La Junta Militar argentina busca un acuerdo con la clase pol¨ªtica sobre los 'desaparecidos'

El Gobierno militar argentino est¨¢ buscando un acuerdo con los l¨ªderes pol¨ªticos del pa¨ªs en el tema de los desaparecidos. Un fracaso sobre este tema puede bloquear el prometido retorno a la democracia.

El descubrimiento en las ¨²ltimas semanas de cerca de 1.000 cuerpos en seis cementerios ha disparado las sospechas p¨²blicas de que los militares, pese a los ment¨ªs, conocen el destino de m¨¢s de 6.000 personas que han desaparecido durante el per¨ªodo en el que estaban combatiendo a la insurrecci¨®n de la izquierda con el apoyo de muchos argentinos.Organizaciones que luchan por la defensa de los derechos humanos est¨¢n solicitando ¨®rdenes judiciales para exhumar los cad¨¢veres y determinar su identidad. Los militares temen la investigaci¨®n que pueda realizar un futuro Gobierno civil. Algunos l¨ªderes pol¨ªticos se han unido a las declaraciones de los sindicatos, de la Iglesia y de las organizaciones de derechos humanos, en las que se exige que los militares den cuenta de su conducta durante los a?os en que guerrilla fue aniquilada.

Los militares han prometido ceder el poder a los civiles en marzo de 1984, pero el presidente Reynaldo Bignone ha expresado dudas sobre el calendario previsto y ha anunciado recientemente que se buscar¨ªa un acuerdo con el Ej¨¦rcito. El presidente dijo que este acuerdo no era una condici¨®n previa para el regreso a la democracia, pero muchos l¨ªderes civiles vieron en esta afirmaci¨®n un claro mensaje.

Un obst¨¢culo para la democracia

El general Llamil Reston, ministro del Interior, dijo recientemente que los casos de la gente desaparecida deb¨ªan ser analizados, en el contexto de la transici¨®n hacia la democracia, como un "obst¨¢culo" a ser superado. Hace un mes el Gobierno prohibi¨® toda informaci¨®n sobre el tema. El tema surge en un momento en que la situaci¨®n de los derechos humanos ha mejorado desde las desapariciones de los a?os setenta, y la tortura ha dejado de practicarse desde hace dos a?os. Existe adem¨¢s mayor libertad de Prensa.El Gobierno ha ido dejando progresivamente en libertad a los detenidos pol¨ªticos, y actualmente s¨®lo existen 316 bajo la legislaci¨®n del Estado de sitio dictada hace siete a?os. Esta cifra supone un tercio de la que exist¨ªa hace un a?o, y Reston ha declarado que ser¨¢n puestos en libertad para el fin del a?o pr¨®ximo. Muchos argentinos, que en su momento aceptaron las t¨¦cnicas represivas de los militares para luchar contra el terrorismo de izquierdas, han cambiado de opini¨®n ante la evidencia de que muchas de las v¨ªctimas de la represi¨®n murieron por errores, corrupci¨®n y oportunismo pol¨ªtico.

La voluntad de enfrentarse al Gobierno militar aparece en un momento en el que las fuerzas armadas se encuentran debilitadas por la derrota de las Malvinas. Adem¨¢s, el Ej¨¦rcito aparece dividido, y se sospecha entre los l¨ªderes pol¨ªticos que un grupo de coroneles ha distribuido un documento a los medios de comunicaci¨®n en el que se rechazan las elecciones. El documento estaba firmado por una clandestina "Junta de Comandantes Supremos". Existe el temor entre los l¨ªderes civiles de que los elementos m¨¢s duros del Ej¨¦rcito puedan derribar al Gobierno de Bignone para silenciar las cr¨ªticas sobre derechos humanos.