Apunte de un amor frustrado

Bajo el seud¨®nimo de Valentina se oculta la primera parte de la versi¨®n de Cr¨®nica del alba, la novela que Ram¨®n J. Sender escribi¨® con nostalgia en 1942. Desde las perspectiva del exilio, el autor aragon¨¦s reconstruy¨® la biografia de su imaginado Jos¨¦ Garc¨¦s, ni?o valiente y so?ador que muere, ya adulto, tras la guerra civil, en un cambio de concentraci¨®n. Dicen sus estudiosos que Sender volc¨® en Cr¨®nica del alba gran parte de sus propios recuerdos y emociones.La pel¨ªcula recoge la primera parte de la novela, la que precisamente se llama Cr¨®nica del alba: narraci¨®n del despertar amoroso de un chico poeta y aventurero que arriesga su seguridad por vivir junto a Valentina, ni?a rubia, ingenua y rebelde, que comparte ese amor.

Antonio Betancor ha dirigido la pel¨ªcula con sensibilidad, cuidando la planificaci¨®n, los ambientes y los actores con un mimo inteligente que hay que aplaudir. Cuenta con un gui¨®n que hereda la po¨¦tica de Sender, aunque se escape con frecuenza por senderos muertos que alargan innecesariamente la brevedad de la an¨¦cdota.

Las peripecias infantiles de Pepe Garc¨¦s no se limitan al campo amoroso. La vida familiar le condiciona, le atormenta, le reprime. Una familia espa?ola, ultramontana y est¨¦ril, que Sender sit¨²a en 1911, pero que prolonga su mentalidad hasta nuestros d¨ªas. Y el cura, profesor del protagonista -sin que el gui¨®n explique por qu¨¦- y ¨²nico que entiende que tras su vehemencia se esconde el talante de una persona impar. Impar para ser h¨¦roe, santo o poeta, las tres ¨²nicas ramas que su mentalidad de cura acepta. El ni?o Garc¨¦s, sin embargo, accede a una visi¨®n surreal en la que los santos, poetas y h¨¦roes del pasado se definen como pobres hombres.

Jorge Sanz interpreta al ni?o protagonista. Es un actor eficaz, convincente, brillante, como ya ha demostrado en varias pel¨ªculas anteriores. Su capacidad de comunicaci¨®n supera a la de los adultos que le acompa?an en el reparto, aunque ninguno de ellos resuelva mal su cometido. La ni?a Paloma G¨®mez, nueva en el cine, tiene encanto y naturalidad. La segunda parte ya no contar¨¢ con sus presencias. El ni?o Garc¨¦s se habr¨¢ convertido en un adolescente que debe interpretar otro actor.

?Para cu¨¢ndo esa segunda parte? Quiz¨¢ dos productores no han acertado al dividir en el cine lo que s¨®lo es divisible entre divisi¨®n. Entre otras cosas, porque se arriesgan a una explotaci¨®n muy breve de Valentina, que, estrenada ahora, probablemente no est¨¦ en cartel m¨¢s que el tiempo que nos separa de los d¨ªas de Navidad. Algo com¨²n a casi todo el cine espa?ol: las multinacionales tienen organizados ya sus estrenos navide?os y s¨®lo en los casos en que los productores espa?oles tengan suficiente fuerza para discutir se lograr¨¢ mantener nuestro cine en cartel. Las dem¨¢s pel¨ªculas desaparecer¨¢n, tengan la carrera comercial que tengan. Conviene, pues, que el espectador lo sepa, porque debe apresurarse a ver las pel¨ªculas espa?olas que le interesen; casi todas tienen los d¨ªas contados: lo han decidido as¨ª desde los despachos de Londres y Los Angeles.