Perurena intentar¨¢ levantar una piedra de 280 kilos

El levantador de piedras vasco I?ashio Perurena, natural de Leiza y de 25 a?os de edad, tratar¨¢ el pr¨®ximo domingo en la plaza de toros de Vitoria, de alzar la piedra rectangular o paralepip¨¦dica de 280 kilos. De conseguirlo, establecer¨ªa un nuevo r¨¦cord absoluto. El anterior, realizado por ¨¦l mismo, es de 275 kilos.El harrijasotzaile actuar¨¢ sin tiempo limitado. Tiene previsto hacer tres o cuatro intentos. En principio el objetivo no es otro que conseguir al menos una alzada v¨¢lida. No obstante, cuando lo intent¨® con pesos inferiores, Perurena siempre consigui¨® dos o tres alzadas como m¨ªnimo.

Un art¨ªculo publicado en este mismo peri¨®dico comparaba las marcas del levantador vasco con las del halter¨®filo sovi¨¦tico Alesseiev. La conclusi¨®n era que cualitativamente las marcas del segundo val¨ªan m¨¢s que las del navarro. A este no le sent¨® nada bien aquella aseveraci¨®n y desde entonces anda dando vueltas a su cabeza para presentar en competici¨®n ambas especialidades.

Perurena suele utilizar halteras en sus entrenamientos y este deporte no le resulta desconocido. A los especialistas de la barra, por otra parte, siempre les impresion¨® la capacidad de los levantadores de piedras para repetir el esfuerzo varias veces.

Con estos antecedentes no es extra?o que el levantador navarro haya pedido a un conocido hombre de los juegos y deportes vascos para que encuentre varios halter¨®filos de ¨¦lite, bien sovi¨¦ticos o bien b¨²lgaros, con el fin de realizar en el vel¨®dromo de San Sebasti¨¢n la pr¨®xima primavera una exhibici¨®n conjunta de las dos modalidades.

"Todav¨ªa no seria una prueba mixta. Es decir, cada uno utilizar¨ªamos lo que estamos acostumbrados; pero si ellos levantan piedras y yo halteras no se computar¨¢ la suma de las marcas," sino que simplemente servir¨¢ para dar a conocer al gran p¨²blico las singularidades de los dos deportes.

Otro de los sue?os de Perurena es la de protagonizar una exhibici¨®n en los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos de Los Angeles. El forzudo navarro, carnicero de profesi¨®n, en los ratos de ocio ajenos a las piedras se dedica a la poes¨ªa. Recientemente, en un peri¨®dico de su pueblo natal public¨® un poema intimista en euskera compuesto por ¨¦l, con las piedras como interlocutoras.