Estados Unidos intenta mejorar a la vez sus relaciones con la URSS y con la Rep¨²blica Popular China
En el curso de una larga conversaci¨®n, Shultz me dijo: "Espero poder viajar a China a principios del a?o pr¨®ximo". Parece, pues, claro que la Administraci¨®n norteamericana est¨¢ intentando establecer unas mejores relaciones con la URSS y con China Popular al mismo tiempo.Ello podr¨ªa tener claramente una repercusi¨®n global, centrada en las dos superpotencias y en sus relaciones individuales con la naci¨®n m¨¢s grande de la Tierra, siempre que las conversaciones prometidas condujeran a unas negociaciones formales bilaterales con China y la URSS o a un cambio en las conversaciones que se est¨¢n llevando a cabo sobre temas tales como la reducci¨®n de armamento nuclear o convencional, con la URSS, y el aprovisionamiento de armamento a Taiwan, con Pek¨ªn.
'El cambio depende del comportamiento de la URSS'Shultz parece estar especialmente calificado para las pesadas tareas que han reca¨ªdo sobre sus hombros tras la muerte de Breznev. Es un hombre encantador, modesto y trabajador, apreciado por dem¨®cratas y republicanos, tal como he podido comprobar en esta ciudad, tradicionalmente calumniosa. Comenz¨® nuestra conversaci¨®n diciendo: "El presidente tiene una pol¨ªtica que hemos intentado explicar todas las semanas, y vamos a seguir intent¨¢ndosela explicar a la nueva direcci¨®n sovi¨¦tica que suceda a Breznev. Es una invitaci¨®n a la Uni¨®n Sovi¨¦tica a comenzar unas nuevas relaciones con nosotros, si es que puede cambiar su comportamiento. Primero, tenemos que ser realistas a la hora de evaluar los cambios dentro de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Est¨¢n reforzando su poder¨ªo militar a fin de poderlo emplear directa o indirectamente; hay grandes limitaciones a la emigraci¨®n. Est¨¢ tambi¨¦n la invasi¨®n de Afganist¨¢n, el apoyo sovi¨¦tico a la invasi¨®n de Camboya, Polonia, y as¨ª sucesivamente".
"Vamos a ser realistas. Cuidaremos nuestros intereses en un mundo enfrentado que ellos, los sovi¨¦ticos, han trazado. Pero queremos cambiar ese mundo. Estamos intentando conseguir una reducci¨®n de armamento en Europa mediante las conversaciones, para una reducci¨®n mutua y equilibrada que se est¨¢n celebrando en Viena. Deseamos una reducci¨®n del armamento nuclear. Pero para conseguir un nuevo mundo tenemos que asegurarnos que el cambio dependa del comportamiento de la URSS".
"Vamos a seguir acentuando estas bases de la pol¨ªtica norteamericana y mantendremos una pol¨ªtica constante. Pero esperamos que se d¨¦ en el futuro un empleo m¨¢s constructivo de los recursos mundiales. Durante la era de Breznev aument¨® extraordinariamente la capacidad ofensiva sovi¨¦tica y hubo grandes diferencias en nuestros puntos de vista. Pero resulta dif¨ªcil llegar a ninguna conclusi¨®n en el caso de una sociedad y una estructura de gobierno cerradas. Hay que llevar a cabo la pol¨ªtica que nosotros creernos que es la adecuada, y hac¨¦rselo ver a ellos".
Le pregunt¨¦ a Shultz si los objetivos de la pol¨ªtica exterior norteamericana segu¨ªan siendo decididos por los dos partidos o simplemente por los republicanos. "Por supuesto que los dos partidos deciden los objetivos", contest¨®. "Hay un gran apoyo. Por ejemplo, los objetivos presentados por el presidente para Oriente Pr¨®ximo, en septiembre, tuvieron un apoyo popular y del Congreso muy amplio".
'Viajar¨¦ a China el a?o pr¨®ximo'Retomamos la conversaci¨®n sobre el tema espec¨ªfico de China y Taiwan. Explic¨®: "Hemos estado negociando, lenta y detalladamente, un comunicado con Pek¨ªn, principalmente sobre las ventas de armas a Taiwan. El Gobierno popular chino se muestra de acuerdo con el texto, en el que tuvimos gran cuidado de fijar nuestra pol¨ªtica. Nuestras ventas de armas a Taiwan siguen siendo debatibles, aunque nuestra postura queda claramente fijada en el comunicado conjunto hecho p¨²blico el 17 de agosto de 1982, y seguimos adelante en el desarrollo de nuestras relaciones con Pek¨ªn. Espero poder ir a China a principios del a?o pr¨®ximo".
