La Conferencia de Madrid, caja de resonancia para el duelo EE UU-URSS

Norteamericanos y sovi¨¦ticos no han modificado sus posiciones desde la interrupci¨®n de la Conferencia de Madrid, el pasado mes de marzo. Incluso las posturas de ambos se han enconado, lo que repercutir¨¢ en el desarrollo de los trabajos en la capital espa?ola, que se reanudan el martes d¨ªa 9. Washington insistir¨¢ en su defensa de las libertades en la Europa del Este. Mosc¨², por su parte, considera necesario obtener un mandato de esta asamblea para la convocatoria de una conferencia de desarme europeo.

La reanudaci¨®n de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE) tiene lugar en momentos en que las relaciones sovi¨¦tico-norteamericanas han alcanzado su punto m¨¢s bajo en muchos a?os. La discusi¨®n entre las dos superpotencias no se establece ya sobre un tema concreto, caso de Polonia en la etapa anterior de la CSCE, sino con un alcance geopol¨ªtico global, que tiene aspectos de confrontaci¨®n directa. La Conferencia se reabre justamente dos a?os despu¨¦s de su inauguraci¨®n formal en Madrid y despu¨¦s de una interrupci¨®n de ocho meses,No resulta casual que en v¨ªsperas de la reapertura de la CSCE, sovi¨¦ticos y norteamericanos hayan impulsados sendas pol¨ªticas de confrontaci¨®n, que sin duda tendr¨¢n en Madrid una caja de resonancia.

La agencia sovi¨¦tica Novosti, portavoz de la pol¨ªtica exterior de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, insisti¨® esta semana en la necesidad de la distensi¨®n querida por los aliados de Estados Unidos, tales como la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) y el Reino Unido, a pesar de los esfuerzos de la Administraci¨®n Reagan por "enterrarla" -recogiendo palabras del diario alem¨¢n General Anzeiger-. Apuesta as¨ª por la rivalidad entre aliados occidentales.

Por su parte, Washington ha organizado una asamblea para debatir las posibilidades de democratizaci¨®n de la Europa del Este, realizada, por primera vez, con la presencia del secretario de Estado, George Shultz y del subsecretario, Lawrence Eagleburger. Nada es inamovible, seg¨²n Reagan, en clara contradicci¨®n con la URSS, que piensa que los principios de Yalta son inmutables, seg¨²n expuso en la etapa anterior de la CSCE el general sovi¨¦tico Constantin Mijailov, miembro de la delegaci¨®n de la URSS.

Las posiciones no se han modificado desde la fecha de interrupci¨®n del 12 de marzo. En las conversaciones de Lisboa, Bruselas y Estrasburgo entre los pa¨ªses del bloque occidental, la posici¨®n estadounidense era "muy dura", seg¨²n un diplom¨¢tico espa?ol, "pero se fue suavizando porque el resto de los pa¨ªses europeos comentaron que era necesario obtener algo positivo de la Conferencia de Madrid, pues de lo contrario el Acta de Helsinki morir¨ªa en su totalidad".

Por su parte, los sovi¨¦ticos insisten en la necesidad de que el nuevo texto, que eventualmente pudiera redactarse en Madrid, contenga un mandato para una conferencia europea sobre desarme y medidas de confianza.

El documento RM/39

En base al documento RM/39, redactado por el grupo de pa¨ªses neutrales presentes en la CSCE -Austria, Chipre, Finlandia, Liechtenstein, San Marino, Suecia, Suiza y Yugoslavia-, que sirve para los occidentales y el bloque sovi¨¦tico como punto de arranque, las discrepancias tambi¨¦n se mantienen.De esta manera EE UU y los pa¨ªses occidentales desean una serie de reformas subtanciales en relaci¨®n con el cesto de los derechos humanos, libertad informativa y diplom¨¢tica. Todo ello como una implementaci¨®n del Acta de Helsinki, cuyo incumplimiento en materia de derechos humanos es la principal acusaci¨®n contra la URSS y sus aliados.

En v¨ªsperas de la reapertura de la CSCE, la posici¨®n norteamericana "es cuando menos una inc¨®gnita", dijo la mencionada fuente diplom¨¢tica espa?ola, que a?adi¨® que la actitud de EE UU puede resumirse en un "s¨ª (que se mantenga la Conferencia) pero con reservas".

Un portavoz de la Embajada estadounidense en Madrid dijo que "no negaba" la posibilidad de un contacto informal entre representantes sovi¨¦ticos y norteamericanos, ocurrido recientemente en la capital de Espa?a con el prop¨®sito de intercambiar opiniones sobre esta nueva fase.

La actuaci¨®n espa?ola

La actuaci¨®n de la delegaci¨®n espa?ola est¨¢, en cierta medida, hipotecada en estas primeras semanas por la entrada en funciones del nuevo ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno socialista el mes pr¨®ximo.Un miembro de la delegaci¨®n espa?ola, que supervive del anterior equipo que encabezaba el actual embajador ante la OTAN, Javier Rup¨¦rez, coment¨® que b¨¢sicamente la "labor espa?ola en los primeros momentos de la CSCE es mantener el di¨¢logo entre las partes".

"Al menos, lo que se ha conseguido hasta el momento", a?adi¨®, "es que no se hayan fijado l¨ªmites y plazos para esta nueva fase". "El cargo de embajador tiene su importancia por cuanto es ¨¦l el int¨¦rprete de las instrucciones gubernamentales, pero puede decirse que el inter¨¦s espa?ol en estos momentos es conseguir un documento aceptable para todas las partes presentes en esta asamblea".

"Efectivamente", asegur¨®, "el PSOE, en el Gobierno, establecer¨¢ cambios en esta Conferencia cuya naturaleza no se puede precisar, tal vez introduzca aspectos m¨¢s dialogantes".