ªa se distribuyeron a los altos cargos de la Administraci¨®n civil y castrense, seg¨²n fuentes oficiosas. Esas instrucciones fueron facilitadas por la Direcci¨®n de la Seguridad del Estado. Las normas de seguridad son de autoprotecci¨®n personal y seguridad en los desplazamientos. En s¨ªntesis, se trata de lo siguiente, seg¨²n enumeraci¨®n de la agencia Europa Press:
-Antes de salir de casa, asegurarse que en las proximidades no hay elementos sospechosos.
-Cambiar de itinerario con frecuencia y buscar preferentemente v¨ªas abiertas.
-Ser informal con los horarios y h¨¢bitos que generalmente se han seguido.
-En el caso de los militares, y de los civiles con licencia de armas, llevar ¨¦stas preparadas para hacer frente a cualquier contingencia.
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