El comunicado conjunto al que hizo referencia el secretario de Estado hac¨ªa p¨²blico el acuerdo de ambos pa¨ªses del reconocimiento de la Rep¨²blica Popular China por parte de Washington y del hecho de que hab¨ªa solamente una China, de la cual Taiwan era parte constituyente. No obstante, un comunicado anterior, de 1 de enero de 1979, especificaba que las relaciones culturales y otras relaciones no oficiales entre Estados Unidos y Taiwan continuar¨ªan. As¨ª no quedaba zanjada la cuesti¨®n de las ventas de armas. China se limit¨® a decir que insistir¨ªa en la cuesti¨®n tras la normalizaci¨®n de las relaciones.
'La idea de la libertad est¨¢ floreciendo en el mundo 'Hubo conversaciones posteriores en los encuentros entre el presidente Reagan y su secretario de Estado en aquella ¨¦poca, Alexander Haig, con el primer ministro chino, Zhao Ziyang, y el ministro de Asuntos Exteriores, Huang Hua, en octubre de 1981. China reafirm¨® en aquella ocasi¨®n que la cuesti¨®n de Taiwan era un asunto interno. Estados Unidos hab¨ªa insistido en que no interferir¨ªa en los asuntos internos chinos y que alababa la pol¨ªtica china de esforzarse por una soluci¨®n pac¨ªfica de la cuesti¨®n de Taiwan. Garantiza que las ventas de armamentos de Estados Unidos a Taiwan no sobrepasar¨¢n las de a?os recientes, desde el establecimiento de las relaciones diplom¨¢ticas con China. Ambas partes expresaban su determinaci¨®n de fortalecer sus lazos.
Le record¨¦ al secretario de Estado que el 18 de octubre hab¨ªa dicho que "ten¨ªamos ante nosotros una nueva era de reformas y revoluciones democr¨¢ticas". ?C¨®mo, d¨®nde y por qu¨¦?, le pregunt¨¦. Me hizo notar que en una reciente conferencia sobre la libertad a la que asistieron el presidente Reagan y el primer ministro italiano, Spadolini, entre otros, hab¨ªa quedado demostrado que la idea de la libertad estaba floreciendo en todo el mundo. Creo que el futuro es bueno. El historial de los pa¨ªses relativamente libres en cuestiones tales como el progreso econ¨®mico y las libertades del hombre es mejor que el de las sociedades autoritarias. La comparaci¨®n favorece a las sociedades libres.
"Los acontecimientos de Polonia han demostrado el fracaso de un sistema estatal. El Gobierno polaco estaba intentando suprimir el movimiento de Solidaridad e impulsarlo a la clandestinidad. Pero el resultado ha sido un tributo a la firmeza de los polacos que mantienen sus ideas de libertad".
?C¨®mo, le pregunt¨¦, podr¨ªa Washington intentar extender la democracia a los pa¨ªses comunistas, tal como hab¨ªa sugerido Reagan en Londres el pasado mes de julio? El secretario respondi¨®: "Se trata b¨¢sicamente de una cuesti¨®n de comunicaciones. Y tambi¨¦n del m¨¦todo empleado en las conferencias internacionales, a las que asisten tanto pa¨ªses libres como otros que no lo son. Cuando digo comunicaciones me refiero a la radio y la televisi¨®n, que resultan m¨¢s dif¨ªciles de bloquear mediante interferencias gracias a los sat¨¦lites de transmisi¨®n situados en posiciones fijas".
"Estamos tambi¨¦n llevando a cabo una pol¨ªtica de diferenciaci¨®n. Somos conscientes de la diferencia entre, por ejemplo, Yugoslavia y la Uni¨®n Sovi¨¦tica, incluso entre ¨¦sta y Hungr¨ªa, que forma parte del Pacto de Varsovia. Cualquier cambio que suponga un alejamiento del totalitarismo dentro de la Uni¨®n Sovi¨¦tica ser¨ªa para nosotros recompensa suficiente".
'Deseamos una estrategia com¨²n con los pa¨ªses de la Alianza'Le pregunt¨¦ si la discusi¨®n que se ha desarrollado entre los pa¨ªses miembros de la Alianza por el gasoducto siberiano de la URSS a Europa occidental y nuestra oferta de venta de veintitr¨¦s millones de toneladas de grano a la Uni¨®n Sovi¨¦tica no confirmaba de alguna manera la predicci¨®n de Lenin de que los pa¨ªses capitalistas competir¨ªan entre ellos para vender a Mosc¨² la cuerda que servir¨ªa para su estrangulamiento. Respecto a las sanciones a las exportaciones de tecnolog¨ªa de Europa occidental a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, dijo: "No existe un verdadero acuerdo hasta que se tiene uno. Deseamos una estrategia com¨²n de los pa¨ªses de la Alianza basada en un acuerdo amplio"
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